Los daños al medio ambiente no son causados en un solo país ni por un solo sector social, aunque sí hay mayores responsables de esta tragedia humana. Todos sabemos que no es lo mismo la producción de gases de efecto invernadero, producido por una multinacional que opera en cada país del mundo, que un ciudadano individual que desarrolla una acción que impacta negativamente sobre el medio ambiente.
Sin embargo, tanto las multinacionales como todos los ciudadanos del mundo, de alguna forma, en su práctica diaria afectan el medio ambiente. Cada acción del hombre, positiva o negativa, se concatena en el universo para cuidar o dañar la casa grande de todos.
Los ambientalistas del mundo han mantenido una lucha sin descanso en defensa del medio ambiente y de los recursos naturales. Ellos han hecho lo imposible para educar sobre la protección ambiental.
Contra ellos, las grandes multinacionales han desarrollado una cruel campaña mediática acusándolos de anarquistas y radicales. El poder sobre los grandes medios se lo permite. Ahora también sus agentes mediáticos lo hacen por las redes sociales.
El planeta ha entrado en una fase del cambio climático ya insoportable, con las altas temperaturas y la carencia de lluvias y, por supuesto, también de agua. Esto se está produciendo en todos los continentes. Sin embargo, el daño al medio ambiente no se detiene. Y todos, queriéndolo o no, participamos en la trágica fiesta de la destrucción del medio ambiente.
La vida, en todos los sentidos más amplios de este término, está llegando a un punto sin retorno. Solo la humanidad puede salvarse a sí misma, defendiendo el medio ambiente. Y sí creemos que tenemos tiempo todavía para reaccionar con valor, verdadero humanismo e inteligencia.