El año pasado, por estas fechas, me correspondió revisar el arte que circularíamos en la oficina para conmemorar el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Reconozco mis puntos de mejora, y el diseño y las artes gráficas definitivamente lo son; por ello, siempre me quedo maravillada ante las hermosas imágenes que presenta una de mis colegas. En esa ocasión, el diseño destacaba por los tulipanes en colores vibrantes que contrastaban con el verde, el color corporativo de nuestra firma. Este proceso me recordó la historia y el origen del uso de la flor que mi juventud era la emblemática para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, Clavel Rojo.

Aquí en el país, tradicionalmente celebramos el Día de las Madres, una hermosa costumbre que honra a las personas que han sido privilegiadas con el don de la maternidad. Sin embargo, el Día Internacional de la Mujer tiene sus orígenes en conmemorar la lucha por la igualdad de género, mejores condiciones laborales y el derecho al voto.

Historia y origen

La lucha inició en 1848 en EE. UU., cuando Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott congregaron a cientos de personas en la primera convención nacional por los derechos de las mujeres en Nueva York. Su primera celebración data del 28 de febrero de 1909, en memoria de la huelga de trabajadoras del sector textil el año anterior en Nueva York. Del colegio recuerdo que la razón por la que celebramos el 8 de marzo se debe a Clara Zetkin, de origen alemán, quien presidió la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres en 1910, durante la cual se decidió que el Día Internacional de la Mujer se celebraría el 8 de marzo todos los años, con el objetivo de conseguir el derecho al voto universal. Clara Zetkin, junto a Rosa Luxemburg y otras mujeres valientes de la época, lucharon toda su vida por el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Lucha continua

Desde su creación en 1945, las Naciones Unidas han consagrado la igualdad de derechos de mujeres y hombres como un aspecto fundamental de su razón de ser. Pero fue en 1977 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas oficializó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Finalmente, en 1979, con la "Declaración de Derechos de la Mujer", todos los estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a eliminar la discriminación contra las mujeres en la esfera pública y privada, incluyendo el ámbito familiar. En 2015, la ONU incluyó la igualdad de género como uno de los objetivos del desarrollo sostenible. Casi medio siglo después, en todo el mundo, la lucha por la igualdad continúa.

Mis reflexiones

En 2021 señalé cómo la cultura del país, las normas y costumbres de la sociedad, y las tradiciones dentro de las organizaciones inciden en la inclusión y la igualdad de género. Es importante destacar que el empoderamiento depende directamente del acceso, la calidad y los niveles de educación. En el ámbito laboral, el acceso a puestos de liderazgo dependerá del aprendizaje continuo, lo que a su vez podría reducir la brecha salarial. Según señala ONU Mujeres en su artículo "Empoderamiento económico", el empoderamiento impulsa economías prósperas y estimula la productividad y el crecimiento.”

Estoy muy agradecida de haber nacido en una época y en una parte del mundo donde se respeta la contribución profesional y personal de todas las personas, y de haber gozado de igualdad de derechos desde mi temprana edad. Me han enseñado que los límites los establecemos nosotras/os y que la fortaleza viene desde lo más profundo de nuestro ser. Me han enseñado que cada ser humano es único, gracias a la diversidad de pensamientos, perspectivas y distintos ángulos para afrontar situaciones, sin importar el género. Como docente, esto es lo que trato de transmitir a futuras generaciones de líderes. Como madre y esposa, intento demostrar con hechos la importancia de complementarnos con amor y respeto.

Volviendo al Clavel Rojo

Según mi investigación en distintas fuentes, el Clavel Rojo es una flor con una profunda simbología espiritual. En la tradición cristiana, se considera un símbolo de divinidad y protección. En la cultura japonesa, simboliza la belleza y la fortaleza. De color rojo, simboliza el amor, la pasión y el respeto. El Clavel Rojo expresa emociones intensas, por lo que no es extraño que fuera elegido como símbolo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.