El sector eléctrico del país ha venido creciendo en las últimas décadas mayormente en base a la generación de fuentes tradicionales y de manera minoritaria se han venido instalando plantas productoras de energía limpia, principalmente compuestas de parques fotovoltaico (sol) y eólicos (viento).
Es indudable que el sector eléctrico del país, del que se ha escrito en incontables ocasiones por décadas y décadas; y a juzgar por lo que hoy exhibe, se escribirá por muchos años en el futuro, quizás hasta que vengan los marcianos y puedan encontrarle una solución a este grave flagelo que afecta a toda la población ya que tiene un impacto negativo sobre las actividades humanas y económicas en todas sus manifestaciones y por consecuencia detiene el desarrollo de nuestra nación.
El sector eléctrico se ha convertido en un parásito que está incrustado en el mismo cuerpo del aparato gubernamental y que cada año le corresponde una gran comida (subsidio), que ya es una partida permanente y en crecimiento en el presupuesto anual del país. Todos los que han dirigido este sector por muchas décadas, llegan allí y encuentran un gran desorden y al final del día terminan tomando el mismo camino que sus anteriores, poniendo paños tibios al enfermo y dejándole las cosas con muy pocas variaciones a sus sucesores para que siga el parásito creciendo y comiendo mas.
Los problemas que afectan al sector eléctrico del país solo van en beneficio de las grandes empresas generadoras de energía eléctrica, situación que además ha sido escenario de grandes escándalos en los cuales es el país que siempre sale perdiendo y lo peor de todo es que nadie tiene que responder por estos hechos que regularmente han involucrado cuantiosas sumas de dinero.
Durante los últimos seis años, las asignaciones que han realizado los gobiernos como subsidios al sector eléctrico, que incluye las EDE y los generadores han sido las siguientes:
Año Subsidio(En millones de RD$)
2018 41,688.1
2019 30,571.2
2020 32,295.4
2021 54,603.1
2022 83,109.2
2023 48,801.7(1)
(1) Corresponde al periodo, primero de enero al 11 agosto.
Fuente: Presupuesto Público Nacional (DIGEPRES).
De acuerdo con informaciones aparecidas en los medios informativos del país, se proyecta que para este año 2023, el subsidio alcance unos RD$ 86,000 millones de pesos. Entonces estaríamos hablando de que en estos últimos seis años la tasa de crecimiento acumulativa anual sería de un 15.58 % y en valor absoluto se incrementará el subsidio en 44,311.9 millones, es decir creció en mas de un 100 %.
Hay que destacar que el subsidio estipulado para el sector eléctrico correspondiente el año 2024 de acuerdo con el proyecto de presupuesto enviado por el poder ejecutivo al congreso de la República asciende a RD$ RD 86,393.0 millones.
Es importante señalar que estos subsidios no solo obedecen a incrementos en los costos de generación como consecuencia del aumento de los combustibles a nivel internacional, principal componente del costo de generación considerando la composición de nuestra matriz eléctrica, sino a la ineficiencia de las instituciones que han dirigido el sector durante mas de 50 años y que después de comprar la energía eléctrica a empresas privadas a un costo determinado, terminan vendiendo solo parte de ella por las pérdidas cuantiosas que se producen en la distribución y por energía vendida pero no cobrada.
Mientras todo esto ocurre, los incentivos a la generación de energía eléctrica limpia están siendo cuestionados, porque “aparentemente” ya el país ha desarrollado esta energía a niveles tan elevados que no se necesita incentivarlos y lo que hemos leído que se argumenta es que las inversiones que requieren estos proyectos se han reducido y deberán realizarse ajustes que reduzcan o eliminen los ya reducidos incentivos a esta actividad. La realidad del sector eléctrico del país en este sentido no es precisamente esta, ya que por el contrario nuestra matriz eléctrica descansa principalmente en la generación en bases a combustibles fósiles que ya sabemos los dañinos que son para el país. De fuentes renovables , excluyendo las hidroeléctricas, solo un 17 % son de parques fotovoltaicos, centrales a biomasa y turbinas eólicas, destacándose que en el caso de las fotovoltaicas solo alcanzan apenas el 2% de la matriz energética del país y esta es la energía más limpia e interminable de todas ellas.