El mal de Alzheimer es una enfermedad mental progresiva y degenerativa, cuya manifestaciones básicas es la pérdida de memoria, la desorientación y el deterioro intelectual, pero por casualidad estos son los mismos síntomas que adolecen la mayoría de los que llegan al poder en nuestro país, incluyendo los amigos del PRM, que no son la excepción a la regla.
Esa capacidad de olvido se ha ido peligrosamente inoculando en todo el funcionarato público, los designados por decreto, y los electos, que no se acuerdan hoy las razones de porqué ganaron y al parecer no sabrán mañana porqué perderán.
A modo de recordatorio, a mis exaliados oficialistas les expresó que la pérdida total de la memoria puede que los encuentre también, con el detrimento del compromiso de aquellos que les votaron y que no estarían dispuestos a hacerlo por ellos nueva vez.
Esa amnesia oficialista es de tal dimensión, que olvidan hechos que apenas sucedieron hace dos años y que son las consecuencias del porqué ellos hoy son los inquilinos del Palacio Nacional, ya que las causas son otras, y la principal fue la división del PLD, que hizo trizas el carácter de invencibilidad que en el imaginario popular existía sobre el acorazado morado.
Entre otras adicionales razones, fueron el pie de amigo que llevó a los perremeístas a la cúspide en qué se encuentran: 1-la alianza electoral, a la cabeza de la recién organización política, Fuerza del Pueblo, que plantó cara a los esfuerzos continuistas del danilismo gobernante; y 2-la conformación de la plataforma electoral de concertación “Juntos Podemos”, que unificó a 17 partidos en los niveles municipales y de senadores, que produjo un tsunami electoral tal, que hubo candidaturas que obtuvieron hasta un 70% de los votos de los electores.
Pero la ignorancia es plebeya, y lo primero que hicieron los llegados al poder fue darles las espaldas precisamente a quiénes electoralmente les ayudaron a ganar y los asumieron como sus adversarios, cuando lo inteligente, prudente y adecuado eran mantenerlos como aliados estratégicos, para las luchas del porvenir.
Ahora están los oficialistas en esta encrucijada, primero cómo harán ganar a sus candidatos a senadores, alcaldes y directores de distritos municipales, porque por su injustificado olvido y por su terca decisión de mantener el voto preferencial se alejarán de la mayoría de los partidos políticos, que para las recién pasadas elecciones le respaldaron.
Peor aún cómo evitarán la unidad total de la oposición en la segunda vuelta, que de seguro la habrá, si se pelearon simultáneamente con los dos sectores fundamentales de ella, los morados y los pueblistas, por lo que hoy se encuentran conminados a la casi imposible tarea de ganar en la primera vuelta o volver a la oposición en el 2024.
Sumado a estas consideraciones, están muchas otras que nos hacen recordar a lo que no hemos perdido la memoria, que los del Gobierno del Cambio transitan a su autodestrucción y pasamos a explicar el por qué:
- Se olvidaron de la dirigencia media y de las bases de su propio partido, herederos históricos del glorioso PRD, y del legado del gigante José Francisco Peña Gómez, 18 años de abajismo, ya tienen la mayoría de sus miembros, porque no han sido retribuidos por su esfuerzo y lealtad;
- Se olvidaron de la arrogancia y la petulancia de los funcionarios anteriores, que les hizo desconectarse de su propia base de apoyo, y hoy se repite la historia con los actuales;
- El pueblo voto por hartazgo, y con la fe puesta que estos lo harían mejor, pero por razones internas y por la megacrisis, el costo de la vida se ha vuelto la peor pandemia que amenaza los estómagos de las mayorías populares, y con alta inflación no se ganan elecciones;
- Competir con las grandes obras realizadas por los gobiernos del PLD, harán insignificantes los logros realizados por el Gobierno del Cambio frente al electorado del 24, solo hay que recordar que el reformismo nos sacó del poder en el 1986, con un solo slogan de campaña “esto lo hizo Balaguer”;
- Las ayudas de los programas sociales fidelizan votos a los gobiernos, pero en este caso, producto de la pérdida del valor del peso, la asignación de la misma solo alcanza para mal comer una familia de escasos recursos apenas dos días, por lo que les auguro que de mantenerse esa cantidad asignada, no podrán contar tampoco este gobierno con esos votos;
- Insistir en quitarle el derecho a votar a su militancia es una de las más erráticas decisiones, porque en medio del desconsuelo interno, por no sentirse, su dirigencia tomada en cuenta, también cortarle las alas al nuevo liderazgo, les traerá funestos resultados, cuando lo que debieron fue auspiciar planchas de unidad que fueran refrendadas por las bases;
- Insistir en una reforma constitucional de por sí extemporánea, convertirá ese proyecto en el waterloo del gobierno, porque de persistir en ese interés, toda la sociedad saldrá a las calles para evitar que se toque la Carta Magna, y esto afectará sensiblemente la credibilidad de la figura presidencial;
- El festival de préstamos tendrá desde ahora una verdadera oposición ciudadana, que no percibe de manera concreta en obras tangibles y en su bienestar, en donde se está invirtiendo esos recursos y será este el principal tema de campaña, porque acusarán al oficialismo de haber hipotecado al país, sin obras importantes que presentar;
- La persecución a la corrupción está demostrando que los grandes beneficiarios de la misma no son los auténticos cuadros políticos, más bien son empresarios, lobistas, militares y hasta familiares oportunistas de exfuncionarios, y por ende no podrán mostrar a la sociedad a los políticos como poseedores de las grandes fortunas de dicha corrupción, y es por ello que esto no le rentará apoyo electoral al oficialismo;
- Hay un convencimiento de que aunque el presidente Abinader es cercano a los problemas de la gente, su gestión está comprometida con los intereses de los ricos, y eso está afectando el posicionamiento ideológico del perremeísmo gobernante, y esto definitivamente los alejará de su masa votante.
Hay que reconocer, sin embargo, que a esta administración le ha tocado lidiar con una crisis inédita, pero eso no justifica su tanta capacidad de olvido, y es por ello que instó a los amigos del PRM a emular a su líder histórico, que fue siempre leal, consecuente y agradecido, por lo que nunca se desvinculó de sus bases de apoyo, los mismos que en ese largo 'matrimoniaje’ histórico nunca les abandonaron, pero esa es la mostrada idiosincrasia perredeísta, por lo que “por desgracia son más fáciles de contar los que recuerdan los beneficios, que lo que los olvidan”