l presupuesto público, como instrumento de la gestión del gobierno en términos de gastos orientados a infraestructura, servicios públicos y seguridad ciudadana, se puede constituir en un instrumento impulsor del desarrollo económico y social, si los recursos que se generan a partir de impuestos y prestamos internos y externos, se orientan a atender las prioridades en función de las necesidades de la población, que impacten tanto en el corto y el mediano plazo.

El proyecto de presupuesto para el año 2025, que ya ha sido diseñado por la Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES) y  sometido por el  Poder Ejecutivo al Congreso Nacional, se presenta en un escenario en el cual se plantea una reforma fiscal y se abre la posibilidad de modificación en el sistema de cobro de impuesto, ya sea aumento de los impuestos ya existentes o la eficientización y cumplimiento de las recaudaciones como manda la ley; así como la eliminación o reducción de incentivos a sectores de producción y servicios, que amparados en una necesidad inicial de promover determinadas actividades económicas, desde hace años se le han exonerado impuestos con el argumento que con su fortalecimiento contribuyen a aumentar los niveles de empleo y los casos de algunas actividades del exterior, relacionadas con la generación de divisas.

El Presupuesto del año 2025, que se convertirá en ley a partir de la aprobación del Congreso Nacional, contempla un monto de ingresos de RD$ RD$1 billón 241,364.7 millones y los gastos totales de RD$1 billón 484,234.6 millones, para un déficit de RD$242,869.9 millones, monto que será cubierto con préstamos internos y externos.

Pero eso no se queda ahí, pues para cubrir capital de la deuda ya vencida, se deben buscar RD$108.120.5 millones o sea que se debe buscar dinero prestado para pagar esta deuda; lo que significa que en total el gobierno debe gestionar en las fuentes financiera RD$350,990.4 millones para cubrir el déficit del presupuesto del próximo año 2025.

Atendiendo a informaciones presentadas por el actual Ministro de Hacienda el gobierno se propone  según sus palabras: “una propuesta de reforma fiscal bastante completa en la que propone eliminar algunos incentivos, equilibrar la balanza del pago de los impuestos, llevando a los consumidores, industrias, empresas y sectores especiales a que colaboren con los más de 110,000 millones de pesos que requiere el gobierno para mejorar sus finanzas, una tarea bastante difícil de lograr, además de que solo representa el 31.3% del déficit.

Lo anterior se traduce en que con la ejecución del presupuesto estimado del 2025, se profundizara aún más el déficit fiscal.

Se han dado señales cuando se habla de que los consumidores colaboren, a que se quiere aumentar el principal impuesto sobre el consumo el ITBIS, ya sea aumentando su taza o ampliando la base imponible, que en otras palabras significa que se aplicara este impuesto hacia el consumo de productos que aún no están gravados, lo que se traducirá en aumento de los precios, que vendría a profundizar aún más la reducción del poder adquisitivo de la mayoría de la población.

Lo que si se debe hacer es aplicar un gravamen mayor de impuestos a las propiedades y cobrarles a quienes reiteradamente evaden el impuesto sobre los ingresos, que no son la mayoría de los consumidores y empleados fijos, que de manera religiosa se descuentan los impuestos que por ley deben pagar; aún más cobrarle a las empresas comerciales y de servicios que aun reteniéndoles el ITBIS a los consumidores no lo liquidan ante la Dirección General de impuestos internos, lo que se constituye en un doble delito: Se le sustrae dinero  a la población por encima del precios de los productos que compra, a la vez se estafa al Estado.

Otro punto importante es que el gobierno debe cumplir con las demandas prioritarias de la población, que en las diversas comunidades actualmente no se están ejecutando en gran medida obras de gran importancia, para poder tener suficiente moral y así aplicar el peso de la ley a quienes evadan impuestos.