Imparto docencia de fundamentos de economía a no economistas sin auxilio del arsenal estadístico que se construye sobre las variables de uso generalizado en medios de comunicación. Quedan dos clases y no les he hablado del PIB, la presión tributaria, indicadores de la deuda pública o de la balanza de pagos. Eso lo hago en la última hora de clase del cuatrimestre donde les explico brevemente de que se tratan, donde encontrar las informaciones en las fuentes y, para el caso de República Dominicana, como consultar el portal dinámico en Power BI en que me entretengo hace años para ver informaciones del Banco Central, Hacienda, las AFP mentadas, bancos y otras.
La prueba de que eso es suficiente todos los años la recibo cuando los pongo a leer titulares de primera página de medios de comunicación o en noticias o eventos populares que se publican en redes sociales. Con este tan aberrante hicieron papilla sin haber mencionado en la clase nada sobre las remesas: “Costos por envíos de remesas generan altas ganancias.”
Les defino las remesas y les muestro las estadísticas en el Power BI sobre esta variable, que consultan en la misma plataforma de Teams para ver series de montos y transacciones por años, países y tipo de empresa por donde llegan al país. Eso basta para que puedan comentar en una prueba y un foro que resumo a continuación.
Como ya conocían las diferencias entre el costo de oportunidad y el costo monetario, explican que el primero es la opción que se abandona al seleccionar la opción preferida para guiar la acción individual. El que ahora está en la actividad de remesas, por ejemplo, pudo tener como segunda opción tener una franquicia de restaurantes comida rápida.
“O un periódico especializado en noticias económicas”, añadí en el foro al destacar esa respuesta. En efecto, quien se fajó a crear una estructura para captar dólares en New York vio en esto un mejor uso de su tiempo y recursos que organizar una para crear contenido noticias económicas, actividad que descansa en conseguir publicidad en empresas privadas o entidades gubernamentales cuyos niveles de tolerancia a la libertad de prensa sean consistentes con el ejercicio de un periodismo ético.
Ese costo de oportunidad es subjetivo, no se conoce. De manera que en el titular “Costos” se refiere al segundo, al monetario, que es uno saben los estudiantes ubicar por los dos dibujos que les pongo hacer a mano sobre la función del emprendedor (claro, el de la versión que habla la Escuela de Economía Austríaca, no la vulgarización narcisista que tiene a tantos sin brújula desde que aquí a alguien se le ocurrió usar el término como mascarón de proa). En la ilustración uno de estos inspirado en el que trae el libro de Robert Murphy, Lecciones para el Joven Economista, y con imágenes de dominio público para el caso de las remesas que concuerda con lo que expresan los participantes (los trato con la formalidad del sistema andragógico).
Todo servicio o bien que se ofrece en competencia tiene costos monetarios para el emprendedor porque debe pagar a todos los dueños de los recursos que no tiene y requiere: a) A trabajadores, dueños de su cuerpo, ofrece salarios que superen o igualen los de sus competidores directos en esa actividad o lo que pudieran pagar los que están en otras actividades; b) Necesita tierra o edificios para instalar sus oficinas que compra o renta a sus legítimos dueños poniendo en la mesa la mejor oferta; c) Con dueños de recursos tecnológicos y comunicación, la monedita de oro, negociar lo mejor que pueden adquirir de acuerdo con sus posibilidades. Es así como el emprendedor ofrece a los consumidores un servicio por el que pagan un precio, que en una economía de mercados competitivos no puede andar muy lejano de la combinación precio-calidad es posible chequear con sus pares.
Lo que pagan los consumidores es el ingreso monetario que deberá permitir al emprendedor cubrir los costos monetarios, pagando a todos los dueños de recursos los precios acordados, y quedarse con un residual que sea suficiente para indicarle que tomó una acción mejor que la alternativa (su costo de oportunidad, las expectativas que tenía sobre las ganancias de vender hamburguesas en cadena de restaurantes).
“O las de abandonar una carrera prometedora como equilibrista en circo de fama internacional, que tal vez era el costo de oportunidad del que escribió ese titular asombrado porque existen costos y califica de altas las ganancias en la actividad de remesas.” Aquí de nuevo disparan al corazón. En economías competitivas hablar de ganancias altas, bajas, excesivas o precios ajustados, injustos, chiquitos como si fuera vaca muerta o gigantescos como si fueran perlas finas es pluma de burro. El precio se forma en un momento determinado por la valoración asimétrica de dos objetos por sus propietarios dispuestos a intercambiar en contratos sin vicios que los invaliden. Actividad competitiva es una en que el gobierno no impide la entrada porque ya formó un club exclusivo de los que pueden hacer entregas de remesas o difundir u opinar sobre temas económicos por medios digitales o impresos. Hay libertad de empresa en las remesas y la prensa.
Ganancias cuando son altas en un momento determinado comparadas con las de otras actividades sirven de incentivo atraer nuevos competidores. La lucha feroz de los emprendedores por ofrecer el servicio donde la “ganancia es alta” favorece al consumidor que recibirá, en el caso de las remesas, mejores tiempos de entrega, oficinas más acogedoras para recibir envíos o más seguridad en las realizadas a domicilio y menores costos de intermediación. En el proceso irán saliendo los remesadores que no aguanten el foete de la competencia. Con los diarios difunden economía el proceso de selección de los mejores proveedores no es tan sencillo. Valorar si es noticia de “la mala economía o de la buena” es mucho más complejo que diferenciar entre el remesador malo, mediocre, bueno o excelente. En otra ocasión lo comentamos.
Las imágenes de la ilustración por Creative Commons — Attribution-NonCommercial 3.0 Unported — CC BY-NC 3.0