Lord Mervyn King fue Gobernador del Banco Central de Inglaterra entre el 2003 y 2013. Según el Financial Times, el respetado Gobernador expuso una de las analogías más memorables de todos los tiempos en materia de política monetaria: la Teoría Maradona sobre las tasas de interés. Para esto el célebre economista utilizó el gol que le marcó Maradona a los ingleses en el mundial de 1986, considerado por muchos el mejor de la historia.
Parafraseando a Mervyn King: Maradona recibió la pelota en su media cancha y corrió 68 metros en 11 segundos, burlando de paso a cinco defensores ingleses y terminó marcando el gol frente a uno de los mejores arqueros del mundo. Lo impresionante de todo es que lo hizo corriendo prácticamente en línea recta.
¿Y cómo es posible que los defensores no pudieran pararlo si la corrida fue en línea recta? La respuesta: Maradona jugó con las expectativas de sus adversarios. Les hizo creer en todo momento que iba a girar a la izquierda o a la derecha…¡y los dejó a todos despatarrados!
Claro que eso no lo hace cualquiera. Lo hizo el mejor jugador del mundo, con la mejor técnica y la más alta credibilidad. De solo entrar a la cancha ya Maradona inspiraba temor, respeto y admiración a sus adversarios. En otras palabras, tenía la credibilidad para manejar las expectativas de sus rivales.
De igual forma, en palabras de Lord King, los Bancos Centrales modernos operan bajo metas de inflación. Buscan anclar las expectativas de los agentes económicos con una combinación similar a la de Maradona: credibilidad, manejo profesional y respeto.
Es por esto que pequeños cambios en las tasas de interés provocan grandes reacciones en toda la economía; y los Bancos Centrales pueden manejar la política monetaria sin necesariamente tener que recurrir a cambios bruscos en sus herramientas de política.
El ejemplo más reciente lo tenemos con la Reserva Federal de Estados Unidos que acaba de hacer un aumento en la tasa de interés de 0.75%. Y si esto les parece poco, es bueno decir que ha sido el incremento más grande en la tasa de referencia de la política monetaria norteamericana desde 1994. El aumento de 1% a 1.75% fue suficiente para que el precio del petróleo cayera por unos días, el mercado financiero reaccionara y se empezara a hablar de una recesión.
Citando al Financial Times: “en tiempos recientes los Bancos Centrales han podido influenciar la senda de las economías sin hacer movimientos tan grandes en las tasas de interés. Se movieron en línea recta al portero. ¿Como ha sido posible? Las expectativas de que las tasas de interés subieran o bajaran fueron suficientes a veces para estabilizar la demanda agregada, aún sin movimientos bruscos en las tasas de referencia de los Bancos Centrales.”
Claro que el mundo es más complicado. Por eso los Bancos Centrales usan múltiples herramientas, no sólo la tasa de interés de política monetaria (TPM). Pero el mensaje de Mervyn King es aún relevante: el Banco Central debe mantener ancladas las expectativas de los agentes económicos y para eso debe tener credibilidad. Esto es lo que nos permitirá salir de un choque inflacionario que en gran parte no fue provocado por nosotros.
Y el camino no será fácil. La tasa de interés de política monetaria ha aumentado de 3% en noviembre pasado a 7.25% a la fecha. Las tasas de colocación de los bonos del Banco Central y del Ministerio de Hacienda también han aumentado. Y eso se va reflejando en mayores tasas de interés en todo el sistema financiero.
Falta aún más: las tasas de interés de la economía experimentarán otras subidas si, como se espera, la Reserva Federal de Estados Unidos sigue aumentando su tasa de referencia. Y es casi un hecho cierto que lo seguirá haciendo en los próximos meses. La razón es sencilla: en Estados Unidos nunca ha habido una diferencia tan grande entre la tasa de inflación (que es de 8.5%) y la tasa de interés de referencia (actualmente en 1.75%). Solo por este hecho la tasa debe subir aún más si quieren controlar la inflación. Y esto empujará las tasas de interés en todo el mundo.
Pero con un manejo profesional, con credibilidad y con las expectativas de los agentes económicos ancladas en la meta del Banco Central, saldremos adelante y nuevamente se cumplirá la teoría Maradona de las tasas de interés. El genio del fútbol mundial nos dejó mucho más de lo que imaginábamos.