El nuevo año 2025 no tiene las expectativas que tradicionalmente esperábamos los ciudadanos del mundo sobre posibles acontecimientos políticos que ocurrirían en el transcurso de un tiempo tan finito de doce meses.
Las expectativas políticas pudieran, lógicamente, estar cifradas en el fin de las principales guerras que se desarrollan en el mundo. Éstas son más numerosas de las que conocemos a través de los medios. Especialmente de aquellas guerras de baja intensidad, de bajo perfil o suaves.
Si empezáramos por la guerra en Ucrania, diríamos que políticamente es el hecho que pudiéramos valorar como uno de los que crean mayores preocupaciones para que se le ponga fin.
El otro hecho que se debate a nivel internacional, es la guerra del Medio Oriente. Ésta ha puesto al desnudo la capacidad de los organismos bilaterales responsables de realizar una mediación eficaz.
La asunción al poder del presidente Donald Trump en Estados Unidos también concentra la atención de todos los países del mundo. Aunque lo que ha expresado el exmandatario estadounidense sobre el Canal de Panamá, es un nuevo ingrediente con relación a la política internacional.