(Escrito en colaboración con Alejandro Sierra, Candidato a Doctor en Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile)

En las últimas décadas, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de República Dominicana ha sido notable. Es más, entre 2015-2019 la economía creció en promedio un 6,1% anual. No cabe duda de que es una de las economías más competitivas de la región. Pero hay que tener cuidado de emborracharse con los promedios o las cifras pues, tal como decía el gran anti-poeta chileno Nicanor Parra: “Hay dos panes. Usted se come dos. Yo ninguno. Consumo promedio: un pan por persona”. Por eso es importante desagregar la información.  En ese sentido, el crecimiento del PIB en Pedernales no es visible. Consecuentemente, el desarrollo educativo en Pedernales es casi invisible.

Por mencionar algunos datos, esta provincia del municipio de Enriquillo, cuenta con 10,400 hogares de los cuales el 70% tiene un nivel socioeconómico bajo o muy bajo. Además, su índice Gini, supera por creces el índice de Gini nacional. En esta misma línea, aunque ha ido convergiendo al nivel promedio, la pobreza extrema es más alta que el promedio de la República Dominicana.  En términos de indicadores educativos, Pedernales es una provincia que lamentablemente, tiene el menor porcentaje de estudiantes matriculados según el número de habitantes. Adicionalmente, los estudiantes que sí están matriculados en la escuela tienen sobreedad usualmente; es decir, están en un nivel educativo menor al que deberían estar según su grupo etario. Un hecho interesante, es que, en Pedernales, la edad mediana es menor al promedio. Es decir, aquí parece ser que las personas son más jóvenes. Con este dato se podría intuir que, si un municipio tiene personas más jóvenes, entonces habría más escolaridad, sin embargo, sucede lo contrario, como comprueban las altas tasas de deserción de esta provincia (~14%). La figura 1 muestra esta información.

Figura 1. Datos Sociodemográficos de Pedernales

Figura 1. Datos sociodemográficos de Pedernales

Nota: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo

Las penosas cifras anteriores parecen desvanecerse ante la belleza de Bahía de las Águilas, una playa paradisíaca (a falta de una mejor palabra) ubicada a 40 minutos de Pedernales. Durante una visita realizada en enero 2022 conocimos a Gerardo, quien por su aspecto físico (mal nutrido, baja estatura, dentadura insana) y manejo limitado de léxico común, aparentaba de 10 u 12 años de edad. Resultó impresionante saber que este “niño” era en realidad un mayor de edad que aún no sabía leer bien. Se dedica a transportar a los turistas hasta Bahía de las Águilas en una yola. Lo paradisíaco del lugar no impide que también allí las personas habitan en condiciones bastante cuestionables. Las cifras tienen rostros como el de Gerardo. A pesar de su realidad mejorable, Gerardo parecía estar muy esperanzado con una nueva carretera y cadena de hoteles que van a construir en su pueblo. Dice que eso va a garantizar que el “progrese” y que su madre (de 8 niños más y tiene menos de cuarenta 35 años) “pueda dejar de vender paca”.

El Estado Dominicano planea hacer una inversión en Pedernales de US$ 2,245 millones de dólares en los próximos 10 años. La idea suena fascinante para una economía que se desarrolla a través de la industria y los servicios como es la República Dominicana. Pero ¿será sostenible la inversión estatal, si es que no se desarrolla adecuadamente la población que habita allí? Si bien es cierto que una economía se desarrolla a través de la industria, y en el caso de R.D, de los servicios turísticos. Y que, además, la inversión privada mejora las tasas de desempleo. También es muy cierto de que el Estado debe garantizar que ese desarrollo sea sostenible. Y lo que garantiza que el desarrollo sea realmente sostenible, es en parte, la inversión en capital humano. Por tanto, la inversión en Educación debe ser un eje neurálgico en cualquier plan de desarrollo. Sin embargo, en Pedernales, no parece ser así, según la calidad de sus indicadores educativos de las últimas décadas.

En cierta manera, cuando me despedí de Gerardo, tuve sentimientos mixtos. En primer lugar, me pareció admirable su actitud de superación y el trabajo que realiza con tanto amor. En segundo lugar, me sentí triste de que probablemente, no tenga la oportunidad de seguirse capacitando y educando. Tal vez – lamentablemente – ni siquiera llegue a terminar la educación primaria. Los turistas (locales e internacionales) que visiten esta playa verán las dos caras de la República Dominicana. La primera cara donde se resalta la belleza sin comparación, donde casi todo parece estar a nuestro alcance a cambio de puño de dólares. Y la segunda cara, donde a pocos metros de esa belleza, se encuentra una población de alrededor de 40,000 personas que se quedaron atrapadas en el tiempo en cuanto a educación y desarrollo.

Los problemas sociales, no tienen una única respuesta y no existe una poción mágica para solucionarlos. De hecho, a veces, son las preguntas que surgen de estos problemas, más que las respuestas a los mismos, las que garantizan mejores políticas públicas. Pero, si algo es cierto es que la inversión de calidad en educación garantiza que cada vez sean menos los problemas de esta índole. Es necesario que el desarrollo turístico en la provincia de Pedernales esté acompañado de una buena inversión en calidad educativa. Ojalá esto se traduzca en que los niños y niñas vayan (y permanezcan en la escuela) a tiempo. En que existan profesores capacitados para esas aulas. En que se reduzca la tasa de embarazo adolescente que ralentiza (o elimina) los planes educacionales. En que esos estudiantes sepan leer y escribir apropiadamente. En que tengan opciones a la hora de acceder a la educación superior, contextualizadas a la realidad municipal, por ejemplo, carreras de hotelería, técnico en manejo de maquinarias pesadas, cursos de inglés intensivos, entre muchas otras opciones.

Ahora bien. Si es verdad que el Gobierno y el sector privado, logran desarrollar su plan de inversiones en Pedernales, aunque sea en un 50% y que esto este acompañado de un desarrollo integral con políticas educativas sólidas, no descartemos que esa zona en los próximos 15 años se convierta en el Punta Cana del sur profundo. Ojalá así sea pues el potencial es infinito e inigualable.