En la República Dominicana, el arroz es mucho más que un alimento; es un componente esencial de nuestra cultura y dieta diaria. Según el Ministerio de Agricultura, el consumo de arroz anual en el país es de aproximadamente 13 millones de quintales, lo que equivale a 598,000 toneladas métricas. Además, el consumo per cápita anual se estima entre 45 y 50 kilogramos. Estos datos reflejan la importancia del arroz en la dieta dominicana y la capacidad del país para satisfacer su demanda interna.
Esto es aproximadamente 1 millón de quintales de arroz al mes, lo que equivale a unas 46,000 toneladas métricas. Para ponerlo en perspectiva, 23,300 toneladas métricas de arroz para su importación con un arancel de 0 % representan casi la mitad de nuestro consumo mensual y cerca del 4 % del consumo anual, que asciende a unas 598,000 toneladas métricas.
Este nivel de consumo resalta dos aspectos importantes:
- La relevancia de la producción local. Gran parte del arroz que consumimos proviene de los campos dominicanos, especialmente de los asentamientos de la reforma agraria, que aportan cerca del 40% del total.
- El impacto económico del arroz. Este producto no solo alimenta a nuestras familias, sino que también sostiene miles de empleos y dinamiza las economías rurales.
Un factor clave en el desarrollo del sector arrocero es la mecanización agrícola, que permite a los productores aumentar la eficiencia en la siembra, cosecha y procesamiento. Con esta modernización, se podrán reducir los costos de producción, mejorado los rendimientos por tarea y asegurado un suministro constante para satisfacer la demanda nacional. Es fundamental continuar invirtiendo en tecnología para fortalecer la competitividad de los agricultores dominicanos frente a los mercados internacionales.
Como economista, considero que es fundamental continuar apoyando a los productores nacionales, mejorar la eficiencia en la distribución y garantizar la estabilidad del suministro. Esto no solo asegura la seguridad alimentaria, sino que también refuerza nuestra economía.
El arroz es más que un grano; es parte de nuestra identidad como nación.