Liz Truss, política conservadora era Ministra de Relaciones Exteriores del Reino Unido en febrero cuando se hacían múltiples esfuerzos tratando de evitar que los simuladores “ejercicios militares” de Putin se convirtieran en una invasión guerrera genocida, sin “causus belli” y que Rusia camuflajea llamándola “Operación militar especial”.

 

Al igual que otros dirigentes de varios países Liz Truss viajó a Moscú para reunirse con su homólogo Sergey Lavrov, canciller de Rusia durante 18 años, conocido con el mote de “Mister NO” por sus persistentes vetos en el Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo esa gestión fue un fracaso para la imagen de Liz y sus objetivos de disuasión. En una conferencia de prensa conjunta Lavrov se propuso ridiculizarla ante el mundo acusándola de que no habría ido “preparada”, que la reunión fue “pura comedia”, y la ignoró abandonando su podio. Truss replicó que no se “había quedado muda” y que había “presentado el punto de vista del Reino Unido sobre la situación actual y el hecho de que, además de tratar de disuadir a Rusia de una invasión a Ucrania, también estaba muy decidida a seguir con la vía diplomática”.

 

Agravando aún más la burla Lavrov filtró a los medios su versión del desarrollo de reuniones privadas en que él traería a colación la soberanía de las regiones rusas de Voronezh y Rostov, fronterizas con Ucrania y con presencia militar del Kremlin. La especie difundida señala que supuestamente Lavrov preguntó, con veneno: “Usted reconoce la soberanía de Rusia sobre las regiones de Rostov y Voronezh, ¿No es así? Dizque Liz respondió que “el Reino Unido nunca reconocerá la soberanía de Rusia sobre estas regiones”.

 

La prensa rusa reportó que la embajadora británica supuestamente tuvo que intervenir para explicar que las regiones citadas estaban en Rusia y no son las disputadas con Ucrania. Por su parte el Foreign Office británico aclaró que “todo fue un malentendido”.

 

Lavrov persistió en   tratar de estigmatizar a Liz como una inculta .La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso señaló que Truss confundía el mar Negro con el Báltico y agregó: “Si alguien necesita que lo salven de algo, es el mundo, de la estupidez e ignorancia de los políticos anglosajones”.

 

Los biógrafos de Liz señalan que desde niña estuvo cautivada por la imagen de Margaret Thatcher y aprovechó su viaje a Moscú para usar un conjunto de sombrero y abrigo similar al de Margaret en un viaje a Rusia y se retrató en los mismos lugares públicos visitados por la Thatcher. La televisión rusa se mofó de Liz porque esos días eran templados y no se necesitaban  sombreros y abrigos pesados. Por su parte el Time de Londres la criticó diciendo: “Ha sido como una alfombra roja de “Photoshop” pagada por los contribuyentes”.

 

Liz no es una “girl scout”. Se graduó en 1996 en el Merton College en Oxford y desempeñó importantes funciones  privadas incluyendo Directora Económica de la empresa  global de comunicación Cable&Wireless, una de cuyas filiales opera  en nuestro país. Su vida política en el alto nivel inició en  2010 al ser electa como Miembro del Parlamento. Con la salida de Boris Johnson Liz fue nombrada Primera Ministra el 6 de septiembre, dos días antes de morir Isabel II.

 

Como Primera Ministra Liz propuso un absurdo plan económico con un “mini presupuesto” y reducción de impuestos. La  repulsa fue unánime. La bolsa se desplomó .Tratando de salvarse destituyó a su más estrecho colaborador, pero eso no fue suficiente. A los 45 días dimitió.

 

El prestigioso periódico “The Guardian” publicó un artículo titulado: “De luchadora a desertora: el “extraño” ascenso y caída de Liz Truss”, donde señaló: “Pero ¿cómo una política con 12 años de experiencia en el gobierno, casi 10 de ellos en el gabinete, alguien que se desempeñó como Secretaria de Relaciones Exteriores, Secretaria de Comercio Internacional, Secretaria de Justicia, Secretaria de Medio Ambiente y Secretaria Jefa del Tesoro, llegó a hacer un lío histórico en el puesto más alto?

 

Los últimos cambios en el gobierno británico son contrastantes. El Príncipe Carlos se convirtió en el Rey Carlos III sucediendo a su madre, la Reina Isabel II que tuvo un reinado de 70 años y 214 días, el más largo en la historia británica. En cambio, Rishi Sunak sucedió a Liz  Truss, que tuvo la más corta duración de toda la historia en el puesto de Primer Ministro, con una gestión que solo duró 45 días. Así se desvaneció el sueño de Liz de ser una reencarnación de la “Dama de hierro” y gobernar por largo tiempo una de las mayores potencias militares de la OTAN.