Hablar de lo que no se sabe es un absoluto atrevimiento y hacerlo podría significar una falta de respeto al lector. Ninguna de las dos afirmaciones anteriores forman parte de la intención semanal del autor, y hoy no será la excepción.

 

Entre poco o nada conocíamos de Egipto, la antigua tierra de los faraones; hoy conocemos algo más sobre lo que una vez fue, y lo que significa en la actualidad, este impresionante país, su cultura milenaria y lo que son en el presente.

 

Escribiendo desde El Cairo nos preguntamos, que pasó realmente para que de una civilización,  cuyo esplendor se remonta a mucho más de 2000 años atrás, incluso un milenio antes de Cristo, hoy no quede nada, solo recuerdos e historias memorables…¿?

 

Egipto supone un país muy importante dentro del concierto del mundo árabe y dentro de lo que supone la espectacular tierra de África, pero aún con esto, sigue siento un país que no tiene mucho que ver con lo que nos explica Nasser Abdel Fatahm, el extraordinario especialista en egiptología y guía, que nos ha tocado al grupo que desde España ha venido a encontrarse a orillas del Nilo.

 

La zona de Luxor y Aswan presentas unos niveles de desarrollo que fuera de toda lógica, animan a pensar que algo de toda la grandeza de Egipto se quedó en las impresionantes tumbas de sus Faraones. La sensación de que un hilo conductor se rompió entre aquellos días y esta semana que hemos vivido entre ellos, era colectiva.

 

Saber que entre aquellos matorrales, una vez, fue tomado, por la hija del Faraón, Moises de entre las aguas nos ha sobrecogido a todos.

 

Pero todavía siendo el caso de que esta impresión dominaba nuestros pensamientos, hemos visto en esta gente un brillo especial, algo que lo hace saberse herederos o poseedores de algo especial.

 

Hoy nuestro artículo solo servirá de introducción, porque de este episodio de nuestras vidas, de las condiciones arquitectónicas y urbanísticas de esta gran nación y de la grandeza de sus monumentos, tendremos que hablar la semana próxima, cuando no tengamos el compromiso de reunirnos con Nasser, puntuales como siempre, en el vestíbulo del Ramses Hilton.

 

Gracias Egipto por ser tan grande y dejarnos a los que aparecimos por aquí, a más de 2000 años de la era cristiana, señales todo lo que has sido. Esperamos que tu suerte vaya siempre a mejor y nos veremos la semana próxima con lo que será lo más parecido a una apología de Egipto.