-Porque: “Trabajar por y para la Patria es trabajar para nosotros mismos.

-El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que el secreto de la tiranía está en mantenerlas ignorantes. M. Robespierre. –

Anteriormente, nos referimos al sesgo de confirmación, que cual pandemia infecciosa padecen muchos políticos y funcionarios, desde hace unas décadas. Se gritó hasta la saciedad, que el problema de la educación en este país se resolvería con el 4% del PIB, y, por ese camino nos fuimos cual caballo esprínter saliendo de una línea de partida, sin antes establecer las reglas de la carrera y por eso, quizás, pasado el tiempo, es muy poco lo que hemos avanzado.

Construcciones a granel; asesorías a dos manos; pagos de estudios insulsos solo con la finalidad de favorecer algunos compañeritos; aumento de sueldos sin esperar compensación alguna por ese pago; privilegios a pedir de boca, pero, la eficiencia en la educación y el comportamiento, tanto del profesorado como alumnos, aún brillan por su ausencia. Es algo parecido a lo que acontece con la Policía Nacional; armar y “entrenar” el tigueraje, en espera de que el uniforme le cambie su indelicado comportamiento, tal y como ocurría y ocurre cuando los padres ingresan a sus hijos a las academias militares, en busca de un cambio en su comportamiento.

Pero, he ahí, que el tiempo pasa y tanto los gastos como la modernización en busca de la eficiencia en la educación, solo crece el primero, porque con relación a lo demás, siquiera termina de arrancar, ya que, al parecer, todas las teorías referentes a esto se han empantanado y el gran problema, solo se ve al través del embudo con el cual se miden los intereses económicos y muy personales, tanto de políticos como “sindicalistas”.

Solo veamos, que nos es de ahora, que las clases de conducción automotriz, deberían de estarse impartiendo en las aulas de las escuelas y colegios, con la finalidad de buscar la excelencia en el conocimiento de las reglas establecidas para poder conducir un vehículo de motor, donde quizás, de haberse establecido esto, haciendo uso de los mejores simuladores, hoy no estaríamos padeciendo del caos en el cual se han convertido nuestras calles, donde da la sensación, que en vez de personas conduciendo esos motores y vehículos públicos, son animales quienes lo hacen. Pero, esto, al parecer, no está dentro de las prioridades para el sistema de educación nacional o el famoso 4%, no da para hacer este programa y, mucho menos, para adquirir esos simuladores de manejo.

Es lo mismo que sucede con el conocimiento de los valores Patrios, donde solo en el mal llamado mes de la Patria, cual famosa rebaja de los comerciantes en determinadas fechas, que proponen rebajar equis cantidad cual si fuese un regalo, cuando en la realidad hace meses aumentaron mas que esa cantidad rebajada, es que se hace cierto esfuerzo -mediático-, para sembrar en el alumnado los conceptos de bandera e himno y exaltar los principios enarbolados por aquellos que dieron su vida, para que hoy podamos orgullosamente decir que somos dominicanos.

Queremos vivir en paz, pero, que les parece esto: desobediencias, altanerías, groserías, irresponsabilidades, acciones medalaganarías, mala educación, prepotencias, falta de respeto, ignorancias, desconsideraciones y cuantas acciones carentes de educación puedan aparecer y que, fácilmente, usted puede comparar entre el comportamiento del tigueraje barrial y los miembros de la P.N. Estas similitudes no son difíciles de ver, ya que, es lo que a diario vemos en nuestras calles, es decir, una educación por el suelo que a diario nos ensucia a todos. Continuaremos con esto. ¡Sí señor!