Como era de esperarse las tres fuerzas políticas mayoritarias, PRM/PLD/FP, mantendrán el voto preferencial para elegir a los diputados, regidores y vocales a las elecciones de febrero y mayo, respectivamente en el año 2024.
No es una sorpresa la decisión de dichos partidos, que procuran mantener dicho sistema de elección a contrapelo de la voluntad de toda una sociedad y de la propias dirigencias políticas, que aspiran a que se cambie el mismo, por los funestos resultados que ha dejado y que pueden contarse por mucho frente a las bondades que dice tener quiénes lo apoyan.
Las falencias del voto preferencial es la quiebra del sistema de partidos de nuestro país, porque este terminará de desprestigiar a todas las organizaciones políticas, por las gravísimas implicaciones morales y legales que les traerá dicho modelo, que auspicia llevar al Congreso y a los consejos edilicios, a los corruptos, lavadores y narcotraficantes lo que nos hará ver ante el mundo como un país en franca destrucción de su institucionalidad democrática.
El voto preferencial daña a los partidos, ya que lacera su disciplina interna, porque promueve la confrontación interna, que se producen entre los propios compañeros y candidatos, sobre todo, por el inequitativo mecanismo que auspicia y consolida un clientelismo a su máxima potencia, donde la popularidad y los apoyos se convierten en una mercancía como cualquier otra que se compra y que se vende al mayor apostador, es el verdadero mercado persa de la política.
Los que apoyan el mantenimiento del voto preferencial, permitirán el desprestigio absoluto de todas las organizaciones políticas, no lo duden, esto terminará con el poco apoyo que le queda en la sociedad a los partidos, y crecerá la desafección y la antipolítica, todo porque la clase política tradicional apuesta a conciencia a su propia destrucción, por eso nos encaminamos a un verdadero callejón sin salida para las elecciones del año 2024, es una desacertada decisión por parte de los principales partidos del país mantener esa posición, veamos las razones de por qué expreso esto:
- Le será imposible a la JCE contar adecuadamente los votos de las miles de candidaturas preferenciales de forma manual, ya que la boleta es física y no habrá voto electrónico, las inexactitudes de los resultados en las actas de los colegios electorales provocarán un aluvión de recursos en su contra, que le imposibilitará a las Juntas Municipales conocer, porque el fantasma de las denuncias de fraude se hará presente, desprestigiando el proceso del escrutinio de los mismos;
- Serán tantos los casos que llegarán al Tribunal Superior Electoral, que sobrepasara su capacidad de conocimiento de las demandas para conocerlas en tan breve plazo, lo que no garantizará decisiones justas y adecuadas, lo que hará a su vez que decenas de sentencias de dicho tribunal sean recurridas al Tribunal Constitucional, que se verá obligado a conocer las mismas hasta después de las elecciones, porque nuestro más alto tribunal de justicia sentó el precedente de quitar funcionarios electos mucho después de su toma de posesión, como fue el caso de un regidor del Distrito Nacional, ya que si se comprueba que se han vulnerado derechos o trastocados resultados, esto beneficiaría a otros contendientes y sería lo que volvería a pasar nuevamente;
- Nadie que se haya ganado honesta y con esfuerzo su dinero puede invertir sumas millonarias para obtener una posición que en cuatro años no le permitiría recuperar ni mínimamente lo invertido, es por eso que la amplia mayoría de los electos en el 2024 serían ciudadanos que van a la compra de protección legal, impunidad y reputación social, cosa que solo hacen los que tienen recursos mal habidos, producto casi siempre de la corrupción, del lavado y el narcotráfico;
- Volverán las comunidades a quedarse sin una auténtica representación, porque los piratas electorales, esos filibusteros sociales irán a comprar con las alforjas llenas de plata la voluntad de los electores, dejando sin posibilidad de ser electos a los que tienen un verdadero prestigio y compromiso social, pero que al competir con Don dinero, le será imposible salir airoso de ese injusto proceso, donde se impondrá en la casi totalidad de los casos los que hayan invertido más recursos económicos en las elecciones;
- Esto acabará con el prestigio institucional del país, que llenará su Congreso nueva vez de gente dedicada a actividades “non santas”, y esto traerá consecuencias, porque llamará la atención de la comunidad internacional que vinculará al Estado dominicano con las organizaciones que se dedican a delinquir entre estas, a los peligrosos cárteles del narcotráfico;
- Los esforzados dirigentes de los partidos serán los primeros frustrados de la política, porque serán ellos las primeras víctimas de ese sistema que privilegia el dinero frente al trabajo y la dedicación, dándole paso al oportunismo rampante, donde los que tienen dinero salen a comprar vulgarmente una curul en contra de los intereses de los verdaderos artesanos de la actividad política: los militantes;
- Las comunidades no pueden exigirle a sus autoridades electas por medio del voto preferencial, porque su elección no se la deben a un auténtico apoyo ciudadano sino a su dinero, pues los electos entienden que ellos no tienen compromiso con nadie, estos piensan que su victoria es producto de las astronómicas sumas invertidas para lograrlo, por lo cual no tienen un real compromiso de representación con la comarca que lo eligió;
- Estos comprados liderazgos paridos del dinero mal habido, terminarán en crearles grandes dolores de cabeza a los propios partidos que lo postulen, primero, porque los electos se sienten en libertad de desconocer las líneas partidarias en el Congreso y en las Salas Capitulares, porque entienden que no le deben nada al partido que lo nomino, y es por eso que con tanta facilidad se cambian después los mismos de partido, en un acto de transfuguismo vulgar que destruye la confianza de las altas direcciones partidarias con sus funcionarios electos;
- No hay forma de desligar a los altos organismos partidarios de las acciones punibles realizada por sus funcionarios electos, porque permitieron que estos le representaran en la boleta, a sabiendas que estaban comprando una curul con recursos ilícitos, los votos para ganar la contienda, después cuando llegan los escándalos producto de investigaciones no se pueden separar de las actuaciones de sus electos, a causa de que lo postularon a conciencia de que ellos invertirían recursos ilegales, para salir gananciosos con el único interés de que estos le sumen votos a sus respectivas organizaciones políticas; y
- Serán esos partidos mayoritarios los responsables de que se construyan proyectos alternativos y de que se cultive en el terreno fértil de la antipolítica, todo porque auspiciando el voto preferencial, lejos de adecentar la política, la ligan a lo peor y después se quejan cuando la ciudadanía nos da la espalda.
La política dominicana anda por mal camino y no tiene voluntad de rectificar cosa absurda en estos tiempos difíciles, donde estamos obligados los dirigentes a cambiar y ponernos a tono con una sociedad que nos demanda transparencia y empatía social, pero nos ponemos de espalda a una realidad mundial que está generando nuevos paradigmas, que están surgiendo de las grandes catástrofes que a nivel planetario nos afecta a todos, sin embargo, no de igual manera, porque a las naciones pobres nos colocan en situaciones de riesgo total, en donde no tenemos los recursos económicos para enfrentar la altísima inflación que acogotará las exiguas economías familiares, y que haría producir peligrosas tensiones o protestas ciudadanas.
Los partidos políticos mayoritarios han decidido por efímeros beneficios electorales ponerse de espalda a la razón y a la historia, porque los resultados funestos del voto preferencial se verán ¡y de qué manera!, mañana no nos quejemos cuando la población, hastiada de nosotros, decida no escucharnos y cambie de rumbo para montarse en la ola de un populista, simplemente, porque el liderazgo tradicional de la nación, inmaduro e irresponsable, así lo auspició, recuérdenlo y verán prontamente como esta inconsciente clase política acciona de manera cuasiestúpida para su autodestrucción, espérenlo, ¡porque cuando lleguen los sombreros no habrán cabezas!