Palabras de Orlando Martinez:
“El presidente de la República no solo utiliza diversas organizaciones para el cumplimiento de sus fines políticos, sino que deja a sus dirigentes hacer y deshacer. Esa libertad de hacer se extenderá a los burócratas sin partido y a las organizaciones que forman parte del “gobierno de unidad nacional.
"Eso le conviene a Balaguer en dos sentidos:
"a) la existencia de varias organizaciones acrecienta el número de sus partidarios.
"El círculo balaguerista fuera más pequeño si, obligatoriamente, todos los que están dentro de él tuvieran que ser reformistas;
"b) facilita el mandato único de Balaguer por encima de los pequeños feudos. Habrá sin embargo, dos zonas intocables.
"La primera, la aspiración a la presidencia de la República, ya sea por sucesión, o por cualquier otra causa del doctor Balaguer.
"Ex – director de la oficina de desarrollo de la comunidad ODC, Ortiz de Windt denunció un fraude en el departamento al que acaba de llegar, desde el punto de vista de la honestidad hizo muy bien.
"Demostró ser un funcionario eficaz, honrado y cumplidor de los deberes por lo cual se le pagaba. Esas mismas cualidades le habían costado el traslado de la Liga Municipal Dominicana. Pero parece que el hombre “no coje cabeza”.
"¿Quién podía decir que Ortiz De Windt no estaba haciendo lo que debía? ¿Quién podía decir que no era un buen funcionario? se le ocurría desprenderse de un hombre así? ¿A quién?
"Al doctor Balaguer, precisamente el que quita y pone funcionarios en este país. No se trata de que el doctor Balaguer estuviera de acuerdo con el denunciado fraude. Sucede que el presidente considera que ningún funcionario tiene derecho a “echarle lodo” al gobierno.
"Poco importa que ese lodo existiera desde hace mucho tiempo y que incluso creciera. Desde el punto de vista de Balaguer, el director de ODC debió rendirle un informe y entonces sería el presidente de la República quién decidiría qué hacer y cuándo. O, también no hacer nada. más próximo a entrar en desgracia es aquel que comente la indiscreción, de creerse presidenciable.
"Ese es el crimen de lesa-Balaguer que el presidente no le perdona a nadie. Mientras más dócil y segundón es un colaborador, más larga y promisoria será su carrera dentro del manto protector del doctor. Pero el que se equivocó, se perdió. Ahí está, por ejemplo, el caso del doctor A. Jiménez Rodríguez. Manolín fue síndico porque Balaguer consideraba que era el hombre que necesitaba para ese cargo. De no haber sido así, nunca hubiese llegado al puesto que tuvo. Pero una vez que el presidente se convenció. O convencieron los enemigos de Manolín, que para el caso es lo mismo -de que el ex síndico podría estar formando parte de planes conspirativos, hizo que el Congreso lo destituyera a su acostumbrada velocidad de vapor.
"En este régimen, un hombre puede aspirar a cualquier puesto, menos a la presidencia de la República. Ahí, el que pestañea pierde. La segunda zona intocable es la que refiere a la de hacer grandes denuncias a la prensa sin el conocimiento de Balaguer. Cuando el ex director de la Oficina fe Desarrollo de la Comunidad, ODC, Ortiz de Windt, denunció un fraude en el departamento al que acababa de llegar, desde el punto vista de la honestidad hizo muy bien. Demostró ser un funcionario eficaz y cumplidor de los deberes por los cuales se le pagaba".
2 de abril de 1973