David Easton, destacado politólogo canadiense fallecido en 2014, dejó un legado significativo al introducir una perspectiva sistémica en el análisis político a través de su modelo del sistema político, expuesto en "The Political System" (1953). Este modelo, desarrollado en sus escritos de las décadas de 1950 y 1960, se enfoca en los mecanismos de entrada y salida del sistema, así como en la retroalimentación. La opacidad de la "caja negra" se convirtió en una debilidad señalada en el enfoque conductista del análisis político, lo que llevó a Easton a abordarla en "The Analysis of Political Structure" (1990), construyendo un marco conceptual para comprender estas estructuras.
Desde la perspectiva eastoniana, la política se concibe como un subsistema con una función definida en la estructura social, donde el poder actúa como su medio simbólico generalizado. Easton reconoce la influencia de la revolución behaviorista en el desarrollo de la ciencia política estadounidense, especialmente en la formulación de una visión de sistemas políticos abiertos.
En este ensayo, se examina la visión de Easton sobre el sistema político, considerando el sistema como un conjunto de variables para la investigación. Esto permite ver al sistema político como la unidad de análisis, interpretando la vida política como un sistema abierto. Se indaga sobre los intercambios que el sistema mantiene con su entorno, las respuestas de sus miembros y las determinantes de estos procesos dinámicos.
Easton percibe al sistema como un recurso metodológico, si bien reconoce que la vida política implica interacciones con límites propios, encontrándose inmersa y rodeada por otros sistemas sociales y constantemente sujeta a su influencia.
un sistema natural.
La orientación conceptual propuesta por Easton para el análisis de sistemas se origina en su decisión de concebir la vida política como un sistema de comportamiento.
Las estructuras deben considerarse únicamente como propiedades de los objetos, lo que les permite ser separables de los objetos o productos políticos, como los cursos de acción política, las actitudes y la conducta. Identifica las estructuras como un conjunto preciso de variables con el propósito de demostrar su influencia específica en el sistema político y los resultados de su operación.
En el esquema para el análisis político, señala que el sistema consiste en un conjunto de variables que pueden ser empleadas para fines de investigación. Esto le permite considerar al sistema político como la unidad de análisis y, de esta manera, "interpretar la vida política como un sistema abierto y, en consecuencia, cuestionarnos sobre los tipos de intercambios que ese sistema mantiene con su entorno, el modo en que los miembros del sistema responden a este intercambio y las determinantes de estos procesos dinámicos.
Un sistema es un recurso metodológico; sin embargo, considera que la vida política es un conjunto de interacciones que mantiene su propia frontera y está inserto y rodeado por otros sistemas sociales, a cuya influencia está expuesto constantemente.
En este caso (Easton, 1989), concibe al sistema político como un sistema de interacción, más que como un agregado de personas o individuos: "la vida política puede considerarse como un sistema de conducta”. De tal manera que un sistema político es un conjunto de interacciones aisladas de otros tipos de interacciones en las que interviene el ser humano.
Según (Easton, 1989), la función del sistema político es distribuir valores que la sociedad considera útiles, como el poder, el dinero, la educación, entre otros; dicha asignación es aceptada como autorizada. Es decir, una sociedad puede comprometer los recursos y el poder de sus miembros en la solución de diferencias y las “personas que intervengan en esas interacciones, es decir, las que actúen en roles políticos se llamarán genéricamente miembros del sistema”.
Como se puede observar, Easton considera que la interacción es un comportamiento concreto y observable, susceptible de ser medido. La construcción de su modelo de análisis del sistema político aspira a la formulación de una teoría general con pretensión de aplicabilidad empírica.
El modelo de análisis político eastoniano considera al sistema político como abierto y adaptativo; abierto porque está expuesto a influencias procedentes de los demás sistemas a los que está incorporado y adaptativo en el sentido de que no es pasivo ante las influencias ambientales. La relación entre el sistema y el ambiente se analiza a través de los insumos (inputs) y los productos (outputs), mientras que las perturbaciones o influencias que proceden de la conducta de los sistemas ambientales se conciben como intercambios o transacciones.
El impacto de las influencias ambientales de estos sistemas, así como de los insumos procedentes del entorno, se transforma en productos en el sistema que, mediante el procedimiento de retroalimentación, son devueltos al entorno. Así, el sistema político es un medio para convertir en productos ciertas clases de insumos. A su vez, los insumos se clasifican en demandas y apoyos.
Se sostiene que las estructuras deben ser vistas únicamente como propiedades de los objetos, lo que permite su separación de los productos políticos, como los cursos de acción política, las actitudes y la conducta. Se identifican las estructuras como un conjunto específico de variables con el fin de demostrar su influencia específica en el sistema político y sus resultados operativos.
En el esquema para el análisis político, se destaca que el sistema se compone de variables utilizables para fines de investigación. Esto facilita considerar al sistema político como la unidad de análisis, permitiendo "interpretar la vida política como un sistema abierto" y explorar los intercambios del sistema con su entorno, la respuesta de sus miembros y las determinantes de sus procesos dinámicos.
Se plantea que un sistema es un recurso metodológico, pero se reconoce que la vida política consiste en interacciones con límites propios y está inmersa y rodeada por otros sistemas sociales, constantemente expuesta a su influencia.
Easton conceptualiza al sistema político como un conjunto de interacciones, no simplemente como un agregado de individuos. La función del sistema político, según Easton, es distribuir valores socialmente útiles, como poder, dinero y educación, con asignaciones aceptadas como autorizadas. Las personas que participan en roles políticos se consideran genéricamente miembros del sistema.
Easton ve la interacción como un comportamiento observable y medible. Su modelo de análisis del sistema político busca formular una teoría general aplicable empíricamente.
El modelo eastoniano de análisis político ve al sistema político como abierto y adaptable, expuesto a influencias de otros sistemas y no pasivo ante influencias ambientales. La relación sistema-ambiente se analiza a través de insumos y productos, con las perturbaciones ambientales concebidas como intercambios o transacciones. Las influencias ambientales y los insumos del entorno se convierten en productos en el sistema mediante retroalimentación, convirtiendo ciertos insumos en productos y clasificándolos en demandas y apoyos.
A modo de conclusión.
Los elementos fundamentales de la estructura teórica de Easton se caracterizan por su simplicidad, y las relaciones que establece son directas y limitadas. Un componente crucial es el mecanismo de retroalimentación, que asegura que el sistema esté constantemente informado sobre los resultados de sus acciones. Además, existe una conexión esencial que une a las autoridades del sistema político con los miembros del sistema social, proporcionando cohesión y facilitando la interacción.
En el análisis de Easton, la unidad central es la interacción, un fenómeno que surge de la conducta de los miembros cuando desempeñan sus roles específicos. Easton adopta una perspectiva metodológica al definir el sistema de acuerdo con los objetivos del investigador, rechazando la concepción de sistemas naturales. A pesar de esta postura metodológica, sostiene que la vida política se compone esencialmente de "un conjunto de interacciones que mantiene su propia frontera y está inmerso y rodeado por otros sistemas sociales, expuesto de manera constante a su influencia". Aquí, la analogía biológica de su modelo se hace evidente, planteando desafíos para no considerarlo como un sistema natural.
La orientación conceptual propuesta por Easton para el análisis de sistemas se origina en su decisión de concebir la vida política como un sistema de comportamiento. Este enfoque se basa en tres premisas fundamentales: primero, la utilidad de considerar la vida política como un sistema de conducta; segundo, la capacidad de un sistema para distinguirse de su entorno y estar receptivo a las influencias circundantes; y tercero, la interpretación de las variaciones en las estructuras y procesos dentro de un sistema como esfuerzos alternativos y constructivos por parte de los miembros para regular o enfrentar tensiones provenientes del entorno.
Bibliografía
Antonio Ortiz Mena. (1986). El concepto de sistema político en la obra de David Easton. Sociológica, número 2.
David Easton. (1969). Esquema para el análisis político. Amorrortu editores. (Obra original publicada en 1957)
David Easton. (1992). Categorías para el análisis sistémico de la política. España: Ariel.