La Junta Central en uno de sus roles, y en el caso concreto, el otorgado en materia de formación e instrucción académica por el artículo 23 de la ley Orgánica de Régimen Electoral No. 15-19, rol que extiende, a sus funcionarios y empleados, miembros de los partidos políticos y público en general y que, por lo tanto, ha de ser cumplido bajo los más altos niveles de formación política, social y electoral y que como reza dicho artículo, que impacte el tejido social y los actores políticos dominicanos. Aparte de que en esa materia va a mil, a decir del presidente, Dr. Roman Jáquez Liranzo, al referirse al arduo plan de formación que desarrolla la JCE a través de la Escuela de Formación Electoral y Civil, Efec, como su llamado brazo académico, y como la meta es lograr mayores estándares en sus programas formativos, se ha embarcado en convertir su escuela en un Instituto de Estudios Superiores (IES) -instituto formativo con los rigores, competencias y mayor rango académico, por decirlo de alguna forma-.

En este interés el pleno del órgano electoral, encabezado por su presidente, concertó un acuerdo académico e institucional con en la Universidad de Alcalá, Reino de España Universidad en el que se protocolizó desarrollar el  Máster Internacional de Gestión Universitaria, por sus siglas, (MIGU), y así se hizo. Todo lo cual permitió lograr y disponer, ya como material humano y académico de la EFEC, listos y capacitados, una significativa matricula de máster en la materia con alto nivel de administración, dirección y conducción de centros formativos de la más elevada competencia académica como procura la JCE se convierta su escuela de formación. Y por ahí anda la meta, contando la institución con la plataforma humana de echar con altísima calidad el compromiso de dar el salto a convertirse en Instituto de Estudios Superiores.

En este tenor, me permito, al tiempo de saludar la iniciativa, recrear que ya el día 9 de septiembre del corriente año el peldaño de crear la estructura humana y académica, se logró. Ese día fuimos testigo de un acto ceremonial y protocolar de graduación o investidura-modestamente-, con el rango de Don y Doña como efecto de lograr un alto nivel académico que España otorga a los que su nación forma en altos estudios-como se trata el de referencia- Y dentro de dicha ceremonia, treinta y nueve (39) maestrantes se recibieron del referido nivel, en la Capilla Universitaria San Ildefonso, en la Universidad de Alcalá, Reino de España, donde yace el sepulcro magníficamente tallado en mármol de Carrara, del Cardenal Cisneros, otrora Regente de España y fundador en el año 1499 de la casa de altos estudios Complutense Cisneriana.

Y como parte que brota como orgullo, satisfacción y gratitud, la que hoy les comparte este opúsculo, le correspondió el honor de dar las palabras de agradecimientos en nombre de todos los maestrantes que orgullosamente, traeríamos a nuestro país una competencia sin parangón en la histórica académica de República Dominicana, y especial, para seguir a mil en la formación del tejido social y el sistema de partidos, pero, ahora con mejores herramientas de dirección y formación con programas de mayores competencias curriculares. Y como parte de este pequeño introito, no podemos pasar por alto significar que en dicho escenario, compartimos algunas reflexiones-en mis palabras de gratitud- en torno a la importancia académica que culminaba en ese momento, ante los académicos de la alta casa de estudios universitarios que ocuparon la mesa de honor. Entre los que destacamos, al Dr. Don Juan Velazco Pérez, Catedrático de Ingeniería Telemática y Vicerrector de Innovación Docente y Transformación Digital; Dr. Don Daniel Sotelsek Salem, Profesor Titular de Economía y Director del Master Internacional en Gestión Universitaria, y junto a ellos, Dr. Don Román Andrés Jáquez Liranzo, Presidente de la Junta Central Electoral de República Dominicana, quien también se investía en la disciplina de referencia.

Esta maestría, y en especial la ceremonia de graduación, fue posible- y esto es un poco de narrativa y expresión de gracias personalizada-, estamos todos conteste que lo ocurrido  fue posible al enfoque de la JCE de expandir su interés de formar ciudadanos comprometidos con las mejores prácticas democráticas, asumido con férrea voluntad y dirección por el Magistrado Presidente de la Junta Central Electoral de República Dominicana, quien además, es el Presidente Ex Oficio de la Escuela Nacional de Formación Electoral y Estado Civil (EFEC), Dr. Román Andrés Jáquez Liranzo, quien entendiendo y atendiendo el inequívoco rol de la educación como sostén de la democracia y aprobada por el Pleno del Órgano, dieron su apoyo irrestricto al fortalecimiento de la escuela, facilitando las condiciones, primero para la formación, y segundo, y no menos importante,  para que los maestrantes acudiéramos a este llamado educativo, reconociendo que no puede existir progreso, institucionalidad y libertad, si quienes deben defenderla no cuenta con la robustez de una formación integral que provee el desarrollo del pensamiento analítico y que forja voluntades incorruptibles con visión de un futuro.

Ya no solo como personas, sino como nación y como órgano electoral y escuela de formación, somos parte de esa elite, por lo tanto, esperamos que las semillas del conocimiento que han sido esparcidas de forma abundantes, dejándonos un compromiso para con la Patria y nuestras conciencias, aceptando con humildad los dones que hemos recibido y de manera bondadosa, nos permita constituirnos en sus certeros multiplicadores, pues la educación es silente en el proceso, pero sus resultados hacen grandes ruidos en el impacto al éxito en las vidas de quienes la reciben. A manera de reflexión final, cabe decir, que las fronteras siguen y seguirán existiendo, pero la luz resplandeciente de la formación académica debe continuar cediendo espacio paso a tiempos de equilibrio en el entendimiento humano con el medio ambiente, los derechos sociales y las economías pluralistas, capaces de fomentar la verdadera integración que reduciría el mundo a una sola cultura globalizada y amarnos los unos a los otros respetando nuestras diferencias. La educación es el modo de alcanzar este ideal.

Es dentro de ese marco de obligaciones que la Junta Central Electoral (JCE) a través de la Escuela, hace uso de su función de enseñar, ya que, como guardiana de la democracia, debe afianzar los valores cívicos y morales, pero también las competencias de derecho electoral y ciudadanía que deben bien administrar todos los actores que compartimos el sistema. He aquí nuestra misión. Tenemos el privilegio de ser parte de esta elite, servidores públicos de calidad para nuestra nación, reconociendo que ese máster constituye el paso de mayor envergadura que este órgano ha dado desde la fundación de la Escuela Nacional de Formación Electoral y Estado Civil (EFEC) –para más temprano que tarde, convertirse en un Instituto de Estudios Superiores (IES)- donde los maestrantes que acudimos a la cita del honor y la misión de ser parte de ese desafío con este esfuerzo, seamos el eslabón de apuntalamiento de la gestión naciente, que será la primera Cátedra de Licenciatura Electoral y Ciudadana en República Dominicana y, un referente para América Latina, generando un ágora único al servicio de los mejores intereses democráticos.

En este particular, creemos que la mejor forma de cerrar este pequeño recorrido sobre lo compartido es aferrándonos al criterio de que sin la educación, formación política y conciencia social y democrática y la paz social, el desarrollo sostenible de una mejor patria integral y una mejor convivencia global sería un sueño imposible de lograr. Por lo tanto, seamos pues, con las herramientas adquiridas en el Máster Internacional de Gestión Universitaria (MIGU), entes confiados que nos espera un mañana más esperanzador.