El dinero es un medio de cambio con el que adquirimos bienes y servicios o utilizamos para el pago de obligaciones. Todos los días asociamos un precio a los objetos de acuerdo con un valor intrínseco y a otros factores, como su disponibilidad (oferta) y las necesidades de las personas (demanda).

 

Una de las causas principales de los problemas en los hogares dominicanos es la escasez del dinero, entre las consecuencias de dichos problemas están: vivir en constante angustia y preocupación, tener retrasos contantes en los pagos, todo se vuelve emergencia, todo se encarece por morosos y terminamos por tener problemas conyugales, entre otras más.

 

Vivimos en una sociedad de consumo, en la que tendemos a compararnos con los demás y generalmente lo hacemos en términos de posesión, se valora el exceso del dinero y a las personas que lo poseen, siendo éste un referente para muchos, llegando así, a olvidarse de los valores realmente importantes de las personas.

 

Los matrimonios jóvenes de hoy día, en su mayoría, se endeudan fácilmente por querer mantener el estilo de vida que tenían al vivir con sus padres y por falta de disciplina en cuanto al manejo adecuado del dinero, un buen salario o una excelente entrada de dinero no terminan con los problemas financieros de una familia, pues es la actitud hacia el dinero lo que importa. No es lo que se gana, sino lo que se gasta; debemos aprender a vivir dentro de nuestros propios medios.

 

El manejo del dinero en el hogar es un trabajo de equipo, debe existir confianza, buena comunicación, honestidad familiar, las decisiones se toman en pareja; debemos enseñarles a nuestros hijos que el dinero no forma parte de la persona, en realidad, ésta cuenta sólo con los valores y capacidades personales como inteligencia, bondad, cultura, respeto, educación, don de gente, habilidades físicas, espíritu de lucha, de entrega, y una larga lista que nos define como ser humano.

 

Debemos de aprender a no desperdiciar el dinero. En ocasiones, se aprende más, en la escasez que en la abundancia. Cuando se tiene más de lo que necesitamos, empezamos a caer en el despilfarro y a crear necesidades injustificadas y compulsivas.

 

Les invito a que elaboren un presupuesto y este debe llevarlo la cabeza más hábil y metódica de familia; no quiere decir que aquél que gana el dinero necesariamente debe manejar el presupuesto. Usualmente, quién realiza los gastos en el hogar sabe mejor sobre precios y costos, por lo tanto, también tiene una idea clara de lo que la familia necesita, además de administrar el dinero, implica responsabilidad de hacerlo crecer sin que el precio de ello sea olvidarnos de nuestro bienestar y calidad de vida.

 

Tal como va el mundo, se observa una gran necesidad de educar en el uso del dinero con el propósito de lograr que la sociedad aprenda a considerarlo como un medio y no como un fin.