Ha quedado clara la necesidad de atraer una nueva generación de radioaficionados, no solamente en RD sino a nivel mundial, pero para lograrlo los clubes de radioaficionados deben estar preparados para recibirlos, motivarlos y desarrollarlos.

Para ello, se hace imprescindible que los clubes de radioaficionados modernicen sus estructuras, sus organizaciones, sus instalaciones y sus prácticas y dinámicas para reflejar las demandas y necesidades de una nueva generación que aspira a más, que aspira a explorar y a entender, que aspira a ser parte activa y no pasiva y que busca un valor agregado en todo lo que hace. Si en este contexto hacemos una aplicación de la conocida "parábola de la locura cuántica de Einstein", sería obvio concluir que no podemos pretender obtener resultados distintos haciendo siempre lo mismo.

El statu quo es sinónimo de conformidad e inercia. Ha llegado la hora de salirnos de esa zona de confort y dejar de confundir la costumbre con el conformismo y aceptar que la evolución no es enemiga de la tradición ni viceversa. La historia no debe ser el Plan de Trabajo, está para conocerse, apreciarse, aprender de ella y evolucionar.

Un radio club, para ser capaz de atraer a una nueva generación de radioaficionados debe estar en condiciones de llevar la radioafición a la vida diaria de esa generación. Los jóvenes de ahora son individuos en línea, interconectados, donde el multitasking es la norma y donde ellos tienen que percibir que algo le agrega un valor a su vida, de lo contario lo ignorarán. Un adolescente o preadolescente no va a ir a un radio club a "ver qué es eso”, a "ver que se hace ahí”, salvo que tenga ya un relacionado cercano que esté familiarizado con el hobby. Es necesario que los clubes lleven el hobby donde esa nueva generación, que le enseñen como la radioafición puede ser parte de sus vidas y cómo les puede sumar, por ejemplo llevando charlas a los centros educativos y actividades al aire libre para exponer a los jóvenes a la radioafición. No debemos estructurar nuestras actividades educativas solo basados en aquellas personas que ya conocen la radioafición y los que ya tienen licencia. Hay que ser proactivos no reactivos.

Por otro lado, es indudable que esta es la generación de la interconexión y la información. Si no estás en las redes no existes, si no presentas a esta generación herramientas útiles y que le sean nativas en sus vidas, probablemente pasarán de largo sin saber que el club existe. Redes sociales, páginas de internet, aplicaciones móviles, son algunas de herramientas que los jóvenes utilizan 24/7/365 y son herramientas perfectas para captar su atención y desarrollar su interés. Pero hay que ofrecerles innovación, modernidad, inmediatez, de lo contrario desviarán su atención hacia otro lado.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, así que otra cosa que los clubes debemos hacer es llevar a cabo demostraciones en vivo, para interesados en conocer cómo funciona la radioafición. Hacer demostraciones en parques y monumentos históricos (Parques en el Aire o POTA), playas (Beaches en el Aire), entre otros, puede ser una forma de promover y difundir la radioafición y enseñar a la nueva generación que el hobby puede ser armónico con sus intereses y otros pasatiempos.

Otra de las formas que un club de radio puede tener éxito y marcar la diferencia es interrelacionándose con la comunidad a la cuál sirve, no solo limitarse al apoyo en casos de emergencia y desastres naturales (que es una parte importante del servicio de radioaficionados, pero no la única) sino en programas de apoyo a la comunidad y de responsabilidad social. ¿Hay una actividad en su comunidad? ofrezca apoyo en las comunicaciones, ofrezca tiempo y voluntarios para apoyar programas de responsabilidad social (reforestación, limpieza de costas, recolección de alimentos y ropa), entre otros.

La comunidad internacional también es importante y es un área donde el club puede marcar la diferencia (¿o acaso el Club de Leones o los Scouts no son el mejor ejemplo?). En ese sentido los clubes deben procurar colaboración con sus pares en otras regiones, en otros países, donde sea posible un intercambio de conocimientos y mejores prácticas, que promuevan el crecimiento de sus respectivas membresías y sus comunidades. Lo global de la radioafición no está limitado solamente a las transmisiones de señales, también abarca la relación entre personas, entre grupos, entre clubes.

Estos son solo algunos de los muchos ejemplos de actividades que los clubes pueden tomar en cuenta para marcar la diferencia y promover y difundir la radioafición a la nueva generación que eventualmente nos sustituirá y aun así continuar siendo relevantes. Los clubes debemos llevar la radioafición a los jóvenes, ponerlas a su disposición en un lenguaje y contexto que les sea relevante, demostrar con el ejemplo no con la historia y agregar valor al hobby y eso solo se logra evolucionando los clubes de radioaficionados, modernizando nuestras prácticas y estructuras y siendo radioaficionados de acción y no solo portadores de licencias.

Para conocer más sobre el mundo de la radioafición o si quieres iniciar el proceso de convertirte en uno, acércate a nuestra agrupación, Sociedad Dominicana de Radioaficionados (www.sdra.do)  o escribiendo a nuestro correo info@sdra.do