El miércoles 26 y jueves 27 de octubre se celebró en el Centro de Conferencias Reina Isabel II del Reino Unido la décima edición de la Conferencia Anual Sobre la Confianza organizada por la Fundación Thomson Reuters, el brazo filantrópico de uno de los conglomerados informativos más importantes de la Mancomunidad Británica.

Centro Reina Isabel II

El grupo informativo Thomson Reuters es la suma de varios medios, algunos con casi doscientos años de antigüedad. Ente ellos se destaca la Agencia Reuters, fundada por un revolucionario alemán que se estableció en Londres y que fue tan eficaz desde sus inicios que, por ejemplo, fue la primera agencia internacional en reportar el asesinato de Abraham Lincoln en Europa. Sin embargo, esta agilidad en la búsqueda y transmisión de las informaciones no se correspondía con su éxito mercantil y por ello la agencia fue adquirida, luego de un proceso relativamente fácil, por otra reconocida institución de distribución de información: la Corporación Thomson, propietaria de varios medios de comunicación en Canadá.

Cuando los integrantes de todos estos grupos se reúnen el resultado es una de las mejores demostraciones de interés por la investigación y la divulgación de la información y donde se reflexiona de manera concienzuda sobre cómo hacer del periodismo una herramienta conducente a la inclusión socioeconómica y de respeto a los derechos humanos.  Así, desde hace ya diez años se celebran estos encuentros que cuentan con participación importante de representantes de la mayoría de los países de habla inglesa.

Lo interesante a destacar es que, dentro de una apretada agenda que incluyó perspectivas tan inusitadas como una intervención de parte de Dimitry Mouratov, ganador del Premio Nobel de la Paz del año 2021, o la reflexión sobre cómo transformar el uso de criptomonedas para generar información más fidedigna, los dos puntos con mayor repercusión inmediata se refieren a la actualidad noticiosa reflejada por el quehacer de dos mujeres.  La primera es la relativa a la revolución iniciada a partir del encarcelamiento y posterior deceso de Mahsa Amini, en Irán, que ha implicado mayor represión a lo interno (incluyendo el cierre del internet) y protestas en el mundo entero. Este punto fue señalado por Nazanin Zaghari-Ratcliffe, rehén que acaba de ser liberada y que utilizó la primera oportunidad que tuvo para manifestar su confianza en un desenlace auspicioso de toda esta situación.

La segunda se refiere a la denegación del premio periodístico Kurt Schork (el que se entrega en esta ceremonia y que honra la memoria de un corresponsal de Reuters que fue asesinado junto a su fotógrafo en Sierra Leone en el año 2000) y que sería entregado a la palestina Shatha Hammad, pero cuyos comentarios en redes sociales le significaron la invalidación del peso de su labor en medios informativos.

Sucesos muy disímiles, pero que tienen en común el hecho de que las mujeres estén presentes como protagonistas y reporteras de las noticias.