1. Un homenaje a la Maestra Ana Luisa Arias

Un pequeño dato histórico: Lo que a partir del 2009 es el Recinto UASD del Nordeste, con asiento en San Francisco de Macorís, fue originalmente el Centro Regional del Nordeste (Curne) desde 1970 y de ese Centro fue directora Ana Luisa Arias de Méndez (1947-2006), en cuyo honor, por su extraordinaria labor del 1990 al 1996, se instituyó el Festival Cultural Internacional, precisamente en el Séptimo, ocurrido con éxito este año, en el acto inaugural pronuncié el 17 del cursante, a través de Zoom por Tele Nord TV, el discurso que salvo la introducción al saludar a las autoridades y al público en general, ofrecemos a nuestros lectores.

  1. Palabras de autor en San Francisco de Macorís

“Al agradecer que se nos haya dedicado este espacio en  la Séptima Versión del Festival Cultural Internacional Maestra Ana Luisa Arias, en ocasión de haber resultado ganador del Premio Nacional de Literatura de este año, deseamos dedicarlo In Memoriam a las siguientes personalidades de la Región Nordeste: A Rafael Ortega González y a Violeta Martínez Valor de Ortega; a los escritores Hilma Contreras Castillo, primera con el galardón del Premio Nacional de Literatura de esta ciudad y a sus compublanos Melba Marrero de Munné, Alfredo Fernández Simó y  Eurídice Canaán Fernández; a Mélida García, de Cotuy; a Francisco Nolasco Cordero, de Pimentel, y a Plinio Quiñones Florimón, de Matanzas, Nagua, y a todos los demás que ya no están.

Lamentando no poder estar personalmente con mis queridos macorisanos; empero, gracias a la tecnología podemos dirigirnos virtualmente a esa heroica capital de la Región  Nordestana.

Sin abundar en ello, diremos, que frente a la visita reciente de la Dra. Enma Polanco Melo, primera mujer rectora de esta Universidad, con sectores productivos de la región, nos llenó de esperanzas, ya que ha sido una de nuestras preocupaciones, al extremo de renunciar a la rectoría de la Universidad Nordestana en formación, porque deseábamos, precisamente, que fuera una especie de Instituto para el desarrollo pleno de la región y no una casa de altos estudios más, por útil y necesaria que en aquel momento fue.

Pensamos que era un desperdicio, que siendo esta una de las más potencialmente ricas del país, necesitando urgentemente no solo lo prometido en dicha reunión, sino una siembra de instituciones, acorde con los tiempos tecnológicos que vivimos, para alcanzar la plenitud de su desarrollo.

Diciendo, así, de pasada, que el ejemplo de la Nazario Rizek, de un almacén de compra y venta de frutos, especialmente de cacao, se haya convertido en un monstruo empresarial, sin que, hasta ahora, otros potenciales comerciantes o hacendados hayan seguido su ejemplo industrial.

Perdonen que hablemos de estas cosas, pero peguntamos: si tenemos cinco provincias incluyendo esta: Hermanas Mirabal, Juan Sánchez Ramírez, María Trinidad Sánchez, y Samaná,  que tienen de todo: Llanos fértiles, montañas no demasiado altas, zonas de regadío, ríos torrentosos, presas, mar en todo el litoral, gentes laboriosas y juventud briosa ¿Por qué no completarlo recibiendo el pan vivo de la enseñanza y la inversión industrial?. Producimos arroz en cantidades sin que los arroceros y los dueños de factorías hayan enviado a sus hijos o a otros familiares a Japón o a China a aprender cómo se hacen compotas,  vinos,  vinagres, etcétera. Y lo que es peor, sin que lo pecuarios, que producen carne de primera calidad y los productores de viandas, no se hayan asociado para industrializar sancochos, locrios o asopaos y otras especialidades criollas enlatados, con una clientela segura en los emigrantes nuestros que suman millones. Además de ese renglón, jugos y refrescos de frutas y junto al mar, una pesca científica que abasteciera los mercados y enlatara sus productos sobrantes.

Pido escusas por haber pensado primero en la comida y en la riqueza; empero, recordemos aquello de “Pienso y luego existo” de René Descartes (1596-1650), modificada por la materialística expresión: “Yo como y luego pienso”.

Dicho esto, es nuestro deseo, que las salas edilicias de las cinco provincias se preocuparan junto a los ministerios de Cultura y de Educación y otras instituciones, por dar a conocer la vida y las obras de sus artistas. Particularmente, de sus escritores. No se divulgan sus obras, no se publican antologías ni biografías, no hay tarjas donde nacieron o vivieron músicos, poetas, narradores, escultores, pintores, arquitectos ni hay estatuas ni bustos de ellos en las localidades.

Ha llegado la hora de que San Francisco de Macorís deje de pensar que es un pueblo grande con categoría de ciudad, sino la de asumir su papel de Capital de la Región Nordeste y requerir como tal, que existan Viceministerios  ejecutivos, distribuidos de acuerdo con las necesidades más urgentes en zonas interiores o marítimas, como si fuese un estado y no una suma de simples provincias dispersas. Soñar no cuesta nada.

Creemos también, que hay que recoger todo lo escrito por los principales autores, no importa sus posiciones políticas o religiosas y publicar sus obras completas. Sabiendo las dificultados, de ahora en adelante, sería necesario el asesoramiento del Archivo General de la Nación y la Biblioteca Nacional para poder hacer una gran biblioteca  física y virtual que aglutine la mayor cantidad de obras de la región, para que en vez de ser una ciudad más del norte, sea la capital ejecutiva de toda la Región Nordeste.

Con estas ideas, con la esperanza de que otros escritores, que los hay, sean reconocidos con el galardón mayor que hay celebramos, pensando que existen talleres, de que hay artistas, cuyos nombres quizás no suenen, pero que hacen su trabajo, y escritores que publican libros y colaboran en diversos medios, pensamos que no son sueños, sino realidades posibles.

He evitado citar nombres de vivos o de artistas fallecidos, pero lo dicho vale para todos.

Que alcancemos cuando menos como el título de aquel libro de Jorge Luis Borges (1899-1986)  algo del  “Tamaño de la esperanza”.

Finalmente, por esta tarnoche, les leeré un poema dedicado a un río que muchos disfrutamos en nuestra juventud, tan macorisano donde nace, como pimenteleño donde se une al Yuna en su viaje al mar.

El camino de las sombras

 

(El río Cuaba)

 

Yo hablo del río que es una culebra flaca escamada de verde

escurriéndose entre las barrancas.

Hablo de este mismo río creciéndole la barba en la montaña

y emprendiendo resuelto su camino de sombras.

 

Hablo de estos árboles que hacen equilibrio en las barrancas

con los músculos desnudos de sus raíces.

Hablo de estos pájaros que llegan a los árboles

y se quedan cantando para nadie en el campo.

 

Hablo de los frutos que joroban las matas

tan solo para que el hombre las degüelle risueño.

Hablo de las cosas que florecen y cantan

y se quedan con sus cantos y sus flores

olvidados y lejanos en sus sitios de siempre.

 

Las hormigas hacen un palacio de un ruiseñor muerto.

Alguna saldrá florecida de cantos de su garganta.

Jamás pensaremos en la agonía de los peces

que se arriman al fondo para volverse piedras.

 

Ni en los pájaros que mueren con las alas abiertas

para que el viento los convierta en nubes.

No pensaremos que los árboles mueren

y se quedan de pie con sus esqueletos desnudos.

 

Pasaremos por los campos, por los ríos y las montañas,

sordos, ciegos, impíos; miserables y odiosos

 

  1. El Jaya nos dedicó la edición 759 No. 01 de marzo 2021

Antes del acto citado, el periódico francomacorisano que ha superado a todos los anteriores de esa ciudad, nos dedicó cinco páginas centrales.

Por esa causa nos permitimos incluirnos para agradecer el gesto del director fundador de dicho periódico, Adriano de la Cruz, con su nota editorial “El Premio Nacional de Literatura es el galardón más prestigioso que puede obtener un escritor dominicano”, y naturalmente, las expresiones de Cayo Claudio Espinal en su artículo “A manos llenas”, por venir del más conspicuo poeta nacido en esa ciudad (merecedor de todos los premios mayores), por su generosidad; lo mismo a Amado José Rosa con el suyo “Un merecido premio nacional de literatura”, y al poeta Víctor –Ken- Saldaña por su “Se hizo justicia con Manuel Mora Serrano” y a la Asociación Duarte de Ahorros y Préstamos, al Ayuntamiento de Pimentel representado por su alcalde: Noel Abreu Mora; la Librería Mora, la Farmacia Calderón, y claro está, a mi compañero de bufete Javier Sánchez Mora y Asociados y a José Javier Bueno por sus recuerdos de años de convivencia desde que era un niño.

Sin olvidar a los que me han llamado, tanto del Ayuntamiento de San Francisco de Macorís, como el de Pimentel, para futuros encuentros. y nuevamente de la UASD.

Todas estas cosas me abruman y no sé cómo decir que no me creo merecedor de ningún homenaje por simplemente hacer lo que me producía placer. Empero, como me preguntó una vez Antonio Zaglul (1920-1996) “¿qué duces si alguien te felicita por un buen artículo?” y le respondí: “Simplemente: Muchas gracias”. Esas muchas gracias, valga para todos.