Estamos en el mes del orgullo, estoy enamorada y me quiero casar con mi mujer en mi país. No, no en una iglesia, no en la Catedral Primada de América/Catedral de Santo Domingo/Basílica Menor de Santa María de la Encarnación. No quiero un escenario colonialista para honrar mi amor, nadie debería querer eso pero todo parece estar al revés.

Todo parece estar al revés porque la religión es una elección no una imposición y en la República Dominicana la Iglesia católica es la política y la ley. Eso deja afuera a todas las personas que no se identifican con su dictadura. Sí, dictadura, esta no es una palabra ajena al catolicismo, después de todo Trujillo, Franco, Mussolini y Hitler tenían en común un acuerdo con la iglesia católica, el Concordato, un acuerdo aún vigente en nuestro país.

Todo parece estar al revés porque dos pájaras, o sea dos lesbianas, casándose es impensable. ¿Por qué? ¿Por qué no pueden amarse dos personas adultas y casarse como aquellas que parecen ganan la lotería social dominicana y nacer heterosexuales?

Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios.

Todas, todos y todes fuimos creados a imagen de Dios. Sí. Dios es maricón. Dios es trans. Dios es pájara. Dios es no binario. Dios es diverso y fluido. Eso significa que cuando insultas a una pájara estás insultando a Dios. Cuando discriminas a un maricón, estás discriminando a Dios. Cuando te burlas de una persona Trans o no binaria, estás burlándote de Dios.

Todo parece estar al revés porque según la biblia Dios acepta a todas las personas como son y las trata en igualdad pero han distorsionado este gran mensaje de amor para decidir quién lo recibe y quién no en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Todo está al revés porque para cobrarnos impuestos entonces sí somos personas ciudadanas y dignas pero para casarnos debemos irnos a otros países donde la doble moral no es la norma. No queremos llevar una doble vida como la alta sociedad dominicana que está llena de pájaras y maricones que nos llaman y nos buscan incesantemente cuando no están en la iglesia haciendo el papel de heterosexuales devotos. Sí, sabemos muy bien quienes son.

Los medios, insensibles y crueles, aprovechan cualquier oportunidad para entorpecer un momento vital de madurez política y social haciendo encuestas sensacionalistas “¿debería aprobarse el matrimonio gay en RD?” pero ¿y cuándo se hizo la encuesta sobre si debería aprobarse el matrimonio heterosexual? Quieren que nos avergoncemos de nuestra propia existencia, que nos arrastremos como serpientes llenas de pecado, que nos sintamos como monstruos. Mutantes. Anormales. Basura. Gusanos.

A nadie hay que hacerle una encuesta sobre mis derechos. Mis derechos no están sujetos a opiniones pero todo parece estar al revés.

Estamos en el mes del orgullo, estoy enamorada y me quiero casar con mi mujer en una playa de mi país. Una boda íntima bajo ese sol dominicano que tanto venden internacionalmente como destino turístico LGBTQ+. En mi país la mariconeria es bienvenida pero sólo con un boleto de avión de vuelta y muchos dólares.

Todo parece estar al revés pero aquí estamos y aquí estaremos, sonriendo con el cuerpo lleno de heridas, total, ¿qué es sangrar si no una señal de vida?

Estamos en el mes del orgullo, estoy enamorada y me quiero casar con mi mujer, que se refiere a mi como “papi”. Es escritora y me compartió un reto mensual de un grupo de mujeres en el que hay que escribir un poema partiendo de un tema especifico. El de junio debía involucrar algún animal.

Aquí mi poema:

“Fé”

Dos pájaras nativas del continente americano se han casado en la Catedral Primada de América.  

Naturalmente, han cagado toda la iglesia.