En la carretera Mella esquina San Vicente de Paúl,  Santo Domingo Este, un niño se acerca a limpiar los vidrios de los vehículos que se detienen en el semáforo con la esperanza de conseguir algunas monedas. La mayoría de los conductores no abre la ventana. Hay mucho miedo en el ambiente. ¿Y si al bajar el cristal nos asaltan?

En la Abraham Lincoln casi esquina Jhon F. Kennedy, Distrito Nacional, otro pequeño limpia zapatos y un tercero pide dinero o comida a quienes salen con fundas de un supermercado. En Tamayo, un municipio del Suroeste, es bien sabido que hay niños que empiezan a tomar alcohol antes de los 14 años a la vista de todo mundo, y “disciplinar” a golpes es todavía una práctica común en muchas casas.

¿La sociedad dominicana cuida a sus niños y niñas?

Johnny Bidó, gerente de Incidencia y Relacionamiento Externo de World Vision República Dominicana, entrevistado en Libertarias, identificó cuatro grandes violaciones a los derechos humanos de la niñez y la adolescencia: abuso sexual y embarazo de niñas y adolescentes, educación de baja calidad, trabajo infantil, y crianza violenta.

Libertarias. ¿Cuáles son los principales retos para la protección de los derechos de la infancia en la República Dominicana?

J.B. Hemos identificado al menos cuatro o cinco flagelos que de manera importante están afectando a la niñez y adolescencia dominicana. Nos referimos en primer lugar las uniones tempranas. Nuestro país ocupa, desde hace varios años, el primer lugar en toda la región (América Latina) en temas de uniones tempranas. El 36% de las mujeres de entre 20 y 24 años se unen antes de los 15 años y el 12% de ellas tenían menos de 15 años al momento de la unión. Hay una elevada proporción de niñas que se están uniendo a temprana edad, lo que implica una serie de situaciones adicionales, como el embarazo en adolescentes.

En comunidades fronterizas, el 36 % de los niños de entre 12 y 17 años dijo que trabajaba. Un 15 % tenía que ganar dinero para contribuir con los gastos de la casa y un 10 % porque se hacía cargo de sus propios gastos, explicó Johnny Bidó, al dar detalles de una investigación.

El 66 % de embarazos en adolescentes se da en el contexto de una unión temprana en nuestro país:  97 nacimientos de cada mil son de mujeres adolescentes de entre 15 y 19 años. El 20% de todas las embarazadas del país son adolescentes.

Fruto de esos flagelos, como la unión temprana y el embarazo de adolescentes, viene, en parte, la deserción escolar. La niña embarazada interrumpe sus proyectos de vida, deserta de la escuela, y se tiene que dedicar al rol de madre y esposa a tiempo completo, no le da el tiempo para estudiar. En el peor de los casos, su pareja se convierte en su verdugo, entonces es frecuente la violencia de género en el marco de una unión temprana.

Libertarias. Mucha gente podría pensar que se trata de uniones entre muchachos y muchachas adolescentes, pero con frecuencia se trata de hombres adultos con menores de edad…

J.B.En la mayoría abrumadora de los casos, se trata de adultos que les llevan un mínimo de cinco años de diferencia. Muchas veces hasta 30 años de diferencia, son 30 años mayores que las niñas. Es un asunto totalmente disparejo y muy inconveniente para la niña, porque su visión de la vida gira entonces alrededor de una dinámica de madre-esposa a tiempo completo, prácticamente en servidumbre. Muchas veces son convertidas por este verdugo en un objeto de compra y venta y son explotadas sexualmente.

Es un delito, debe ser enfrentado, abordado por las autoridades; y la comunidad en sentido general debe estar consciente de que no es aceptable y de que se le están violando la mayoría de sus derechos a las niñas y adolescentes.

Libertarias. Al hablar sobre el acceso a la educación, Bidó enfatizó la injusticia social que se comete contra los niños y niñas más empobrecidos que no tienen acceso a una educación de calidad.

J.B. Tenemos deficiencias en el sistema que han afectado a nuestra niñez hasta tal punto que durante los últimos años, de manera consistente, hemos quedado en los últimos lugares en las pruebas que se hacen al respecto a nivel global. En nuestro país, según un estudio reciente que hemos lanzado sobre las habilidades lectoras de estudiantes de tercero de primaria, solo el 28.57 % podía leer y entender claramente un texto simple, es decir que nuestra niñez está avanzando en la educación primaria con una gran deficiencia lectora. Hemos identificado que una de las razones es la falta de educación temprana, los niños no tienen acceso a una educación preprimaria e inicial y entran al sistema con desventajas, por eso al llegar al tercer grado, la mayoría tiene dificultades para leer un texto simple. Además, en las casas no hay material de lectura para los niños. Los padres, madres y cuidadores no se involucran en el proceso educativo de los niños, simplemente los llevan o los mandan a la escuela y ya está, no saben cómo le va al niño, qué está haciendo, que no está haciendo.

Otro aspecto importante es lo que sucede en el mismo centro educativo. Muchas veces los maestros y las maestras no cuentan con las habilidades para desempeñarse con excelencia, trabajando de manera creativa, innovadora y contextualizada, acompañando a las necesidades de la población estudiantil. Tenemos una grave situación en cuanto al derecho a una educación inclusiva.

Libertarias. Durante la entrevista también abordamos la situación de calle en la que se encuentran muchos niños y niñas. En ese sentido, Bidó destacó que hay una gran cantidad de niños que trabajan para mantenerse y mantener sus familias en zonas empobrecidas del país.

J.B. Tenemos una niñez en situación de calle y hay trabajo infantil. Se estima que entre el 12 y el 16 por ciento de niñez dominicana realiza tareas económicas remuneradas que les impide realizar   actividades deportivas, de ocio y otras que deben prevalecer en la niñez y en la adolescencia. Cuando estos datos se focalizan en las comunidades más deprimidas del país, como en la frontera por ejemplo se eleva hasta un 35 o 36 %.

Hay comunidades fronterizas en las que, en una investigación, el 36 % de los niños de entre 12 y 17 años, dijo que estaba desarrollando actividades económicas remuneradas, un 15 % trabajaba porque tenía que contribuir a los gastos de la casa, un 10 % porque tenía que hacerse cargo de sus propios gastos, un 6 % porque sus padres habían perdido sus ingresos a causa de la pandemia y así sucesivamente. Pero estaban ahí, impedidos de tener acceso a la educación, al ocio, a actividades culturales y deportivas como corresponde a sus edades.

Deserción escolar
Según Bidó, más de 400,000 niños y niñas se quedaron fuera de las aulas en 2021 debido a la pandemia. “Poco a poco están retornando para el presente año lectivo, pero el impacto todavía es masivo. Hay un problema con el derecho a la educación de calidad. Tenemos un grave problema de deserción escolar en República Dominicana, no solo fruto de la pandemia, que lo incrementó”, comentó el experto en derechos de la niñez.

Libertarias. ¿Qué tipo de crianza predomina en las familias dominicanas?   

J.B. El 50 % de padres, madres y cuidadores considera que el castigo físico es la manera ideal para educar a los hijos. No tienen la habilidad de criar a sus hijos e hijas de otra manera, y esto es una vulneración a la dignidad de los niños y niñas. Nadie debe entender fruto de una golpiza, se deben tener habilidades que permitan a padres, madres y otros adultos responsables guiar a los niños que están bajo su responsabilidad sin usar métodos violentos.

Las situaciones de violencia se exacerban hasta en un 63 % cuando el niño es de cinco años o menos. ¿Qué significa? Mientras el niño es más pequeño, más violento es el método de crianza que se usa.

Como en el modelo de crianza prevalece el castigo físico y el trato humillante, muchas veces se expulsa a las niñas de la casa y se les empuja a uniones tempranas, la niña termina aceptando porque quiere huir de la violencia que vive en su hogar.

En el caso de los varones, terminan en situación de calle porque huyen de la violencia en su casa, son aceptados en otros grupos que encuentran en la calle y pueden caer en la delincuencia juvenil, en el peor de los casos repiten con sus parejas la violencia que aprendieron en sus casas. Esos, entre otros, son resultados de modelos de crianza violenta.

Libertarias. ¿Cuáles iniciativas se impulsan para erradicar estas realidades y garantizar los derechos de la niñez?¿Cuáles acciones son urgentes para garantizar los derechos de niños y niñas?

J.B. Los niños tienen derecho a la protección, al cuidado sanitario, a la seguridad alimentaria, al desarrollo, a hacer de su paso por la vida uno que garantice su dignidad como personas y su desarrollo pleno. Como organización centrada en la niñez, tenemos el compromiso y la responsabilidad, desde la sociedad civil, de contribuir como un brazo auxiliar del sistema de protección al diseño e implementación de acciones que garantices y restituyan derechos en los casos en los que hayan sido vulnerados.

Para disminuir las uniones tempranas se ha puesto en marcha una política pública que busca prevenir el embarazo en adolescentes, World Vision contribuye a esa política, con tareas de formación y concientización.

Con el Ministerio de Educación trabajamos en una campaña llamada “Leer es crecer” para fomentar la lectura en estudiantes de primaria, involucrando a niños y niñas, y con el acompañamiento del personal docente.

Y sobre el modelo de crianza, estamos impulsando la aprobación de una ley de crianza positiva, el proyecto está en el congreso desde 2019.