Las consecuencias que podía tener el aumento del precio de los combustibles para las líneas aéreas nacionales, fue planteada al gobierno a través de la antigua Secretaría de Industria y Comercio(hoy Ministerio de Industria y Comercio), pero fueron inútiles los esfuerzos que se hicieron, aun contando con el apoyo de la compañía extranjera que le vendía el combustible a la CDA, cuyos ejecutivos vinieron al país y le advirtieron a las autoridades de que esto sería mortal para la aviación nacional.
Lo cierto fue que los precios del combustible se fueron incrementando de tal manera que al mes de junio del 1983 el precio de un galón era de RD$ 1.28, a julio 1984 RD$ 3.06 y a enero del 1985 alcanzó RD$ 4.36 el galón, lo cual establecía una diferencia de RD$ 2.11 por galón, con el precio que se vendía en Miami y New York. Si el combustible en una operación aérea representa mas del 50% del costo y las empresas dominicanas debían de pagar mas del doble de lo que pagaban las líneas aéreas extranjeras, se puede concluir que resultaba imposible mantenerse en operación por mucho tiempo.
Lamentablemente a esta situación se agregaron los aspectos políticos y otros intereses del sector aéreo comercial y comenzó el calvario que la llevarían a su final desaparición.
En los países como el nuestro en el que las instituciones son tan frágiles, “siendo conservador”, cuando se produce un cambio de gobierno, difícilmente el gobierno entrante le de continuidad a las acciones y obras que realizó el anterior, sin importar que estas hayan sido bien ejecutadas y con resultados positivos y en este caso, el expresidente Joaquín Balaguer, que regresaba al poder, después de una ausencia de ocho años y que aparentemente era su sueño ser el presidente para la celebración del quinto centenario del descubrimiento de América(1492-1992) y a juzgar por sus actuaciones históricas, haría todo lo que fuese necesario para lograr serlo, considerando además la importancia de este acontecimiento de nuestra historia.
Siendo un objetivo del gobierno del presidente Balaguer borrar el brillo que se le había dado a la aviación Nacional la CDA, previo a su periodo presidencial, nombra a un “ experto en obras públicas”, Administrador General de la CDA, quien, a juzgar por sus ejecuciones, solamente se podía concluir que el objetivo era iniciar el proceso de desaparición de la línea bandera nacional, actuaciones que relatamos a seguida
Había que denigrar, desacreditar o desaparecer todas las actuaciones del recién terminado gobierno y todo comenzó con el B-747-100(El jumbo), que requería para continuar sus vuelos del arrendamiento de una turbina, que había sufrido una grave avería en un vuelo procedente de Milán, Italia, debido a una falla humana, de acuerdo con la investigación que llevaron a cabo los técnicos correspondientes. En su lugar, los personeros del gobierno desacreditaron públicamente a los banqueros de Inglaterra que habían financiado esta operación, lo que unido al no pago de las cuotas mensuales del arrendamiento de este equipo, no obstante, la administración anterior haber dejado pagados tres meses anticipados, determinó que la institución financiera exigiera el pago total de inmediato de la deuda que ascendía a poco mas de US$17 millones y que de acuerdo con el contrato debía pagarse en siete años.
El gobierno del presidente Joaquín Balaguer, realizó el pago y esta aeronave pasó a ser propiedad de la CDA, pero no volvió a volar para la empresa, ya que fue abandonada en New York y mas tarde “vendida”
Es importante señalar que el Jumbo, de acuerdo con la administración designada por el gobierno del Dr. Balaguer, había sido una mala inversión y pregonaban que esta aeronave era muy grande, tenía demasiado asientos y su valor de compra había sido sobre evaluado, por lo que era necesario salir de este “problema” y finalmente es regalado a precio de vaca muerta como dice el refrán. La expresión de los ejecutivos de la línea aérea americana que adquirió este avión fue que “ habían adquirido un B-747-100, por lo que costaba el tren de aterrizaje”. Recordamos que esta aeronave fue evaluada un año antes de que se efectuara esta “venta” en poco mas de US$ 21 millones y el valor de esta venta entendemos que no superó los US$ 7 millones. De esta manera deshonrosa y corrompida se comienza la pérdida y desaparición de los aviones de la CDA.