Un claro ejemplo de Construcción Modular Ligera fueron las casas de la TVA (Tennessee Valley Authority) a principios de los años 30 (1934), en el contexto de La Gran Depresión del 29. Estas viviendas diseñadas por un equipo de arquitectos, dirigidos por Louis Grandgent y Carroll A. Town, sirvieron de alojamiento para el personal de la citada compañía eléctrica (parte del New Deal), en sus planes de expansión en esa zona de Estados Unidos. Los módulos secciones múltiples se fabricaban de manera que pudieran ser fácilmente transportables (incorporaban ruedas que luego se retiraban) hacia los lugares de trabajo de la empresa (construcción de presas e hidroeléctricas) cosa que no era posible con los modelos de viviendas Norris, de construcción en madera que le antecedieron, y aunque se reconocía que las Norris tenían una proyección de vida más duradera que las casas modulares, para los fines de la empresa, era preferible la movilidad a la durabilidad.
Las casas TVA (Truckable Houses) estaban fabricadas de madera y tableros de fibra resistente a la intemperie y tanto el suelo como el techo estaban realizados con madera contrachapada. Cada sección de la vivienda era 2,10 m de largo por 2,70 de ancho y con un peso de 3,000 kg. Como medida de eficiencia ya incorporaban de fábrica los sistemas de agua potable, saneamiento y electricidad.
Packaged House System
Ya para 1943/1945, junto con Konrad Wachsmann, y dentro de lo que sería la General Panel Corporation, Walter Gropius lleva a cabo el Packaged House System que suponía ser un sistema de construcción a base de paneles prefabricados, apoyados en módulos intercambiables y combinables.
Con este sistema Gropius aspiraba a dotar de versatilidad el quehacer constructivo, aunque no tuvieron la aceptación que se esperaba por parte del público, ni contaron nunca con un sistema de piezas estandarizado como el mercado ameritaba, siendo incluso complicado montar otros tipos de carpinterías exteriores diferentes a las propias y con dimensiones genéricas.
Por otro lado, Gropius daba especial valor al tema de la fácil movilidad hacia el lugar de destino y el posterior emplazamiento de la casa en su parcela, de acuerdo a las condiciones climáticas y de entorno. Estos dos últimos factores sería su aproximación al tema de la eficiencia energética toda vez que en ambos casos la repercusión sería directa en cuanto al ahorro de recursos económicos y energéticos.
La solución constructiva estaba basada en paneles de madera para paredes, suelo y techos. La modulación de los paneles permitía su fácil combinación y flexibilidad en cuanto a la dirección en que se instalaban, ya fuera horizontalmente como de manera vertical, gracias a su versátil sistema de uniones; pudiendo construir diferentes tipos de viviendas con partes y piezas estándar, de fácil ensamblaje y dejando la opción, a que de manera modular, se siguieran agregando espacios a la vivienda según fuera el caso, tanto hacia arriba como hacia abajo.
En sentido general Walter Gropius tenía como idea de primer orden, en su concepción de una construcción industrializada, que la modulación sería la clave para poder estandarizar los procesos de fabricación y el resultado de los componentes, y que esto serviría para que este tipo de arquitectura cumpliera el objetivo de rapidez, optimización de costes/recursos y de flexibilidad en el diseño.