El pasado 16 de diciembre culminó pacíficamente el secuestro de 17 religiosos americanos y canadienses anabaptistas que operan en Haití hace más de 30 años, representando a los Ministerios de Ayuda Cristiana (Christian Aid Ministries).
El secuestro ocurrió el 16 de octubre y conmovió a la opinión pública. Se exigían 17 millones de dólares para liberarlos. A diferencia de algunos ministerios americanos multimillonarios, Christian Aid Ministries predica la humildad en todas sus manifestaciones y no tenía dinero para pagar el rescate. Las corrientes anabaptistas, como los amish y menonitas, viven austeramente y rechazan los avances tecnológicos.
El 17 de diciembre el Departamento de Estado emitió una entusiasta Nota de Prensa que decía: Le damos la bienvenida a la noticia de que los restantes individuos, incluyendo 11 ciudadanos estadounidenses, secuestrados en octubre 16 están libres hoy. Estamos tremendamente aliviados por ellos y sus familiares con quienes pronto se reunirán”. Además, agradeció a sus “contrapartes en la Policía Nacional Haitiana”
Por su lado, el 20 de diciembre los religiosos declararon: “Es con gran regocijo y profundo agradecimiento a Dios que yo, David Troyer, Director General de los Ministerios de Ayuda Cristiana, confirmo el retorno seguro de todos los 17 miembros del personal de los Ministerios de Ayuda Cristiana que fueron secuestrados en Haití por la Banda 400 Mawozo. Un avión de bandera americana salió de Haití ayer en la tarde con los restantes rehenes liberados”.
Originalmente fueron liberados 3 religiosos y luego otros dos. El 20 de diciembre la publicación “Christianity today.com” relató: “Los finales doce misioneros secuestrados hicieron un audaz escape nocturno, en lugar de un pago de rescate, asegurando su liberación después de dos meses, de acuerdo con nuevos detalles de los Ministerios de Ayuda Cristiana”. Se divulgó que “los misioneros perdonan a sus secuestradores”.
Se explicó que: “Los misioneros cautivos en Haití hallaron la libertad la semana pasada haciendo un audaz escape nocturno, eludiendo sus secuestradores y caminando millas en un terreno difícil con luz lunar con un bebé y otros niños cargados… el grupo de 12 viajó guiado por las estrellas para alcanzar su seguridad…” Se proclamó que la liberación se logró "…después de fervientes oraciones y ayunos de anabaptistas y otros seguidores cristianos mundialmente”.
“El Director General David Troyer dijo que sus seguidores recabaron fondos para posible uso como rescate, pero rechazó decir si se había pagado un rescate”. En Puerto Príncipe tampoco se aclaró si se pagó algún rescate.
Brian A. Nichols, Secretario Asistente en el Departamento de Estado, señaló que Estados Unidos planea enviar expertos para entrenar el Equipo SWAT de la Policía Nacional Haitiana y agregó: “…el gobierno de los Estados Unidos no paga rescate por rehenes”.
Los rehenes no condenaron a sus secuestradores: “…Jesús nos enseñó con su palabra y su propio ejemplo que el poder del perdón amoroso es más fuerte que el odio de la fuerza violenta. Por tanto, nosotros extendemos el perdón a ustedes” los secuestradores.
Dos semanas después de liberarse los religiosos americanos ocurrió el atentado contra el primer ministro y luego el asesinato de dos periodistas canadienses. El presidente Abinader reitera que “nunca habrá una solución dominicana al problema haitiano”. Hay indicios de que así será. El 21 de enero Canadá coordinó una reunión de 19 países, incluyendo Estados Unidos, para reforzar la seguridad en Haití y en febrero la ONU recabará a las potencias donantes fondos para nuestros vecinos.