1.- Salvador Vinicio Polanco Fernández, profesional del derecho y pundonoroso capitán activo de la Policía Nacional, fue asesinado en la ciudad de Santiago de los Caballeros, la noche del día 22 de agosto de 1970.
2.- Los investigadores policiales adscritos al Servicio Secreto, para sembrar la confusión en la opinión pública, acusaron del crimen contra Polanco Fernández, a jóvenes militantes de diferentes partidos de izquierda, en Santiago.
3.- A solicitud de los familiares de los prevenidos, asumí su defensa. En el curso del proceso, el fiscal me acusó de difamación, y fui hecho preso. Los doctores Américo Espinal Hued y Salvador Jorge Blanco, gestionaron y lograron mi puesta en libertad.
4.- Con el fin de impedir mi presencia y sacar el caso de Santiago, mientras permanecí en prisión, el Ministerio Público logró declinar el expediente de Salvador Vinicio Polanco Fernández, a la jurisdicción penal de San Cristóbal. De todas maneras, le di seguimiento al proceso hasta el final y los jóvenes políticos de izquierda fueron liberados.
5.- Jorge Puello Soriano-El Men-, para la ocasión principal dirigente del Movimiento Popular Dominicano-MPD-, durante el régimen del doctor Joaquín Balaguer, fue señalado por la Policía Nacional, como autor de varios hechos criminales, pero con tinte político.
6.- Luego de varios años de persecución, en el año 1976, El Men, fue detenido. A su favor, interpuse varios recursos y para quitarme de su lado y enfriar el expediente, fue enviado a la cárcel de Dajabón. Conjuntamente con el doctor Orlando Rodríguez, seguí en su defensa, hasta que El Men, quedó libre.
7.- El objetivo de sacar de Santiago de los Caballeros, el caso del capitán Salvador Vinicio Polanco Fernández y enviarlo a San Cristóbal, y el de El Men, ponerlo fuera de la ciudad capital, y mandarlo a Dajabón, fue imponer silencio, y ponerlos fríos, congelarlos para que la opinión pública los olvidara.
8.- Al hacer referencia a los asuntos del capitán Salvador Vinicio Polanco Fernández y El Men, procuro relacionarlos con el expediente seguido ahora a Julian Assange, ante el Tribunal Superior de Londres, el cual decidirá su extradición o no a Estados Unidos, que lo requiere para procesarle por varias imputaciones.
9.- Los jueces del Tribunal de Londres, el pasado mes de febrero podían haberlo decidido, pero solicitaron más tiempo para emitir su fallo. Favorece a las pretensiones de Estados Unidos enfriar el caso para así lograr que no siga el calentamiento y enardecimiento que motiva el bochornoso y candente expedientes contra Assange.
10.- Los asuntos de contenido político, una vez conocidos ante los tribunales, mueven pasiones y permiten poner de manifiesto interioridades que favorecen al defendido en estrados. La plataforma desde donde habla el abogado del acusado político, hace de excelente pedestal, de tribuna para denunciar.
11.- Julian Assange, tiene a su favor que su caso produce mucho sonido y cuenta con sólidos fundamentos legales consagrados en documentos internacionales de instituciones defensoras de los derechos humanos y las libertades públicas, en especial el derecho a la libertad de expresión e información.
12.- Assange, en la lucha que lleva a cabo por su libertad, cuenta con el apoyo de reglamentos que tienen fuerza de ley y vienen en su defensa en cualquier escenario donde pueden ser esgrimidos a su favor y debilitan los pedimentos estadounidenses.
13.- El aplazamiento de la decisión a tomar por los magistrados del Tribunal Superior de Londres, resulta un espacio para las fuerzas solidarias con Julian Assange, tomar un respiro y con nuevos bríos volver a la carga, al ataque para demostrar los argumentos pueriles levantados para sancionar a Assange, por difundir verdades ocultas.
14.- El hecho de Estados Unidos, llevar ante los tribunales a Julián Assange, no debe ser tomado como un litigio entre dos. El pleito hay que verlo entre quienes creemos en el derecho a estar debidamente informados, y aquellos que pretenden silenciarnos o privarnos de conocer, saber lo que ocurre o ha ocurrido.
15.- Disputarle a Julián Assange, el derecho a averiguar, comprobar y dar a conocer, es tener como contendedores a todos los que creemos en la libertad plena, sin ninguna limitación.
16.- El tiempo que Estados Unidos quiere ganar para enfriar y sacar de la opinión pública internacional el caso Julián Assange, hay que aprovecharlo para seguir martillando, removiendo, sacudiendo el tema para que sea bien comprendido. La insistencia hay que convertirla en aliada y aliciente.