La semana pasada la República Dominicana se volvió monotemática pues el tema obligado era el caso de la joven Elizabeth Silverio que tenía funcionando un centro psicopedagógico aparentemente sin las licencias debidas y sin ella tener las facultades académicas para realizar esa función.

La supuesta neurocientífica y pastora protestante había abierto esto centro con la experiencia que adquirió en un centro anterior en donde trabajaba. Aparentemente plagió los programas de ese centro y le puso al suyo un nombre parecido al que trabajaba antes, lo que le llevó a una litis judicial con su antigua empleadora.

Nuria Piera le hizo un reportaje en donde trataba de demostrar que sus títulos supuestamente son falsos. 

El morbo se quedó en la supuesta falsedad de la señora Silverio y no en lo que había detrás de todo esto y que casi nadie le ha puesto atención. 

Después que el Ministerio de Salud decidiera clausurar el centro surge un problema y una pregunta ¿qué hacer con los niños y niñas que estaban en ese lugar? Según observé en una entrevista con dos personas que tenían sus niños en ese espacio, ahí trabajaba una serie de profesionales que estaban haciendo un buen trabajo, incluso ofrecían el testimonio de cómo sus hijos habían avanzado cuando en otros lugares no había sucedido lo mismo.

Eso me llevó a preguntarme ¿no puede el Estado asumir esa infraestructura y el personal que ahí labora y convertir ese espacio en un Centro CAID?

En el gobierno de Danilo Medina surgieron estos centros para trabajar el tema de la discapacidad en niños y niñas. 

El Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID), es el primer centro de atención pública dedicado a la evaluación, diagnóstico y rehabilitación de niños y niñas de cero a doce años con trastorno del espectro autista (TEA), parálisis cerebral (PC) y síndrome de Down. Surgió como un proyecto del Despacho de la primera dama encabezado por Cándida Montilla de Medina.

En Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID) el objetivo es brindar un servicio integral de calidad en la evaluación, diagnóstico y proceso terapéutico de los niños de 0-12 años de edad con trastorno del espectro autista, síndrome de Down y parálisis cerebral, para alcanzar el mayor desarrollo posible de sus potencialidades y lograr su efectiva inclusión.

Potenciar el desarrollo de las habilidades de niños y niñas con discapacidad, a través de un servicio de atención integral.

Pienso que este caso denunciado por Nuria nos sirve para observar una realidad bien difícil por la que atraviesan muchos padres y madres que tienen niños y niñas con estas condiciones. 

El objetivo del CAID es consolidar un modelo de atención basado en la intervención multidisciplinaria para potenciar y desarrollar al máximo las habilidades cognitivas, socioemocionales, adaptativas, psicomotoras y comunicativas de su población usuaria mediante estrategias educativas y terapéuticas que involucren a la familia y a la comunidad.

Tras la disolución del Despacho de la primera dama mediante el decreto 368-20 del 26 de agosto de 2020, el presidente Luis Abinader Corona trasfirió el CAID al Ministerio de Salud Pública para dar continuidad a la prestación de servicios especializados a la niñez con las condiciones señaladas.

Lo que se debe hacer es sembrar el país de centros CAID, tomar esos profesionales y emplearlos en estos espacios y dotarlos de recursos humanos y físicos que conviertan esos espacios en lugares donde tanto ricos como pobres puedan llevar sus niños y niñas. 

Creo que esta debería ser la discusión.