Desde mi Observatorio de la Ciudad Primada de América me dirijo, en mi decimoséptima crónica, a todos mis improbables lectores para analizar el impacto que los desafíos internacionales actuales tienen para la Humanidad. Dada su gran escala requieren soluciones a nivel global.

Los principales desafíos incluyen la guerra en Ucrania, las crisis alimentarias, el desarrollo de epidemias y pandemias, el cambio climático y otros problemas sociales y políticos. Todos ellos requieren de la cooperación internacional para ser resueltos.

En primer lugar, es prioritario abordar el delicado tema de la guerra en Ucrania. Es un conflicto que ha causado la muerte de miles de personas y ha dejado a millones de ucranianos desplazados de sus hogares. La solución requiere la cooperación de todas las partes involucradas (incluyendo a Rusia, Ucrania y la comunidad internacional). Se debe negociar un acuerdo de paz justo, además de asegurarse de que sea respetado por todas las partes involucradas.

En segundo lugar, las crisis alimentarias siguen siendo un problema grave en muchos países y regiones del mundo. Ya lo fue en el siglo XX pero en el siglo XXI aumentó dicho problema. La falta de acceso a alimentos seguros y nutritivos puede llevar a la inseguridad alimentaria y el aumento de los niveles de pobreza en diversas regiones y continentes. Para solucionar tal problemática es necesario aumentar la producción de alimentos y mejorar la distribución de los alimentos existentes, entre aquellas personas que los necesitan. Lo anterior no es una quimera. Se puede lograr mediante el fortalecimiento de los sistemas de seguridad alimentaria, la inversión en tecnologías agrícolas y la cooperación internacional para solucionar las barreras comerciales que obstaculizan el intercambio de los alimentos y otros bienes de primera necesidad.

Las epidemias y pandemias son otro desafío importante a nivel mundial. La Pandemia del COVID-19 ha dejado muy claro la importancia de estar preparados para enfrentar tales desafíos en el futuro. Se requiere una respuesta rápida y coordinada a nivel internacional para controlar y prevenir la propagación de futuras enfermedades, lo que puede lograrse a través de la inversión en investigación y desarrollo de vacunas y tratamientos, así como la capacitación de los sistemas de atención médica para manejar tales situaciones de crisis sanitaria.

El cambio climático es otro de los retos actuales. La emisión de gases de efecto invernadero está provocando un aumento de la temperatura global, lo que a su vez está deteriorando los ecosistemas y poniendo en peligro la vida en el planeta. Para atenuar dicho cambio es necesario un esfuerzo coordinado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Lo anterior incluye la adopción de energías renovables, la mejora de la eficiencia energética y la promoción de prácticas sostenibles en la agricultura, la industria y otros sectores. Además, es fundamental que los países desarrollados ayuden a los países en desarrollo a lograr adaptarse al cambio climático. Ello incluye la transferencia de tecnologías sostenibles y la provisión de financiamiento para proyectos relacionados con el cambio climático.

Otros desafíos internacionales incluyen la pobreza, la inmigración, el terrorismo y la destrucción de armas masivas. Sin extenderme en cada uno de ellos para abordarlos es necesario un enfoque multidisciplinario que incluya soluciones políticas, económicas y sociales.

El 2023 se presenta como un año desafiante. Sin embargo, los desafíos descritos también presentan oportunidades para unir a las naciones para trabajar juntas hacia un futuro prometedor.

Pero la cooperación no deber ser una responsabilidad exclusiva de los líderes políticos. Todos podemos participar, a nuestra escala, en los cambios necesarios. Podemos, por ejemplo, elegir productos sostenibles hasta apoyar políticas que aborden el cambio climático.

A modo de reflexión final, considero que en 2023 la Humanidad se encuentra ante un momento crucial en el que es necesario unir todas nuestras fuerzas. La sociedad tiene un papel fundamental que desempeñar para apoyar los cambios requeridos para la solución de los grandes problemas actuales.