¿Qué le ha pasado a Colombo, ese ser doctorado por la vida y con maestrías de periódicos en México y en Dominicana, que dejó su picardía, sarcasmo, ironía y hasta su morbo el 23-09-2022 en su mini columna Fogaraté en ACENTO, titulada “Cómo Nunca Antes”? Paso a reproducirla, ya que es solo un párrafo que lo dice todo:

«Hizo bien en suspender su viaje a la ONU y enviar al canciller a hablar por él. Hizo bien en entregarse, día, noche y madrugada, a los operativos para restablecer la normalidad en todo el este. Hizo bien en disponer comisiones de trabajo en cada municipio para que nada dependa de la capital. Hizo bien en no responder las provocaciones de ningún opositor. Hizo bien en comunicarse permanentemente con la gente de pueblo en pueblo. Hizo bien en informar sobre lo que se estaba haciendo y lo que el Gobierno se proponía lograr a corto plazo… A nadie le cabe duda de que Luis Abinader está haciendo su trabajo como nunca antes se había visto.»

Parece que Colombo recuperó el estilo formal de la noticia para dimensionar en la “coyuntura actual” la reacción del jefe de Estado ante una catástrofe derivada de un fenómeno natural y cíclico, los huracanes, palabra taína asimilada no solo por el español sino por muchos idiomas para denominar el fenómeno de este lado del mundo. Pero, la absolutez de la retórica «colombina» me hizo recordar la experiencia con David y Federico, en los inicios del Gobierno de don Antonio Guzmán. Entonces hubo una respuesta motorizada por el entonces secretario de Estado de Agricultura, don Hipólito Mejía. Yo estaba en el equipo del recordado Gustavo Sánchez Díaz, director de INESPRE en ese entonces. Concedo el punto, el sector agropecuario dispuso la respuesta pos David y Federico…

Entonces como ahora, la ciudadanía sabrá reconocer las dotes ejecutivas del mandatario y su equipo gubernamental. Y si el gran amigo Colombo puede hablar objetivamente de la respuesta adecuada y oportuna del presidente Abinader, espero que habrán señales reales (no campañas de relaciones corporativas con eslóganes grandilocuentes) de los ministros y del más humilde funcionario público, en seguimiento del ejemplo presidencial.

Valoro mucho el “Fogaraté” de Colombo, porque lleva a no partidarizar el momento y evita crear el bufeo de Trump con su visita a San Juan cuando el huracán María devastó a Puerto Rico que logró que un acto de solidaridad se convirtiera en una payasada lanzando un paquete de ayuda a un damnificado. Colombo resalta que el hasta ahora gesto solitario del presidente Abinader, sea noble, desprendido y solidario, llevando a la oposición a no ser mezquina y sumarse en retórica a ese esfuerzo de recuperación de los efectos del huracán Fiona en el “corazón” turístico del país.

A mí no me cabe duda, Colombo, que Luis Abinader está haciendo su trabajo como nunca antes se había visto, en esta jungla de gente sin memoria y con mucha cola suelta.