Este lunes 19 es posterior al domingo 18; parece obvio, pero no es verdad, ya que terminamos de agotar uno de los hitos del ciclo electoral de 2024 y pasamos a otro. Dejamos atrás los comicios municipales y comienza la marcha hacia la ronda de las presidenciales el 19 de mayo.
A la fecha, se han inscrito legalmente: Luis Abinader por Partido Revolucionario Moderno (PRM), Leonel Fernández por Fuerza del Pueblo (FP), Virginia Antares Rodríguez de Opción Democrática (OD), Abel Martínez, candidato por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Miguel Vargas por Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Fulgencio Severino por Patria para Todos, María Teresa Cabrera del Frente Amplio (FA), Carlos Peña por el Partido Generación de Servidores (GenS), y Roque Espaillat por Partido Socialista Cristiano (PSC).
ACENTO.COM.DO presentó una mini biografía de este conjunto de presidenciables, disponible en el siguiente enlace: https://acento.com.do/politica/cual-es-el-perfil-academico-de-los-9-candidatos-para-2024-9261808.htmlhttps://acento.com.do/politica/cual-es-el-perfil-academico-de-los-9-candidatos-para-2024-9261808.html
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Ahora vendrá la barahúnda de promoción de las virtudes de estos ciudadanos y, mucho más intensa, campaña de difamación, desméritos e improperios de los otros candidatos. Es el ritual que durante cada cuatrienio escuchamos por la prensa, la radio, la televisión y las redes sociales. Sin embargo, se exacerba a la enésima potencia en estos noventa días de campaña electoral.
Aunque hemos visto algunas sorpresas electorales en otras regiones y en otros países –ya que en 2024 se celebrarán unas 70 elecciones que abarca al 50% de la población del planeta– en la nuestra debemos reflexionar nuestros problemas, y cuál candidato da muestras de capacidad, competencia, intenciones, vocación y compromiso con la continuidad de la República Dominicana cono nación soberana, en un rumbo para establecerse como nación de libertades y solidaridades que mejoren el bienestar de todos, con un pensamiento estratégico a largo plazo y un comportamiento de honestidad en la gerencia pública y en el empresariado privado, sin corruptos ni corruptores.
Esta es la diferencia entre el “político” y el “estadista”: el primero está en “el juego político” para ver cómo la rentabiliza mientras que el segundo busca el bien de la comunidad, como lo sintetizo en el párrafo anterior. Para estos logros debemos contar con una ciudadanía responsable. Demostremos que lo somos a carta cabal, distinguiendo a los “políticos” de los “estadistas” entre las luces y sombras de la propaganda electoral.