Cierto que continuar creyendo en Dios es un asunto digno de admirar para aquellos "entregados feligreses". Un Dios mudo y "omnipresente" que calla sin otorgar porque nunca se ha dejado ver. Deseo aclarar, antes de continuar con este latido, que no tengo nada en contra de "Dios", especialmente el Dios católico o cristiano, ni tampoco con las docenas de Dioses más que por ahí andan repartidos. Solo compasión y pena…
No es para menos, si yo hubiese tenido "ese oficio" seguramente tampoco me hubiera dejado ver y mucho menos decir "ni mu". ¿Como controlar tanta gente distinta, esparcida en tantas partes y rincones del planeta? Más de medio millón de personas son asesinadas al año. Mientras que otros 700 mil son quitados del medio por la plaga del mosquito ¿Se imaginan como Dios se ha de sentir a causa de su misma creación?
Yo en su lugar sería capaz de suicidarme, pero eso ni lo notaríamos por su silencio eterno… pero ¡un momento! ¿Y si ya lo hizo? ¿Si esa es la causa de "su ausencia"? Yo no me atrevería a juzgarlo por eso, pero creo que uno debe ser responsable y enfrentar los errores cometidos. Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad y mucho más Dios quien fue nuestro creador y dador de ser.
No estoy siendo sarcástico, ni quiero sonar irreverente ante lo divino, pero uno se pregunta constantemente ¿Cómo es posible seguir viviendo en un mundo tan violento y con tanta gente mala a su libre albedrío? Tenerles compasión a todos esos villanos o la "paciencia", para esperar a juzgarlos en el cielo, es algo que solo un ser "fuera de este mundo" podría hacer.
Es injusto de mi parte el solo sacarle los trapitos sucios a Dios cuando en verdad son muchas más las cosas buenas que existen en el mundo, sin embargo, se le ha dado tanta "coba" o admiración a este, al punto de decir, que "Dios lo puede todo", que me imagino a un "Dios perfecto" que ha dejado muchos vacíos que nos está costando mucho estrés como son los huracanes, terremotos y demás fenómenos terrenales.
Uno se pasa la vida esperando que lo mejor llegue y en la mayoría de los casos, terminamos atropellados, asesinados, suicidados o enfermos terminales. Es injusto que terminemos todos en ese calvario cuando "la perfección y compasión" de Dios debería de llevarnos a "ese más allá" como si tomáramos un elevador con aire acondicionado y no de la forma "tipo Picapiedras" que escogió…
Por supuesto que están son mis humildes sugerencias que espero y aspiro tome en cuenta. El mundo se ha modernizado y Dios no debe quedarse atrás, además eso de quemarnos vivos si nos portamos mal también pertenece a un pasado troglodita y arcaico. Espero que no se la coja conmigo y vaya a actuar como uno de "esos dictadores", que también ha permitido, y me quite la nacionalidad terrícola, porque hay sí que me jodería de verdad entendiendo que no hemos descubierto otro planeta habitable…
Gracias a "este Dios", que tenemos, que es un Dios que efectivamente ha modificado algunas conductas del pasado y ya sus feligreses no cortan cabezas a los cristianos que hubiesen osado "cuestionar" la forma de creación escogida por este, lo cual sería una blasfemia condenada a una horrible pena de muerte. La tolerancia se ha impuesto y gozamos de una primera enmienda que nos dice "libertad de expresión"… en Dios confiamos.
No es fácil ser Dios, lo compadezco y admiro porque yo hace rato que los hubiera mandado a todos pal carajo. Con lo bocón que soy jamás me hubiera quedado callado ante los que ponen en duda "mi forma de hacer las cosas" así se los esté llevando el demonio pa' su lao…
Con este desorden que se ha formao' en el que cada cual se ha pintado una bandera y puesto alambres de púas en el "paraíso" para evitar que todos disfrutemos de la buena vida, hubiera mandado otro diluvio, aprovechando que Noé se murió hace tiempo y quemado todo lo que huela a Sodoma y Gomorra, es decir Dembow baby…
"Dios ha muerto. Dios sigue muerto y nosotros lo hemos matado" dijo Friedrich Nietzsche. Si no lo matamos, nosotros tuvo que morirse de un infarto ante tanta alevosía. Ante tanta ambición y angurria, ante tanta ignorancia y frialdad. Dios nos ha abandonado a la suerte y hoy el mundo gira hacia un abismo. Gracias a nuestro libre albedrío…
Las oraciones flotan desesperadas y llegan a una oficina vacía colmada de papeles amarillos. Se posan nerviosas sobre el escritorio donde reside una hoja firmada que solo ocupa una palabra "renuncio". En la pared del frente se aprecia en letras pequeñas un cartel que dice "se busca un valiente que pueda ejercer el difícil oficio de ser Dios"… ¡Aleluya! Ni Mínimo, Ni Máximo, ni nada sigan buscando.