1.- La persona de convicciones democráticas, debe estar identificada con todo proceso inspirado en el amor a la especie humana, preocupada por su bienestar y el desarrollo de sus más elevadas condiciones éticas y morales.
2.- El pensamiento humanista está ligado al deseo de que cada pueblo goce de libertad, independencia nacional y soberanía plena, para garantizar las más amplias reivindicaciones económicas, sociales y políticas.
3.- Ser coherente con lo que conviene a los pueblos, es defender su derecho a decidir por sí mismos, en particular a escoger el sistema social que garantice una existencia feliz a la mayoría de la población.
4.- No importa en el lugar del planeta tierra donde sea necesaria la solidaridad, ahí deben decir ¡presente!, las mujeres y los hombres libres, amantes de la paz, que es provechosa para la humanidad entera.
5.- América Latina y el Caribe, la región más desigual del mundo, necesita de gente que se identifique con las causas nobles, sin reservas o limitación. Lo justo debe ser la piedra de toque de quien obra con justicia.
6.- No cuadra con el sentir internacionalista, regatear para, por prejuicios ideológicos, no estar, codo a codo, con los que defienden la independencia, soberanía y autodeterminación de los pueblos dominados por potencias coloniales.
7.- En el seno del pueblo dominicano, se hace necesario educar a la niñez en la línea de comprometerse, envolverse en los asuntos que son de interés para la comunidad internacional.
8.- De alguna manera hay que accionar para que no siga imponiéndose el individualismo, sobre lo general; lo propio, ante lo común, y lo personal, primero que lo colectivo. Hay que romper la cultura particular, para que impere lo social.
9.- La forma de comportarse el dominicano de esta época, nos está diciendo que ha sido educado para que se ocupe de lo suyo y nada más. Este estilo de vida es de un sujeto formado para la indolencia, no para servir.
10.- El proceder de una persona responde a una formación, a un conjunto de conocimientos que, mediante la instrucción, es educada para cómo debe ser en sus relaciones con los demás.
11.- Lo que le conviene a nuestro país es contar con esa mujer o ese hombre hecho para ser útil, sumamente valioso a sus connacionales y a todo el género humano, o sea, libre de deshumanización.
12.- Hay que preocuparse por tener entre nosotros a esa persona de actuación modesta, humilde, con sencillez en su accionar, sin nada de arrogancia, ni soberbia.
13.- Por encima de los deseos de quienes aspiran a tener un pueblo de personas desalmadas, sin conciencia, debemos preocuparnos para comenzar a formar una comunidad de ciudadanas y ciudadanos buenos, de esos que sienten compasión, no importa sexo, nacionalidad o ubicación social.
14.- Nuestro país merece contar con personas listas para honrar, no para herir el amor propio, mirar por encima del hombro, humillar, verduguear.
15.- Frente al interés de quienes quieren mantener divididos a nuestros pueblos, hay que levantar el ferviente deseo del internacionalismo, la solidaridad y la unión fraterna de todos los países en lucha por la liberación nacional y la liquidación de toda forma de opresión.
16.- Que la unidad de acción de los demócratas sinceros de cada país haga posible la construcción de un orden económico y social que libere al ser humano del oscurantismo, el hambre, la guerra y todo aquello que le impide ser feliz en la tierra.