Según nos consta, un equipo de expertos en Gerontología y Neuropsicología de la Universidad de Stanford, ubicada en Palo Alto, California, Estados Unidos de Norteamérica, realizó varios estudios para conocer científicamente el punto de inflexión entre la Juventud y el inicio de la Vejez.
Los estudios de referencia refieren que, “millones de personas que residen en los cinco continentes, tratan a diario de camuflagiar el proceso natural de envejecimiento, haciendo uso de las cirugías estéticas y otras prácticas altamente peligrosas” (Reportes estudios de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de España, período 2001-2023).
Por su parte, los estudios analizaron los cambios biológicos de 4,300 voluntarios/as con edad entre 18 y 95 años encontrando que, a partir de los 34 años de edad, las personas comenzamos a experimentar cambios que marcan el inicio del envejecimiento, independientemente del aspecto físico y/o la calidad de vida de éstas, ya que los cambios biológicos y fisiológicos siguen un patrón claro, predecible e indetenible.
Además, los estudios encontraron que, “la juventud comienza a desvanecerse a partir de los 34 años de edad, proceso natural que se afianza hasta los 60 años, sin importar que las personas mostremos síntomas visibles de una buena salud física y mental” (Reporte de un estudio realizado por expertos en Gerontología y Neuropsicología de la Universidad de Stanford, USA, 2001-2021).
De su lado, el equipo de Stanford dividió el proceso de envejecimiento en tres etapas. La primera etapa fue denominada (X), la cual está comprendida entre los 34 y los 60 años, período que marca el inicio de la transición de la juventud hacia la madurez, pese a que muchas personas se sienten jóvenes, pero sus órganos comienzan a mostrar signos de envejecimiento sutil, pero significativo.
La segunda etapa fue donominada (Y), la cual está comprendida entre los 60 y los78 años de edad, período en el que los signos de envejecimiento se hacen más visibles y evidentes, ya que las personas pierden fuerza física y agilidad mental, mientras que las demás funciones corporales empiezan a disminuir de manera más notoria y visible.
Asimismo, la tercera etapa fue denominada como (Z), etapa que se inicia a partir de los 78 años de edad, período en el que las personas presentamos una disminución pronunciada de nuestras capacidades físicas y cognitivas, sin que los seres humanos encubrir o disimular las mismas, según los expertos de Stanford.
Como se sabe, la “Gerontología es la disciplina científica en el área de la medicina moderna que estudia el proceso de envejecimiento, tomando en cuenta las dimensiones biológicas, socioeconómicas, legales, psíquicas y ambientales de los seres humanos a partir de los sesenta años de edad” (Estudios realizados en los cinco continentes por la Organización Mundial de la Salud, 2001-2023).
En tal sentido, los Gerontólogos y Neuropsicólogos sabemos que, la juventud tiene fecha de caducidad según el código genético y la estructura biológica del Organismo Humano, incluyendo la actitud, los hábitos alimenticios, el entusiasmo por la vida y, la capacidad psicoemocional que desarrollamos la mayoría de las personas para aceptar consciente y responsablemente, los cambios biológicos y fisiológicos que experimentamos según avanza el proceso de envejecimiento.
No obstante, los especialistas en higiene y salud mental sabemos, el envejecimiento es un proceso natural complejo que involucra la acumulación de los cambios biológicos y fisiológicos asociados con la genética, la calidad de la educación que recibieron las personas, el estilo de vida y las condiciones socioeconómicas y ambientales en las que nacieron, crecieron y vivieron las personas en su trayecto o periplo de vida.
Además, los especialistas en Neuropsicología y Gerontología sabemos que, más allá de los factores referidos en los párrafos anteriores, existe un "reloj biológico" que dicta el momento crucial a partir del cual las personas empezamos a envejecer, proceso que es irreversible, a pesar de los adelantos científicos de la medicina y los cuidados paliativos que son utilizados por la Gerontología, la Neuropsicología y la Psiquiatría en la tercera década del siglo XXI.
Según usted ha podido apreciar en el cuerpo de este artículo, el proceso de envejecimiento que experimentamos los seres humanos es sumamente complejo, por lo que se requiere la intervención de un equipo multidisciplinario en el área de la salud coordinado por un médico-geriatra, quien se apoyará de un psicólogo, un nutricionista, un siquiatra y otros especialistas que serán llamados por el Geriatra, cuando éste los solicite.
Finalmente, mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicios físicos regularmente, dormir entre 7 y 9 horas al día, llevar un estilo de vida activo, establecer relaciones familiares, personales y laborales sanas, no consumir sustancias prohibidas y/o alcohol en exceso, entre otros, son hábitos que favorecen una buena salud física y mental y, a su vez, facilitan un proceso de envejecimiento mas saludable y digno.
“La vejez no es una carga, es una oportunidad para compartir la sibiduría y la experiencia acumulada a lo largo de los años” (Autor desconocido).