A pesar de la ausencia de textos legales y otras disposiciones, la primera dama es una institución poderosa en Haití.
Mucho antes de que Jean-Claude Duvalier se casara con Michèle Bennett (27 de mayo de 1980), el primer círculo femenino era un poder muy influyente en el ejecutivo presidencial. En un momento dado, a finales de los años sesenta, las hijas del presidente François Duvalier simbolizaban el futuro poder de la Presidencia vitalicia. Papá Doc lo comprendió muy pronto e hizo fusilar a todos -casi todos…- los pretendientes imprudentes o apresurados… Esta dictadura contribuyó a crear dos poderosas primeras damas (Simone Ovide y Michèle Bennett), una de ellas se convertiría en caso único: guardiana de la revolución (Simone, tras el matrimonio de su hijo Jean-Claude Duvalier).
Desde los periodos explosivos hasta la democratización fallida, las damas Duvalier constituyen un capítulo aún no debidamente explorado de la complicada historia de Haití. Por supuesto, me aparto de la historia oficial.
El jueves 8 de junio de 1967, a primera hora de la tarde, el Presidente vitalicio de la República Dr. François Duvalier ordenó el asesinato de 19 oficiales en Fort Dimanche. Más tarde, se supo también que familiares y cercanos de estos oficiales desaparecieron (o huyeron del país). Los rumores, las hipótesis y el peso de la imaginación en torno a estos asesinatos fortalecieron considerablemente el carácter sanguinario del poder de Duvalier. Por un lado…
En otros planos nos ayudan a entender el poder de las mujeres en el primer círculo papadocrático (Papá Doc). El destino pone un fusil en manos del que estuvo a punto de convertirse en el vigésimo oficial condenado a muerte: el coronel Max Dominique. En un pelotón comandado por el Dr. François Duvalier, todo está siniestramente calculado. Sobre todo cuando unos días antes se le consideraba como conspirador al coronel Max Dominique, a pesar de ser el yerno de Su Excelencia, el comandante en jefe constitucional de las Fuerzas Armadas haitianas. François Duvalier redactó personalmente la composición del pelotón de fusilamiento y mandó disponer quien tenía que fusilar a cada condenado.
La historia parece haber olvidado que, mucho antes del enfrentamiento con su padre-presidente, para salvar la cabeza de su marido, el coronel Dominique, sospechoso de conspiración, Marie Denise Duvalier habría obligado a la anterior novia de Max a exiliarse. De lo contrario, se cuenta que Marie Denise la habría enfrentado con pistola en la mano…
Los primeros meses de Jean-Claude Duvalier, hijo y sucesor de François Duvalier se desarrollaron bajo la supervisión política de su madre, la señora Simone Ovide Duvalier, viuda del Dr. François Duvalier.