-Porque: “La sabiduría no consiste en hablar mucho, si no en escuchar con atención”.
-Lo mismo que el hierro se oxida por falta de uso y el agua estancada se vuelve putrefacta, también la inactividad destruye el intelecto. Leonardo da Vinci.
Dolorosamente, ya vistas y analizadas en retrospectiva las acciones e iniciativas de una gran mayoría de los que han y ejercen el poder político en nuestro país, el resultado ha sido que las mismas no han pasado de ser burdos ejercicios de propaganda y publicidad, en busca de justificar los hechos, es decir, obtener credibilidad por los mismos, pero que todo se ha quedado en eso, propagandas sin ningún tipo de resultados que, de una u otra manera, vayan en beneficio del pueblo.
Acciones como ese de los mil pesos por enviar el niño a la escuela, no pasan de ser acciones clientelistas, cuyos resultados, muy a pesar de las grandes cantidades de dinero que se han invertido, en nada han contribuido a la eficiencia de la educación pública. Aunque, al parecer, será la historia que se encargará de juzgar el grave problema del empleo del presupuesto para la educación, incluyendo, de igual manera, las acciones del “Colectivo” de la vergüenza. Y, es que, muchos de estos políticos, no han querido comprender, que el regalar el erario sin que se produzca un beneficio tangible para aquellos que en realidad producen con su trabajo algún tipo de beneficio colectivo, como ese de la famosa clase media, que, en esta época, sostiene la clase baja y beneficia a la alta, al final, o en pocos años, esa distribución de las riquezas o, peor aún, de ese dinero tomado prestado para regalarlo, solo conduce al país a la bancarrota y la inseguridad en general. Sobre esto, sería muy conveniente, dirigir la mirada hacia la otrora potencia Latinoamérica, que lleva por nombre, Argentina y donde la ha llevado el clientelismo político y su repartición del erario.
Por eso, es que se manifiestan actitudes y cuestionamientos, que, en un principio, parecerían no tener razón de ser, a pesar de que, si nos fijamos en las barrabasadas e indelicadezas que se han cometido en el pasado, las mismas estarán más que válidas. El solo recordar las chapucerías que hicieron con el famoso AC-30, antes, durante y después del pasado gobierno, justifica cualquier cuestionamiento a cosas que se hacen públicamente y nadie las ve o cuestiona, peor, nadie da explicaciones. Por ejemplo: Sobre la mina de agregados que explotaron o están explotando en el lugar donde supuestamente estará el nuevo peaje, sería interesante conocer; ¿Quién la está explotando? ¿Dónde ha ido a parar ese material? ¿Si fue vendido, como lo fue y a quién? Si fue usado en obras del gobierno, pero, ejecutado -como en la mayoría de los casos-, por empresas contratantes, de así haber sido, ¿fue rebajado en el costo final de la obra? Y este cuestionamiento no es político y mucho menos capcioso o sedicioso, simplemente, forma parte del porqué, la credibilidad de políticos y funcionarios ha caído tan bajo.
Escuché a un todólogo hablar sobre soberanía y yo solo pregunto ¿cuál de ellas? Los pueblos supuesta o realmente se han “independizado de potencias” reales, pero, nadie se refiere a ese imperialismo esclavizante, encubierto en una marisma de tecnicismo o “modernidad”, más criminal que las propias botas y fusiles. Tenemos organismos internacionales que han sido creados con los mismos principios imperiales de antaño y que han establecido un colonialismo camuflado, que, por medio de presiones imperiales se han logrado fortalecer y hoy en día, ejercen más poder de dirección en los pueblos que las autoridades elegidas por los pueblos.
En esto, por igual, se han convertido los partidos políticos que, embriagados de cracia-demo se han convertido en nuestros principales verdugos, deshumanizados, sin interés alguno por la real democracia y atemorizados de ejercer el poder del cual han sido investidos para, precisamente, hacer lo que no hacen: defender los intereses nacionales, los intereses del pueblo. ¡Sí señor!