La dirección del Servicio Nacional de Salud (SNS) con un criterio de capataz de los tiempos feudales, estima los trabajadores sanitarios son siervos de la gleba que solo deben acatar las decisiones del señor feudal. Ante las protestas que situaron al desnudo las migajas de reajuste salarial que ofrecían a los médicos, decidieron inventarse obstáculos  para otorgarle importancia a su miserable propuesta. Es decir, neutralizar los reclamos que cuestionaban la risible negociación que de 70% se disminuyó a 10%, con ese propósito crearon una crisis persiguiendo como objetivo final ratificar lo que previamente habían impuesto de manera omnímoda.

Prefabricaron una  escaramuza o conflicto que relegara las demandas reales, empezando por ordenar los médicos que prestaban servicios en el IDSS no podían ser reajustados porque sus salarios eran algo superiores a los del Ministerio de Salud Pública, obviando que ese era un derecho adquirido. El IDSS fue una institución autónoma que tenía autoridad para fijar sus salarios y la no retroactividad jurídica favorece a su antiguo personal. También anunciaron que médicos de hospitales de autogestión como el de gastroenterología, no serían beneficiados con la migaja de reestructuración salarial.

Y como si esto fuera poco, para continuar como patronos feudales que son e insistiendo en su campaña de descredito, imponen que se debe ponchar tarjetas en el horario de trabajo, dejando entrever que los médicos están como chivos sin ley. Obviando que en los centros de salud las labores siempre han estado regulada, las estadísticas sanitarias registran los expedientes de los pacientes que cada médico evalúa al día en consultas, emergencias, salas clínicas  y quirúrgicas. La idea de estos distinguidos señores es llevar a la opinión pública el concepto muy erróneo que los médicos son vagos.

No obstante, son ellos los primeros que se atribuyen los éxitos hospitalarios en la atención médica a los pacientes, como ha ocurrido en las recientes festividades de fin de año. ¿Dónde estaban los directivos de SNS en días claves como el 24, 25, 31 de diciembre y el 1 de enero? ¿Quiénes estaban resolviendo en las emergencias, urgencias y los quirófanos? Los médicos asignados a esos servicios.

En el ejercicio de la medicina no hay días festivos, si les corresponde servicios el 24, 25, 31 de diciembre, 1 de enero y demás días feriados (al suscrito cuando ejercía siempre me asignaban los 24 de diciembre),  se debe aceptar como parte del trabajo rutinario y para esto nunca ha existido la necesidad “empresarial” de ponchar tarjetas y ese tiempo extra de los servicios nunca se ha remunerado. Para verificar el cumplimiento de estas actividades están los jefes de servicios y los subdirectores, que la ley de salud los designa como jefes del personal médico. Pero su lógica es calumniar que algo queda.

Ante la nueva escaramuza de las autoridades, lograron colocar en un plano secundario los reclamos por un verdadero reajuste salarial que inicialmente era de 70%, y  volvieron a  llevar el impasse al 10% que ellos planteaban originalmente, y que a partir de ese momento también negarían para obligar a una rediscusión de lo previamente acordado.

Se trata de una vieja maña practicada por ciertos empleadores que detestan a sus subordinados, olvidando en este caso particular que después de concluir sus funciones volverán a ser médicos comunes y corrientes, aunque no ejerzan medicina pública.

No es una migaja de un 10 o 25% que deben obtener como compensación los médicos, en justicia el porcentaje debe ser mayor. Les corresponde una de las tareas más riesgosas, como es velar por la salubridad de los ciudadanos. Para cumplir a cabalidad con esta misión  deben dedicarse a tiempo completo, no solo en los centros de salud  sino en sus horarios particulares, actualizándose, esta carrera vive en permanente renovación.

¿Cuántos errores se cometen y pasan desapercibidos en otras profesiones? Pero en el sector salud se trata de la vida valiosa de cualquier ciudadano sin importar su condición social, y por eso los yerros en esta área conforman una condición especial, incluso tienen un nombre propio o sea yatrogenias.

En las sociedades que la responsabilidad profesional de asistir la salud de los ciudadanos se entiende a cabalidad, los médicos gozan de óptimos honorarios (aquí tenemos de los peores salarios en relación a los países con un constante crecimiento económico, como pregona el Banco Central nos corresponde)  de ahí que padecemos una abultada migración a esos países de médicos criollos principalmente jóvenes, como está ocurriendo con la alta presencia de médicos dominicanos en España. Añadiendo que el SNS ha recurrido al odioso expediente de rehabilitar la pasantía médica “honorífica”, o sea trabajar sin recibir remuneración, extendiéndola a los pasantes de postgrado.

Reiteramos, ante las críticas por el insuficiente reajuste el SNS prefabricó una nueva crisis, para rediscutirla y se convirtiera en el inconveniente principal. Entonces como muy “sensatas autoridades” decidieron llamar de nuevo a negociar a los médicos rebeldes, y para que se observara su “sensibilidad” cedieron. ¿Qué concedieron?  Parte de las restricciones que ellos habían prefabricados sobre la marcha, luego aparecen firmando un “Acuerdo histórico”, entiéndase las migajas que antes habían anunciado, añadiéndole que el 10% que se cobraría en enero de 2026 fue adelantado al mes de julio del presente año. ¡Bravo!

En definitiva se trató de una alharaca montada para justificar que los médicos solo se merecen una compensación de 10%. Aunque anuncian siempre 25%, a sabiendas que el galopante aumento del costo de la vida en poco tiempo se tragará tan tenue resarcimiento.

En cuanto a los médicos pensionados, existe un acentuado concepto patológico que se han formado todos los gobiernos de excluir de sus paupérrimos reajustes a estos servidores públicos, pensando como buenos señores feudales que a esos viejos ya no pueden seguirles sacando el  jugo de sus fuerzas de trabajo. Estiman constituyen un estorbo y lo único que esperan de esos viejos es que se mueran o soliciten sus ingresos a asilos geriátricos. Soslayando que trasmiten un mensaje aciago a los médicos activos, porque les están dejando entrever que en este país el que no “se la busca como sea” se jodió en la vejez, como diríamos en el español dominicano.

Ya no estamos en los tiempos que el lobo pensaba engullirse a Caperucita….