El día 10 de octubre, en el programa “Macando ajo” de Acento TV, sus moderadores realizaron una serie de comentarios referidos a la crisis haitiana y a la decisión del Gobierno dominicano de no recibir personas refugiadas o asiladas haitianas en el caso de una eventual invasión extranjera a Haití. En ese marco, la moderadora Nicole Espejo afirmó que EEUU deporta a más migrantes haitianos que la República Dominicana, que el 79% de las deportaciones de personas haitianas en 2021 se habían realizado desde EEUU y que “República Dominicana ni siquiera está entre los primeros lugares” a nivel internacional en cuanto a la deportación de personas haitianas. Estas informaciones son falsas. El dato falso fue reproducido en la página web de Acento, en enlaces de Acento TV, en otros medios de comunicación, además de viralizarse en twitter. Escribo esta nota porque es necesario que los medios de comunicación manejen los datos con responsabilidad.
En primer lugar, quienes defendemos los derechos humanos rechazamos las deportaciones masivas de personas haitianas (y otras nacionalidades, incluyendo dominicanas) por parte del gobierno estadounidense. Están ampliamente documentados los maltratos racistas que sufren las personas migrantes haitianas en Estados Unidos y que, por cierto, son parecidos a los que lleva a cabo el gobierno de Abinader contra la misma comunidad. Pero, el dato correcto es que el gobierno dominicano realiza expulsiones en cantidades mucho mayores. Veamos.
Informes recientes basados en datos oficiales del gobierno dominicano indican que entre 2017 y septiembre de 2022 han sido expulsadas de la República Dominicana 373,712 personas haitianas. En lo que va de este año las expulsiones son ya más de 85 mil. El gobierno dominicano por una parte se jacta de estas cifras, como cuando el vocero Homero Figueroa acompaña estas estadísticas con la etiqueta #EstoEsCambio, pero cuando se trata de defender la imagen del país ante organismos internacionales, lo niegan, como dijo el embajador dominicano ante la OEA, Josué Fiallo: “no se ejecutan arrestos indiscriminados ni deportaciones masivas de los migrantes”.
Ahora veamos los datos de manera comparativa. En 2021 el Estado dominicano deportó a 44,020 personas haitianas, mientras el gobierno estadounidense deportó a aproximadamente 30 mil personas haitianas, sumando aquellas deportadas a través de vuelos hacia Haití y las expulsiones vía la frontera con México. Y eso, que 2021 marcó un récord en las deportaciones de personas haitianas por parte de EEUU, pues fueron más que en las dos décadas anteriores juntas. Durante los cuatro años del gobierno de Trump fueron deportadas 6,691 personas, y durante los ocho años de gobierno de Obama fueron expulsadas 6,758 personas.
En República Dominicana, el promedio de expulsiones de nacionales haitianos de los últimos seis años, y tomando para el año 2022 solo las realizadas entre enero y septiembre, es de más de 62 mil anuales, según las estadísticas oficiales ya citadas. Para los últimos catorce años, el promedio anual de deportaciones de personas haitianas desde EEUU es de poco más de 3 mil.
¿Las personas inmigrantes y refugiadas amenazan la seguridad nacional?
En “Macando ajo” también se afirmó que “ya hay refugiados haitianos en República Dominicana”. Esta afirmación es engañosa.
Aunque en la página web de la Cancillería la Comisión Nacional para los Refugiados no ofrece ninguna información estadística sobre personas en estatus de refugiadas en la República Dominicana, existen investigaciones de académicos expertos en el área que indican que entre 2012 y 2016 solo 10 personas de Colombia, Irak, Siria y Haití fueron reconocidas como refugiadas por el Estado dominicano, siendo rechazadas el 99% de las solicitudes de asilo. ACNUR por su parte en 2017 consideraba que había unas 600 personas ameritando el reconocimiento de refugiadas, pero en casi todos los casos ese reconocimiento fue rechazado por el Estado dominicano.
Esa política de desconocer los tratados internacionales en materia de derecho al asilo y al refugio no ha cambiado con el gobierno de Abinader, como lo ratifica su anuncio sobre no recibir refugiados en el caso de una invasión a Haití, la cual dicho sea de paso es exigida desde hace dos años por el presidente Abinader y su canciller Roberto Álvarez. De tal manera que hay una cantidad estadísticamente insignificante de refugiados y asilados e impera una política de no aceptar refugiados desde hace más de una década.
Las expulsiones masivas que ejecuta el gobierno de Abinader, incluyendo a mujeres embarazadas y niños y niñas separados de sus padres, son violaciones de los derechos humanos. El desconocimiento de los tratados internacionales en materia de refugio y asilo, así como la negativa a firmar los más recientes pactos internacionales en materia de derechos de las personas migrantes, son parte de una política de Estado compartida por los gobiernos del PLD y el PRM, de no reconocer que las personas inmigrantes haitianas tienen derechos humanos. Llamamos a los comunicadores a tratar este tema de manera científica, con cifras ciertas, realizando la verificación necesaria de la información, para no reproducir de manera acrítica la propaganda antihaitiana del gobierno.
Es equivocado contraponer derechos humanos y seguridad nacional, como lo hace el gobierno. Esa doctrina ya fue utilizada en el pasado por las dictaduras militares en América Latina y el Caribe con propósitos genocidas. La noción de la “invasión pacífica haitiana” también fue usada por Trujillo para llevar a cabo la campaña de limpieza étnica de 1937. ¿Aceptaremos que el gobierno de Abinader emplee otra vez esas mismas definiciones a estas alturas.