La Universidad de Illinois ha suspendido al profesor de derecho Jason Kilborn por usar de manera hipotética en un examen un ejemplo, al establecer que pasaría si una mujer de color demanda a su empleador por usar “n” y “b”, que para la comunidad afroamericana describen expresiones ofensivas a los hombres y las mujeres.

Luego de varios intentos de mediación por parte de los representantes legales del educador y parte demandante, el profesor Kilborn ha sido enviado a realizar entrenamientos sobre discriminación.

El profesor Kilborn ha  insistido en tratar de sentar un precendente, al establecer el respeto por la libertad académica en estos casos. ¿Hasta donde llegará esta cultura de sensibilidad en EE.UU?

Deja espacio para el análisis el hecho que un educador sea suspendido y luego enviado a tomar cursos de “conciencia” solo por hablar de una situación hipotética.

El punto aquí a analizar es no solo la sensibilidad mostrada por los afroamericanos, sino que temas como este desvían la atención de la realidad que afecta la nación.

El racismo es un problema que arrastra EEUU desde sus orígenes. Y abordarlo desde la optica educativa, profundizando sus raíces con punto de vista académico, es parte de la solución al problema. Que en las universidades se debata este tipo de temas dentro de un marco hipotético o mediante la realidad.

Para que la generación de Jóvenes de diversas etnias lo entiendan como un mal con serias consecuencias y, sobre todo, para que se construya una cultura de conciencia sobre este problema. Es importante que la Universidad de Illinois y otras puedan profundizar en el tema para que se comprenda.

Según el informe anual de Human Rights Watch 2023 “En EE.UUse necesitan políticas más audaces para desmantelar el racismo sistémico y abordar otras preocupaciones apremiantes en materia de derechos”.

Dentro y fuera de las universidades deben abordarse el racismo y sus consecuencias y es lo que trataba de hacer el catedrático Kilborn. Este país está lleno de basura, es tanta la podredumbre que no permite ver más allá de la curva. Es necesario plantear de manera objetiva los reales males que sufre esta nación en términos de racismo. Enfrentando los problemas, y no mirando hacia otro lado es como se construyen las soluciones.

Males como la disparidad racial, discriminación, los derechos reproductivos de las mujeres especialmente las de color, el derecho a abortar, el suicidio, las drogas, los desamparados, el extremadamente caro y desigual  sistema de salud. La obesidad por solo mencionar algunos problemas, lamentablemente solo abordan en tiempos de campana política.

La ausencia de compromiso estatal y federal de crear leyes y poner en práctica políticas que ayuden a reducir la brecha de la pobreza, falta de servicios de buena calidad, constituye un desafío. Es desafortunado que hasta dentro del mundo académico esta nación se haya distorsionado el debate sobre el racismo.

Creo sin temor a equivocarme, que la postura del profesor Kilborn, debe transferirse a otros sistemas educativos, puesto que esta nación tiene dos historias: la contada por los blancos y las que redactan los negros. La base de todo proceso de transformación lo establece la educación. Y para que se produzca dicho cambio, las instituciones educaticas deben de modificar el discurso pedagógico.

La historia debe ser una, que el racismo es un problema sistémico y que la solución conlleva a que se aborde de manera llana. Es un serio problema que continúa presente en la sociedad que vivimos. Abordar el tema con responsabilidad le haría un gran favor a esta quebrantada sociedad estadounidense.