El conocido interés del expresidente de la República Leonel Fernández en la política internacional lo llevó a programar una semana de actividad con los miembros de su partido y los medios de comunicación de la ciudad de Nueva York, coincidiendo con la celebración del 79.º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas al más alto nivel, en la que participan jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo.

Se trata de un evento en el que el presidente de la República, Luis Abinader, ha tenido una destacada participación y un reconocimiento, sin precedentes, al haber sido escogida la República Dominicana, junto a Bélgica, para liderar la lucha contra la droga sintética en el Caribe y Europa, en el marco de la Cumbre de Líderes de la Coalición Mundial para hacer frente a la Amenaza de las Drogas Sintéticas.

Todo parece indicar que, ante al éxito del presidente Abinader en la ONU, el candidato de Fuerza del Pueblo prefirió limitarse a conversar con los comunicadores sobre temas políticos nacionales propios de las elecciones del 2028.

En ese contexto, el opositor Leonel Fernández anunció la creación de un “Gobierno de la sombra”, en su afán por enfrentar con efectividad el gobierno de Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno.

Mejor conocido como Gabinete Sombra (Shadow Cabinet), y en menor medida como Oposición Westminster o la Leal Oposición de Su Majestad (Her Majesty’s Loyal Opposition), se trata de una forma de oposición, más propia de los sistemas parlamentarios, que se originó en Inglaterra.

La tradición en Gran Bretaña es que pasadas las elecciones el líder del partido ganador recibe el llamado del monarca para formar Gobierno, después de lo cual el partido que queda en segundo lugar, conducido por su líder, asume su rol de oposición, bajo la denominación de Gabinete Sombra, que conforman miembros del partido con la misión de enfrentar a los titulares de cada ministerio. En ese orden, es normal que cuando el partido alcanza el poder se designe como ministro titular en cada cartera a quien estuvo a cargo de esta en la sombra.

Como sostiene Consuelo Sirgvent, en su Gabinete Sombra, la función de este es ser la contrapartida del gobierno, y criticar la política ejercida por el gobierno especialmente en lo que respecta a la legislación, proponiendo cambios a esta última.

Refiriéndose a la oposición desde el Gabinete de la Sombra, en su obra ‘La oposición’, Gianfranco Pasquino, advierte “que una doble estructura de mando (dirigentes del partido y ministros en la sombra) ha de resultar disfuncional para las actividades de ambos. El gobierno en la sombra quedaría privado de sus posibilidades de reformar y afinar la estructura del partido y de las novedades de su estilo operativo”.

Tomando en cuenta que Leonel Fernández ha hecho siempre una oposición dura, intransigente, crítica y reactiva, es poco probable que él y su partido se adapten a un Gabinete de la Sombra, que tiene como base, para tener éxito, hacer una oposición alternativa, fuertemente programática y considerablemente prepositiva.

Finalmente, cuando Leonel Fernández anunció la formación de un Gabinete Sombra, no hizo más que reconocer el estancamiento de su partido y la necesidad de cambiar su forma de hacer oposición.