Quien ofrece todo a todos; acaba dando nada a nadie. En el mejor de los casos, otorga poco a muy pocos y por poco tiempo. A mayor grado de dispersión en el uso de recursos escasos, mayores desperdicios, improductividad, poca transparencia y frustración creciente. La planificación estratégica no es un instrumento para concentrar poder político, sino una genuina vía para descentralizar gestiones.

El Plan Estratégico Salud 2030 es auténtico y genuino porque trató de presentar el escenario intermedio con lo justo que podemos hacer en el sector salud.

La planificación estratégica territorial nació como alternativa a la burocracia del Estado. Ese aparato coercitivo que a partir de 1955, desde arriba hacia abajo, pretendió imponer a las sociedades, la planificación lineal y los planes sectoriales. El modelo centralizador fracasó en los años 80 del siglo XX, cuando las masas irredentas ampliaron la democracia.

Algunos subrayan que el planeamiento estratégico es una metodología y técnica ligada en su origen a la gestión y al desarrollo empresarial, muy utilizada por las empresas privadas en la década de los sesenta, de ahí pasó al sector público, a las naciones y las ciudades.

Su aplicación al desarrollo territorial, sectorial y local a partir de 1982, acontece cuando la ciudad de San Francisco la empleó por primera vez. Fue muy significativa para la reanimación y la reactivación social y económica de algunas de las ciudades pioneras y exitosas, entre ellas Santiago de los Caballeros, Medellín, Barcelona, Bilbao, San Sebastián y Valencia, en España.

En la década de los años noventa, un conjunto de ciudades iberoamericanas se inició también en su práctica, animadas por el Centro de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU).

Sus más claros exponentes son Carlos Matus en Chile, Manuel Castells y Joan Clós en Barcelona y Dan Hodapp en San Francisco. Peter Drucker austríaco residente en EUA, la define como el proceso continuo que consiste en adoptar riesgos sistemáticamente y con el mayor conocimiento posible de su carácter de futuro; en organizar sistemáticamente las gestiones necesarias para ejecutar estas decisiones. Decimos nosotros de medir los resultados de estas decisiones, comparándolos con las expectativas mediante el observatorio y veeduría sistemática organizada.

En estricta teoría, un plan estratégico está dirigido a crear las condiciones de cambio y, por lo tanto, y a ejecutar lo más rápido posible (ganancias rápidas). Con tal objeto, se debe orientar a unos cuantos proyectos motores de la transformación hacia la situación o escenario deseado. Orientar críticamente los escasos recursos  aquellos para cubrir necesidades decisivas y competencias obligatorias .

El ciclo completo de la planificación estratégica supone una paradoja, puesto que la visión debe ser de mediano plazo, pero los proyectos con más capacidad transformadora deben iniciarse lo más rápido posible. Luego del plan estratégico formulado para organizar la acción se parte de un esquema que integra conceptos tales como: i) Visión estratégica; ii) Proyectos estructurantes (pactados con todos los actores); iii) Instrumentos de gestión; iv) Establecimiento de sistemas de control social y medidas de seguimiento y acompañamiento.

La autenticidad de un plan estratégico de desarrollo es uno de los principales criterios para certificar su calidad. El sistema de acreditación de la planificación estratégica territorial y sectorial fue presentado y validado en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado de Chile, 2007.

Este sistema había sido aprobado preliminarmente en la asamblea anual 2005 del Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU). Una entidad de redes de regiones y ciudades, adscrita a la Secretaría General Iberoamericana SEGIB, desde los tiempos en que Enrique Iglesias, ocupada su dirección general.

El Plan Estratégico Nacional de Salud 2030 presentado por el presidente Luis Abinader y el ministro de salud, Daniel Rivera, cumplió el conjunto de criterios de calidad de planificación estratégica que impulsan las Cumbres Iberoamericanas. Fue genuino dado que se fundamentó en dimensiones innovadoras e instrumentos de recolección creativos, entre estos: barómetro, nube de palabras, sueños de salud y foros regionales.

La aplicación del pensamiento estratégico en naciones y ciudades es reciente. Acumula menos de 50 años.  La planificación estratégica es un medio para establecer una visión común; unificar gestiones y hacer seguimiento y retroalimentación (Observatorio) para saber qué se logra realmente.

Universidades, investigadores y analistas asociados a formulación de políticas públicas, encuentran en la planificación estratégica territorial y sectorial, un campo de estudio conceptual que ha configurado un marco teórico de presente y futura relevancia y significación.

Más allá de toda retórica, el Plan Estratégico Nacional de Salud 2030, se nutrió de la capacidad de diseño del sistema de evaluación de la calidad como garantía de asertividad. Asegurando márgenes de incertidumbre razonables de los proyectos estructurantes acordados a partir de la planificación estratégica.

El sistema de certificación del CIDEU fue utilizado para diseñar la Estrategia de Salud dominicana. Abordaje definido como un conjunto de criterios y procedimiento de medición. Con base a lineamientos y colaboración de diversos pensadores de República Dominicana y Santiago, se tomaron de referencia para preparar versiones iniciales de protocolos de certificación de la calidad de la planificación, criterios metodológicos diseñados en 2007, que inteligentemente, fueron incluidos en la planificación en salud local.

Los protocolos constituyen guias de procesos de varias de las fases del plan. En la verificación se trata justamente de determinar cómo fueron realizadas estas fases.

Los siguientes protocolos internacionales fueron una referencia para la planificacion estratégica de salud dominicana: i) procedimientos de participación de actores en comisiones técnicas; ii) recolección innovadora de información; iii) comunicación asertiva y compromiso social; iv) redacción del plan; v) aprobación democratica y vi) observatorio de seguimiento. En ellos se fundamenta la autenticidad del plan dominicano.

En términos generales puede indicarse que los planes implican concentración, focalización y estrategia. La decisión estratégica es fundamentalmente una decisión de concentración . Dado que, por un lado, las demandas de la sociedad en los diversos planos suelen ser innumerables, inagotables y cada vez más exigentes y que, por otro lado, los recursos son escasos por definición, la decisión estratégica es, sobre todo, aquella que obliga a definir prioridades y optar por un conjunto reducido de tales prioridades para intervenir y actuar.

El planeamiento estratégico reconoce que las organizaciones no pueden alcanzar más de lo que permiten sus recursos y que éstos son escasos. Asimismo evita su dispersión y el desperdicio de las fortalezas en aras de una diversidad difusa en las metas de la organización.

Finalmente, por Plan Estratégico Sectorial o Territorial de acuerdo al CIDEU se entienden aquellas directrices consensuadas por los principales agentes políticos, sociales y económicos de una nación, ciudad o ente metropolitano para afrontar el medio y largo plazos en condiciones ganadoras y aprovechar las sinergias de los proyectos que se desarrollen en ese territorio.