Ejecutorias. Hechos, no palabras
Es innegable que el presidente dominicano Luis Abinader ha tenido que enfrentar circunstancias adversas, nada amigables, como si esos factores negativos se ensañaran contra su plan original de gobierno.
Pero el presidente Luis Abinader no se ha acobardado ni ha retrocido ante los problemas más difíciles impredecibles.
En efecto, una vez ya controlado el gran problema de la pandemia provocada por el COVID 19, que ha sido el resultado de una decisión responsable y eficiente, tomando las medidas necesarias y oportunas como la creación de un programa de vacunación inmediata y masiva en todo el territorio nacional, se ha visto empeñado en mitigar el impacto de la inflación mundial.
Seguidamente y, sin esperar la total recuperación de la pandemia, apareció otro fenómeno que impacta directamente en el gobierno y en el resto del mundo, que es la guerra entre Rusia y Ucrania, evento que ha conmovido y repercutido en la humanidad.
En consecuencia, estas circunstancias han propiciado alteraciones y aumentos significativos en todos los productos de primera necesidad; debido a las sanciones impuestas por Occidente a Rusia y a las limitaciones para la comercialización. El aumento del petróleo, los costos de los fletes marítimos y aéreos, en fin, incrementan la canasta familiar y la vida en general. Además, la carencia de alimentos, sobre todo de los países productores de granos, fertilizantes y demás insumos crean una inflación sin precedentes.
Estos factores externos, se han podido sobrellevar aplicando programas y subsidios, tales como los del combustible, que el gobierno aporta más de 1,500 millones de pesos semanales para no pasar el incremento de estos carburantes a los consumidores. Lo que constituye un gran esfuerzo porque estos fondos no estaban contemplados en el presupuesto nacional.
Algunas ejecutorias:
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Programas de ventas populares a través de INESPRE y otras instituciones del estado.
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Rescate de las farmacias del pueblo (PROMESE CAL) abasteciendo de medicamentos y con la apertura de 58 nuevas farmacias en todo el territorio nacional.
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Relanzando el sector turístico, creando nuevos empleos y recuperando los perdidos en la pandemia. Además de cifras nunca vistas de turistas en nuestro país.
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Incrementó más de 500 familias en la tarjeta supérate y subsidio de bono gas.
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En los comedores económicos se aumentaron las raciones de 20 mil a 70 mil.
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Facilidades para la adquisición de préstamos en el banco agrícola y las PYMES.
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Recuperación e instalaciones de zonas francas.
Todo esto y más, ha podido lograr el presidente Luis Abinader a pesar de las circunstancias negativas que presenta el panorama mundial y nadando contra la marea, encaminándonos a un desarrollo económico y crecimiento sostenido, además de reducir a la mínima expresión la corrupción administrativa hasta de sus propios funcionarios y dejando una justicia limpia e independiente lo que hace a nuestro país un lugar especial y propicio para la inversión extranjera.
Sin lugar a duda, Luis Abinader ha dado muestra de que ha sido, no solamente un hombre de estado, sino un hombre de visión, acción y hechos concretos. Por lo que, a pesar de todo en tan corto tiempo de gestión ha logrado lo que otros no pudieron hacer.
Por eso ponerse en los zapatos del Presidente no es, ni sería fácil para cualquier vendedor de sueños, para cualquier aspirante a dar soluciones “fáciles” en estos tiempos tan inciertos.