Una combinación de alegría, júbilo y sorpresa se apoderó de los sentimientos de una docena de periodistas dominicanos residentes en la ciudad de Nueva York tras recibir la noticia de que el presidente Luis Abinader los había tomado en cuenta para otorgarles una pensión especial por su larga trayectoria en el ejercicio de su profesión.

El martes de esta semana, tan pronto se conoció el decreto 323-22 del Poder Ejecutivo, más de 80 profesionales de la comunicación de la seccional del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP-NY), que dirige el periodista Roberto Francis, aplaudieron la disposición del mandatario y agradecieron el gesto, esperado por años.

El decreto fue emitido con dos artículos. El primero detalla a los periodistas profesionales para una pensión de $40 mil pesos mensuales y el segundo a los que han ejercido la labor de fotógrafos, camarógrafos y técnicos de televisión, para una pensión de $30 mil pesos.

La algarabía se hizo viral no solo en los beneficiados de Nueva York, que habían esperado por años ser tomados en cuenta para este merecido propósito, sino también en sus familiares, amigos y relacionados.

Sin embargo, un sentimiento agridulce se apoderó de los periodistas beneficiados al darse cuenta de que los habían incluido en el segundo artículo del referido decreto, exclusivo para los que han ejercido los oficios de fotógrafos, camarógrafos y técnicos de televisión.

La reacción no se hizo esperar, generando disgusto ante la clasificación realizada. Aunque generalmente trabajan juntos para un mismo propósito, las labores y responsabilidades de los periodistas son completamente diferentes a las que realizan sus compañeros de apoyo asignados para la captación de imágenes fijas (fotos) o de movimiento (videos).

Ante el error, aparentemente involuntario, plasmado en el decreto 323-22, la directiva del CDP-NY se ha comprometido ante sus miembros afectados gestionar mediante una carta al presidente Abinader, a fin de que interponga sus buenos oficios y sea enmendado el yerro.

Entre los periodistas dominicanos en Nueva York que reclaman sean incluidos en el artículo uno, como corresponde, están José Alduey Sierra, Darío Nicolás Abreu Taveras, Fernando Ambiorix Hernández, Fernando Arturo de León, Luis Ernesto Jiménez, Gladys Sánchez Casado, Marino Luis Chalas Tejeda, Tomás Sosa, Ysela Altagracia Santos de Peña, Manuel Ruíz Florentino, Manuel Soto Santana Castillo y quien suscribe esta nota.

Para la recomendación de pensión a los miembros del CDP-NY, la directiva de la filial en esta ciudad tomó en consideración tres factores: antigüedad de servicio (más de 40 años ejerciendo la profesión), la edad y condición de salud actual.

Para ser justos en sus selecciones, obviaron vínculos de amistad personal o familiar, afiliación política o grupismo a lo interno de la organización gremialista.

Reunidos en varias sesiones de trabajo, el secretario general de la seccional, Roberto Francis, junto a los cinco miembros componentes de la directiva y la asesoría de los pasados secretarios generales encabezada por Erasmo Chalas, hicieron las evaluaciones y recomendaciones correspondientes.

Cada uno de los beneficiados tiene un récord de ejercicio profesional de más de 42 años, la mayoría sobrepasa los 50 años de vida, y una buena parte padece serios quebrantos de salud que, de una forma u otra, imposibilita continuar la labor con eficiencia, la energía, la fuerza y movilidad que requiere tan agitada profesión.

Entre las enfermedades que padecen muchos de los colegas de NY están el cáncer (12), insuficiencia cardiovascular, diabetes, asma, glaucoma, hipertensión arterial, artritis y otros sufriendo los efectos colaterales dejados por el virus de la COVID-19 luego de ser infectados.

De acuerdo a la directiva del CDP-NY, el total de colegas recomendados al Poder Ejecutivo para pensión era de 42, de los cuales 12 fueron escogidos por el Poder Ejecutivo para sumarlos a los beneficiarios de Santo Domingo y otras regiones del país, completando así un total de 62 pensionados en un solo decreto.

Hay que destacar que por alguna razón la directiva del CDP en Santo Domingo estuvo marginando a los miembros de la seccional de la entidad que residen en Nueva York en sus recomendaciones para pensiones a los miembros de la agrupación gremialista.

El año pasado, de un total de 42 periodistas pensionados, ninguno de los colegas de NY fue tomado en cuenta, a pesar de la seccional haberles enviado un listado con anticipación, como en años anteriores.

La directiva actual de la filial en NY decidió diligenciar sus recomendaciones directamente al mandatario, temiendo que esta fuera bloqueada por la directiva de Santo Domingo que, de manera interesada, ha alentado la división a lo interno de la seccional del CDP-NY y ha provocado que en la actualidad existan dos directivas.

El presidente Abinader, luego de ser notificado al respecto, en compensación y justicia incluyó dentro de los 62 periodistas jubilados a 12 de los que residen en esta urbe, estableciendo un récord digno de los mejores elogios.