Posiblemente la noticia más comentada de la semana pasada fue la destitución del director de la Comisión Nacional de Espectáculos, Joseph Báez, y se atribuye a que le otorgó un carnet que acredita como locutora a la joven Amelia Alcántara, que en la actualidad participa del programa Fogaraté Radio que pertenece a la empresa de Luinny Corporán.

Amelia es conocida por su estilo desaforado y desinhibido de decir las cosas, aborda cualquier tipo de tema sin ningún rubor y es capaz de revelar la vida íntima de personas que pertenecen al medio artístico o farandulero sin consecuencia alguna y es ahí donde reside el rechazo de cierta clase social que desaprueba este modelo de comunicación. Ahora bien ¿es Amelia Alcántara el problema? Pienso que no y paso a explicar.

En el año 2018 publiqué un artículo en este mismo diario en donde proponía eliminar la Comisión de Espectáculos Públicos y aquí les comparto el link. https://acento.com.do/opinion/propongo-eliminar-la-comision-espectaculos-publicos-8529562.html

¿Por qué hacía esa propuesta? Me basaba en que la desfachatez que se vive en la música y la comunicación al día de hoy no estaba siendo regulada por nadie y que esa instancia simplemente servía para justificar una nómina.

El problema aquí no es el carnet de Amelia Alcántara, sino una institución que ha tocado fondo y la entrega de ese carnet es la punta del iceberg que confirma lo que digo pues en ese hecho está una de las evidencias de la decadencia de esa institución.

Para ser locutor duré un año estudiando locución, luego me sometí a dos tipos de exámenes uno oral y otro escrito. El examen oral fue encabezado por un grupo de exigentes comunicadores de este país y el oral era un compendio de más de 30 preguntas de cultura general extraídas de un documento que poseía unos cien datos.

Hoy en día, para hablar en un medio de comunicación no se necesita estudiar ni someterse a exámenes; basta con que te hagas viral en alguna red social, aún sea con un hecho reprochable, o que acumules cierta cantidad de suscriptores, y calificas para estar en los programas de mayor influencia de la radio y la televisión del país. O sea que el requisito cambió ¿y qué ha hecho la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos?

No se trata de destituir por entregar un carnet, sino de replantear el papel de esta Comisión que no ha sabido regular ese fenómeno que ha surgido de las plataformas digitales llámese redes sociales o YouTube.

Lo que hizo Joseph Báez no estuvo bien, pero si a regla vamos su destitución debió ser antes, no por un carnet, sino por la infuncional de esa instancia y no hablo solo de destituir, sino de eliminar la Comisión porque a final de cuentas no ha hecho el trabajo que se supone debe hacer.

Aquí el problema no es el carnet, sino que la institución ha caído al mismo nivel con que se ha relajado la comunicación y eso no puede ser. O se renueva y vuelve a los fundamentos o simplemente se elimina y ya. Entregar un carnet de locutor no debería ser caso de escándalo si se respetaran las reglas, pero ¿cuáles reglas si el mismo órgano que debe hacerlas cumplir se ha convertido en lo mismo que la sociedad critica?

He ahí el resultado de una sociedad que languidece. Esa Comisión de Espectáculos Públicos es un reflejo de lo que justamente hoy es el espectáculo: Nada.