El PLD ha decidido someter al PRM por el número de alcaldes que se están yendo a ese partido y aquí no hablaré desde lo correcto, sino desde lo que se considera estrategia o real politik. En el argot de la política se manejan tres tesis que justifican este éxodo:
- El político puede deber agradecimiento, pero no lealtad.
- En la política, como en la vida, nadie quiere estar al lado del muerto.
- Los políticos no tienen amigos ni enemigos, sino intereses.
El éxodo hacia el PRM de líderes de otros partidos comenzó en el fragor de la misma campaña electoral cuando los aliados del PLD se dieron cuenta que ya este partido no iba a seguir en el poder.
Lo que está sucediendo ahora lamentablemente es normal en la política, la gente se va para donde está el poder y esto sucedió cuando el PLD regresó al poder en el 2004, la cosa fue tan así que hasta los dos principales partidos de oposición (PRD y PRSC) terminaron convertidos en bisagra.
Estoy consciente de que estas tesis manejadas, no constituyen doctrina alguna en el mundo de la política, sino conclusiones de la experiencia factual donde el hambre, la doble moral y el narcotráfico vestido de interés público, han incursionado en la política.
Todas las formaciones políticas operan con la misma lógica, lo que podríamos llamar, la mercantilización de la política. No es un fenómeno exclusivamente nuestro, es propio incluso de países de mayor desarrollo institucional.
La única pena de todo eso es que se demuestra cada día más que los políticos no están ahí buscando resolver los problemas de la mayoría sino buscando beneficios personales por eso no siguen un ideal, sino que se venden al mejor postor que siempre es el que gobierna.
Ahora bien, ¿eso está mal o está bien? Los políticos entienden que en política no hay moral por eso ellos no distinguen lo que está bien o está, sino lo que les convenga a su único objetivo: Alcanzar el poder.
El desprestigio de la política es una estrategia bien montada y bien lograda, pero hay que caer en la cuenta que el mundo de la política es el mundo del poder y que hombres y mujeres serias de nuestra sociedad, no pueden seguir dejándola en manos de lo peor.