Concluidas las elecciones y reelecto el presidente Luis Abinader, al gobierno y al Partido Revolucionario Moderno se le presentan grandes desafíos de un nivel diferente a los que encontraron en el 2020.

Ante todo, las grandes transformaciones estructurales anunciadas en su toma de posesión, tales, como, la reforma constitucional,   fiscal, seguridad social, laboral, educativa, sin hablar de los problemas energéticos, inflación, medio ambiente, tránsito, seguridad ciudadana ,  entre otros. Y si a estos importantes problemas le agregamos el serio asunto de las relaciones dominico-haitianas, tendremos en el horizonte inmediato un coctel que muestra los grandes desafíos a los que se enfrenta el gobierno y el PRM que si no se manejan correctamente pueden devenir explosivos por la carga social que muchos de ellos anidan.

De todas estas reformas, la fiscal es la que mas importa a la gente común porque podía tocar a su bolsillo

Este es, pues, el panorama.

El presidente en estos cuatro años ha demostrado una increíble capacidad para sortear numerosos entuertos de los cuales ha salido indemne y todo anuncia que será capaz de gobernar eficazmente en  los próximos cuatro años para dejar un legado ejemplar.

Sin embargo, digámoslo claramente. La coyunta Gobierno-PRM no puede ser desligada, tratada por separado. En efecto, un fracaso en este cuatrienio  de gobierno sería un fracaso del PRM. Y viceversa. Lo cual pondría en duda la permanencia en el poder de la actual gestión en las elecciones del 2028. En consecuencia, hay que apostar al éxito, lo cual depende , no solo del presidente, sino de sus colaboradores en la aplicación de las políticas públicas.

O sea, que los retos que se plantea el gobierno son los mismos que enfrenta el PRM  como partido en el poder. Esto último porque más  del 80 por ciento de los ministros y las direcciones generales  del gobierno son cargos desempeñados por dirigentes del PRM.

Sin embargo, hagamos un poco de historia y retrocedamos en el tiempo. En esos  primeros momentos de gobierno, es decir,  entre el 2020 y el 2024, primero, la Pandemia ,y después el comienzo de la guerra Rusia-Ucrania ataron de manos  a la administración de Abinader de una forma tal que le impidieron enfrentar las grandes reformas que desde hacía años demandaba la sociedad dominicana y que eran parte de sus promesas de campaña. En esos años críticos la prioridad era garantizar la salud de los dominicanos amenazados por el COVI y contrarrestar la inflación por el cierre de los circuitos internacionales de distribución,  y al mismo tiempo, obligó al gobierno a aumentar la deuda externa para subsidiar  el precio de los combustibles , los fertilizantes y la electricidad y acudir en la ayuda de millares de trabajadores  que fueron suspendidos de sus trabajos.

Pero, recordemos también, que la actual administración inicialmente presentó y trató infructuosamente de llevar a cabo 12 grandes reformas, pero en esa ocasión, la oposición de una manera insensata se negó a pactar con el gobierno lo que cerró el paso a un gran acuerdo de nación en esa difícil  coyuntura. Sin embargo, a pesar de los constreñimientos presupuestales de esos años, se ejecutaron numerosas políticas públicas que beneficiaron a los ciudadanos, a nivel de obras públicas, medio ambiente, seguridad social, salud, ayudas sociales, combate a la corrupción y a la impunidad, modernización de las fuerzas armadas. entre otros logros.

Ahora, en el cuatrienio 2024 -2028 no hay pretextos  para que las reformas planteadas no se implementen. Sobre todo, teniendo en cuenta que la barrida lograda por el PRM en las pasadas elecciones lo catapultó a alcanzar  un control absoluto del Congreso y los municipios. No obstante ,aun con esa mayoría aplastante el gobierno ha mostrado flexibilidad e interés de que las grandes reformas contempladas gocen de un amplio consenso de los sectores fácticos del país, entiéndase, el empresariado, los sindicatos y la sociedad civil.

Por otro lado, en esta coyuntura post electoral la oposición está dividida y no cuenta con la fuerza política que pueda contrarrestar con éxito la concretización de las grandes reformas. El hecho de que haya decidido no apoyar las reformas planteadas no modifica en absoluto la hoja de ruta de la actual administración.  O sea, el camino esta despejado para que se puedan concretizar las metas gubernamentales.

Como se ve, las reformas estructurales  son muy importantes, sobre todo, la fiscal para aumentar los ingresos y reducir al mínimo el déficit fiscal, lograr un gasto publico de calidad que elimine los dispendios  ,suprimir paulatinamente los dos grandes subsidios (electricidad y combustibles). Sobre el primero, el señor  Celso Marranzini expuso en La semanal un plan a corto, mediano y largo plazo para suprimir ese hoyo fiscal que supera mas de 1000 millones de dólares anuales. Así , al aumentar los ingresos, el gobierno podrá satisfacer las demandas urgentes de la población en sus condiciones materiales de existencia. Es decir, hay que decirlo sin contemplaciones: hay que ponerle atención a los problemas de la vida cotidiana de la gente puesto que estos siguen siendo la principal prioridad de la ciudadanía, sobre todo la inflación , el alto costo de la vida, la pobreza extrema ( que aunque se ha reducido según los datos de los organismos internacionales) todavía golpea rudamente a millones de dominicanos , el caos en el transporte y la seguridad ciudadana que también preocupa  a los dominicanos de a pie. Y todo esto, a pesar  de los grandes  esfuerzos cotidianos que realiza la actual administración para mitigarlos en la medida de lo posible con los magros recursos disponibles

De ahí, repetimos,  la gran  importancia de la reforma fiscal.

Ahora bien, lo que si es decisivo es la voluntad política del Estado. O sea, del gobierno y el PRM para llevar a  feliz término estas metas  logrando un equilibrio con la mejoría sustancial de la vida cotidiana de los sectores vulnerables lo que implica una certera gerencia gubernamental que no deje lugar a dudas que no habrá marcha atrás en el compromiso de este gobierno y el partido con los sectores vulnerables de la sociedad.

Y en la hoja de ruta para  cumplir con este compromiso, el necesario apoyo del sector progresista de una parte importante de la sociedad civil ,será imprescindible, para lo cual es importante satisfacer con una de sus principales demandas, como es la adopción de las tres causales.

Sin embargo, se perfilan en la actual coyuntura nubes borrascosas. Es el caso de la salida a destiempo de candidaturas presidenciales. Lo cual puede llevar al PRM a reeditar las viejas mañas del PRD. Esto , además, conspira contra la eficacia de la gerencia  en los ministerios y departamentos cuya principal ocupación debe ser cumplir con sus metas.

Naturalmente,  los segundos periodos de gobierno son siempre complicados, máxime cuando el gobernante de turno ha decidido cumplir con la constitución y no permanecer en el poder más allá de los prescrito por esta. Esto abre, naturalmente, un espacio al apetito de eventuales  sucesores y a la soledad del poder.

Por tanto, los desafíos son enormes. Y aunque el gobierno ha mostrado con datos que navega con una economía en auge, con índices macroeconómicos favorables que la sitúan como la sexta economía de América Latina y la primera de la región del Caribe, los retos son enormes para que el presidente deje un legado positivo y que permita al Partido Revolucionario Moderno seguir gobernando después del 2028.

A nivel mundial, estamos en el umbral de una nueva era donde la Inteligencia Artificial y la digitalización de la información se va imponer en todos los frentes de las relaciones sociales y los modos de producción, desalojando a miles de trabajadores de sus puesto de trabajo, pero incorporando a otros miles a través de nuevas  formas de los humanos  vinculación con la producción. El teletrabajo, por ejemplo, ya está a la vuelta de la esquina. Y  la economía dominicana no está al margen de esta nueva era y se impone, para ser competitiva preparase para

lo que se nos viene encima montándonos en la ola de la modernidad.

Todo esto, pues, está en las manos de una administración que en combinación con el PRM sea capaz de gobernar eficazmente, con honestidad colocando en los puestos mas decisivos del Estado y el Partido a los hombres y mujeres que por sus méritos acumulados no dejen lugar a dudas que estamos en presencia de una  generación de hombres y mujeres  que han hecho del legado de José Francisco Peña Gómez su permanente consigna de servicio.

¡¡ Alea jacta est !!