La realidad del cambio climático, y su impacto a nivel global, preocupa a los países expuestos a los efectos del calentamiento global y las secuelas de daños que este fenómeno provoca.
En el país hemos visto como desde el punto de vista ambiental las temperaturas han aumentado. Resistimos los cambios bruscos del clima que afectan los ecosistemas existentes, pasando por una que otra alteración.
Desde el punto de vista económico y social, las variaciones del cambio climático pegan fuertemente en los bolsillos de los productores agrícolas. La falta o exceso de agua hace que ese laborioso sector pierda las inversiones hechas en siembras.
Un elemento para tener en cuenta es que no llevamos estadísticas de las familias que han tenido que abandonar sus terrenos al verse impactados por la variación del clima. Muchos hogares emigran a otras zonas, desistiendo de los proyectos de vida que emprendieron en algún momento.
Un ejemplo de migración ambiental es lo ocurrido en las inmediaciones del lago Enriquillo, en el Sur del país, donde decenas de familias emigraron hacia lugares seguros al ver anegadas sus tierras y producciones.
Recientemente vivimos la sequía estacional, periodo caracterizado por la falta de lluvias en el territorio nacional. Y, por otra parte, las precipitaciones repentinas con más de 200 milímetros de lluvias en un área específica de la ciudad, como la caída el pasado fin de año en el casco urbano de Santo Domingo.
El país es parte de esa realidad, y hace esfuerzos con otros países que implementan acciones en diferentes partes del mundo para hacerle frente al cambio del clima.
Una de esas iniciativas es la Red de Santiago, la cual busca “evitar, minimizar y abordar las pérdidas y daños asociadas a los efectos adversos del cambio climático, y que tiene como objetivo catalizar la asistencia técnica de organizaciones, organismos, redes y expertos relevantes para los enfoques pertinentes a nivel local, nacional y regional en países en desarrollo que son particularmente vulnerables”.
En este año la Defensa Civil tuvo la oportunidad de participar con los Ministerios de Medio Ambiente y el de economía, planificación y Desarrollo (MEPyD), en el Taller de alcance regional sobre pérdidas y daños en el marco de la Red de Santiago – regiones de América Latina y el Caribe, realizada en Chiles los días 3 y 4 de abril, con la participación de Bolivia, Surinam, Belice, Jamaica, Chile, Panamá, Colombia, Haití, Uruguay, Argentina, Ecuador, Paraguay, Costa Rica, México, Trinidad y Tobago, Brasil, Honduras, Santa Lucia, El Salvador, Republica Dominicana, entre otros.
El evento estuvo organizado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Chile.
Con la participación de los países mencionados “se involucra a las regiones de América Latina y el Caribe en la identificación de síntesis de información y conocimientos sobre experiencias en el abordaje de pérdidas y daños por los impactos de eventos hidrometeorológicos y aumentos del nivel del mar.
República Dominicana siente los embates del cambio climático, pero igualmente se mueve en la búsqueda de forma de adaptarse y resistir, es decir, ser resiliente.