Los hijos de Raúl Pérez Peña (Bacho), Juan Miguel, Amaury Geordano y Raúl Amín, se han propuesto mantener activa la Memoria Histórica de nuestro pueblo, por la que tanto luchó su padre. Para eso escogieron el arma predilecta de su progenitor: la comunicación escrita, radial y televisada, sin quedarse atrás las redes sociales. De un aguerrido y consagrado catorcista se convirtió en un experimentado periodista, con amplias experiencias internacionales y nacionales.
"Los muchachos de Bacho" y, por supuesto, de su inseparable compañera, Margarita Vargas, están revelando, sacando del polvo del olvido, los extraordinarios aportes teóricos, reseñas y análisis periodísticos y la capacidad profesional de incursionar al mismo tiempo en varias categorías muy diversas de la carrera. En los programas de paneles, dando cátedras de actuación y en la transmisión de mensajes directos, comprometiéndose hasta el tuétano.
La esencia de los trabajos publicados tiene un alto contenido ideológico y político que sirve para ser sometido a un plan de estudio que permita capacitar y formar verdaderos "cuadros" y militantes políticos comprometidos con el bienestar, la felicidad y la justicia social de la población. Los trabajadores del campo y la ciudad, el medio ambiente, las precarias condiciones de los sectores populares y la solidaridad internacional fueron, entre otros, los temas abordados por Bacho para enriquecer el pensamiento crítico de los revolucionarios.
Continúan con la dinámica de no dejar pasar fechas y acontecimientos históricos sin ser destacadas en las propias palabras de Bacho. Guardando el tiempo y la distancia, hacen un preámbulo para actualizarlo y sacar el mejor provecho posible ante la brutal desigualdad en que vive la inmensa mayoría de los dominicanos. Aquí reside la importancia del trabajo realizado: con el mensaje esperanzador para mantener vigente la llama ardiente de nuestros héroes y mártires.
Juan Miguel, Amaury y Amín Pérez prosiguen enfocados en mantener con vida productiva, crítica y reflexiva la Memoria Histórica de los dominicanos. No solo eso, sino que ponen al servicio de la sociedad sus conocimientos científicos, intelectuales y académicos adquiridos en prestigiosas universidades nacionales e internacionales. Su voluntad y desprendimiento para participar cada vez que se le convoca indican la solemnidad con que mantienen en alto el legado de su padre, Bacho.
Esa combinación teoría-práctica permite sostener contacto directo con la población, militantes y dirigentes revolucionarios, progresistas y democráticos. Un precioso escenario para intercambiar ideas, planes y proyectos a corto y mediano plazo que permitan renovar la utopía y revolucionar el "decir y actuar" de un movimiento adormecido que no se da cuenta cuando se le va la guagua.
Tienen en cuenta el curso de los principales acontecimientos mundiales y de la región, así como lo que ocurre en el sagrado suelo de nuestro país. Para evitar ir contrario a la marcha de la rueda histórica que actualiza el motor de la humanidad. Lo que acontece en el diario vivir no está al margen de los movimientos intrínsecos geopolíticos.
En los periódicos nacionales, radio, televisión, redes sociales, encuentros formales e informales, los muchachos de Bacho vienen con fuerza conjugando la Memoria Histórica con el contexto nacional actualizado sin ningún tipo de silencio cómplice ni tampoco una conducta ambivalente y criticable. Eso sí, un compromiso militante con la verdad, describiendo las precariedades y desigualdades en la sociedad y las debilidades de las fuerzas transformadoras para contribuir con los cambios verdaderos que necesita el presente.