Nadie se daba cuenta, estaban sumergidos en un juego de alabanzas en las que, todos, pensaban que, "el líder", pensaba igual que ellos. Y el líder, pensaba que ellos "pensaban" "igual" que él…

No se me vayan a "marear" con este latido, ya que, efectivamente, será un "tanto" confuso y es que, en muchas ocasiones, los dictadores y demás, presidentes escogidos o dirigentes de estado, se creen "el mismo cuento" y se van involucrando en "una rueda" en la que todos "piensan"… lo que nadie está pensando.

La sugestión, acompañada del desamparo y la opresión, suele influir en los actos y pensamientos de los hombres cuando están "rodeados" del miedo o del beneficio. En el primero, hay un sistema represivo en donde "pensar diferente" conlleva un riesgo, y la pérdida de lo perdido. En la segunda, el ser receptor de "favores" lo "impulsa" a la ceguera mental con tal de seguir estando "bien"…

En palabras más claras, hay un dictador que "piensa" que "su gente" lo quiere y le admira a tal punto, que se arrodillan ante este por el "gran amor" que le tienen, cuando en verdad "no sabe" que no es amor, sino terror el que les impulsa a sonreírles.

Por el otro lado, hay líderes que se rodean de "lambones" o "limpio saco" o vaya usted a saber cómo se diría en su país a "aquellos individuos", que pululan constantemente alrededor de una persona para gozar de los beneficios que ella produce, ¿Sanguijuelas, podría ser?

El hecho de todo esto, es que se va creando una especie de "nube irracional" que no deja ver los entuertos y desmadres que ese individuo produce y que producen ellos al apoyarle. Una suerte de círculo que va pasando la misma información una y otra vez hasta llegar todos a pensar que "eso" es así…

Dicho de otra manera; usted "jura" que él está "en lo cierto" al señalar que el pañuelo blanco en la pared "es azul" porque él lo está diciendo, cuando lo que usted no sabe es que él no se sabe los colores. De la misma manera, "él piensa", que está "en lo cierto" porque usted ¡No le dijo nada! Y es que él, no sabe, que usted… tampoco se los sabe…

Y así se va creando "el juego de la marea". Un juego en el que los protagonistas se mantienen "mareados" por la ignorancia.

Dicen, que "el que no sabe" es como el que no ve. Sin embargo, en este juego hay muchos vividores y oportunistas que no tienen el más mínimo "ápice" de vergüenza o dignidad, amén de la ignorancia que está posicionada en un alto porcentaje de la misma, estos, los oportunistas, si saben y conocen del juego de la marea y lo juegan a costa de enriquecerse por encima de las dolencias de todos.

Llegarán hasta donde se hunda el barco, pero saldrán a flote sigilosamente amparados por los salvavidas que siempre llevan debajo del traje. Sin miramientos o penas, desampararán a su líder, dejándolo solo ante la furia del pueblo y desde castillos lejanos observarán como es linchado por el despertar de todos.

Cuando la insistencia "del que vio" el pañuelo blanco logro convencer a los demás de que no era azul se terminó el juego. Muchos que también lo vieron antes fueron silenciados y echados al abandono, y él depreció de la mayoría que "juraba" tener la verdad. Esos serán "recompensados" con calles y parques nombrados… a su nombre…

Ya no serán llamados "comunistas" o "liberales" o "terroristas" o "contrarrevolucionarios" o "traidores y vende patria". Serán los héroes que nunca se dejaron marear porque nunca jugaron.

El juego de la marea se usa en todas partes y cada parte ya tiene bien definido los "epítetos" adecuados y descritos más arriba. Todo depende de que "latitud" del planeta usted se encuentre.
En ocasiones le harán cambiarse de izquierda a derecha o de cristiano a budista. Usted será marioneta de un "titiritero", en el mejor de los casos, o de un sicópata sociópata, que al final, son lo mismo.

Manténgase consciente cuando le toque vivir en una sociedad de "pañuelos azules". Tenga cuidado de como "devela" la verdad, ya que un pueblo engañado es capaz de convertir la mentira en una verdad. Solo basta en que todos se pongan de acuerdo en aceptar manejar por la izquierda en vez de la derecha o viceversa.

El inconsciente colectivo es el animal más despiadado que habita en la tierra. Abrigamos un poco de "consciencia" gracias a "unos locos" que se crucificaron por todos, dejando lucecitas prendidas que han ido quemando soledades. La verdad siempre prevalece ante la infamia y la codicia.

Ahora que ya lo sabes, mira a tu alrededor y pregúntate. ¿Cuál juego estás jugando? ¿Si eres parte del inconsciente colectivo o de las masas ignorantes que todo lo creen? ¿O simplemente no te interesa comprometerte con nada y "así", como estás, "estás a salvo"?

El juego de la marea está constantemente en tu vida, aunque no lo creas. Te afecta, te busca, te reta y te "involucra" así no quieras. Solo te recomiendo que trates de buscar la verdad detrás de la piedra, en la historia y origen de las cosas, para que puedas sostener la sensatez y la objetividad, que al final de la cuenta se resume en libertad. ¡Salud! Mínimo Caminero