La semana pasada el PRM hizo de conocimiento público los requisitos para ser precandidato en ese partido.
Generalmente esta información se maneja muy a lo interno y algunas cosas llamaron mi atención, pero antes presentaré los costos económicos de una candidatura y luego mis consideraciones basadas en una carta que le enviara Guido Gómez Mazara al presidente Luis Abinader.
Para competir por la candidatura presidencial, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) impuso el pago de una cuota de un millón de pesos.
En el caso del PRM, los precandidatos presidenciales también tendrán que ser coordinadores de un comité de base y haber constituido al menos cinco de esos comités o el equivalente a 50 nuevas afiliaciones dentro del Plan Nacional de Crecimiento del partido.
La CNEI fijó fianzas de 150 mil pesos para los precandidatos a senadores y de 100 mil para diputados y alcaldes de municipios de más de 100 mil habitantes.
Los postulantes a alcaldes de municipios con población entre 25 mil y 100 mil habitantes pagarán 50 mil pesos, y los de municipios con población menor a 25 mil habitantes deben entregar 25 mil pesos.
Quienes se quieran lanzar por una regiduría tendrán que pagar 15 mil, 20 mil o 25 mil pesos, de acuerdo a la misma clasificación de poblaciones de sus municipios.
Los precandidatos a la dirección de alguna junta de distrito municipal deben depositar junto a sus documentos personales un tributo de 15 mil, 20 mil o 40 mil pesos, dependiendo también de la población de sus distritos municipales.
Por último, la fianza para los precandidatos a vocales de juntas de distrito municipal es de 5 mil, 10 mil y 15 mil pesos, de acuerdo a la misma clasificación para la dirección de juntas de distrito municipal.
A los candidatos a alcaldes, regidores y directores y vocales de juntas de distrito municipal, por ejemplo, se les exige saber leer y escribir.
Para nadie es un secreto que la política se ha convertido en una cuestión de dinero y no de ideales. La sociedad en la que vivimos es mucho más realista, no es tan idealista como la que yo crecí.
Ante esta situación Guido Gómez Mazara le envió una carta al presidente Luis Abinader en donde hace algunas aseveraciones que me parecieron importante destacar.
Quizá muchos se preguntarán por qué al presidente Abinader y no a la Comisión Ejecutiva Nacional y el mismo Guido lo aclara en el introito de la misiva: «Salto las normas protocolares porque me dirijo al político y no al ciudadano que ocupa la primera magistratura de la nación».
Aclarada esa parte paso a acentuar lo que me pareció más importante de esa carta.
«Lanzo mi voz de alarma en dos aspectos esenciales: (solo me referiré al segundo que subrayo en negrita) los costos financieros para acceder a la inscripción de candidaturas a cargos municipales y congresuales de aspirantes sin las condiciones económicas que, al instaurarse como regla el factor dinero, saca de competencia y/o crea las bases de desplazar la vocación de servicio, trabajo social y comunitario como elemento enaltecedor y esencia del voto en sus respectivas demarcaciones.
«Luis, es muy sencillo, si el dinero hubiese sido la regla para las aspiraciones y liderazgo, José Francisco Peña Gómez no hubiese sido el líder referencial y reverenciado por las masas. Por eso, el PRM no puede operar con la lógica de un club social».
Tengo entendido que el PLD tiene un borrador similar preparado, prometo referirme a él cuando lo conozca.